BrightGate Advisory EAF, entidad integrada en la firma de inversiones independiente BrightGate Capital SGIIC, estima que 2023 será un año complicado para las economías de Latinoamérica, que crecerán en 2023 un escaso 2%, claramente por debajo de su potencial.
Según explican sus expertos, los motivos son la creciente inestabilidad política, impulsada por el deterioro de las condiciones democráticas en algunos países, y la incertidumbre económica y social. “2022 fue un año muy convulso para Latinoamérica, marcado por sorpresas electorales, inestabilidad política, incertidumbre económica y un sensible deterioro de los niveles de democracia en algunos países, como por ejemplo el intento de auto-golpe en Perú similar al de Fujimori en décadas pasadas”, señalan sobre los principales riesgos que hemos visto durante el último año.
Sin embargo, la firma considera que el fortalecimiento de las materias primas benefició a las divisas de la región, que no tuvieron un mal comportamiento frente al dólar. “El Real brasileño, el Peso mexicano e incluso el Sol peruano se apreciaron levemente, el Peso colombiano se depreció un 17 %, y el Peso argentino cayó un 90%2, apuntan.
Para 2023, BrightGate Advisory espera más riesgos de los habituales en una región en la que cinco de sus principales economías, Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia, están gobernadas por partidos de izquierda. Según su valoración, desde 2019 se está produciendo un “voto de castigo” a los partidos gobernantes, pero los nuevos gobiernos no tendrán mayorías cómodas ni podrán formar alianzas fácilmente, y no gozarán de la bonanza fiscal de otras épocas producto del súper-ciclo de materias primas. “Otros problemas que están creciendo en la región, son la mayor inseguridad frente al crimen organizado, la polarización, y el mayor número de revueltas sociales”, añaden.
Perspectivas económicas
Los expertos de BrightGate Advisory esperan un crecimiento cercano al 2% para el conjunto de las economías de la región en 2023, sensiblemente por debajo de su nivel potencial. A nivel sectorial, afirman que las mayores oportunidades se encuentran en la agricultura, la minería, la economía verde y el near shoring (subcontratación de servicios a empresas extranjeras próximas). Para poder aprovechar estas oportunidades, los gobiernos de la región, según los expertos de la firma, deberán aprobar nuevas reformas que, por un lado, satisfagan las demandas sociales y eviten nuevas revueltas, y por otra parte, no asusten en exceso al inversor extranjero, muy necesario sobre todo para impulsar el potencial de la inversión en la economía verde.
Analizando país por país, la firma señala sobre Brasil que su divisa se fortaleció en 2022, gracias a la subida de los precios de las materias primas. “Si bien el resultado de las elecciones produjo un debilitamiento temporal de la divisa, el nombramiento del nuevo gabinete ha calmado de momento al mercado. Si el presidente Lula respeta la independencia del banco central, que ha logrado rebajar la inflación subiendo el tipo de interés de referencia al 13,75%, el Real brasileño puede ser un activo idóneo para el carry trade”, sostienen.
En el caso de México, consideran que el país puede aprovechar las intenciones de Joe Biden de acercar la producción de productos estratégicos como los semiconductores a América del Norte. Pero sostienen que para poder aprovechar los planes del presidente norteamericano, “México debe respetar el cumplimiento de los contratos con las empresas privadas y demostrar que se atiene a las reglas del juego”. Según los expertos de BrightGate Advisory, otra oportunidad de progreso económico para México es la generación de energías renovables, aunque el gobierno acaba de financiar una nueva refinería, y ha decidido mantener las centrales de carbón abiertas.
Respecto a Chile se muestran negativos y reconocen que todas las proyecciones del comportamiento de la economía chilena en 2023 son negativas: Gobierno, Banco Central, analistas e incluso el FMI predicen una caída del PIB este año, lo que contrasta con lo ocurrido en años pasados, cuando Chile era el ejemplo para el resto de países de la región. “El motivo, la paralización efectiva del país hasta que se redacte una nueva Constitución. Si se logra un acuerdo transversal para la nueva ley fundamental en Chile, se acotará el riesgo económico, aunque los resultados dependerán de cómo sea la gestión del gobierno. Porque el país puede limitar la caída del PIB si el gobierno facilita proyectos de crecimiento, no los obstaculiza como ha hecho hasta ahora, aunque esto podría cambiar con el proyecto de desarrollo del Hidrógeno Verde en el sur. Los expertos de BrightGate Advisory, son negativos con el peso chileno”, explican los expertos de la firma.
Por último, en el caso de Colombia comentan que el peso colombiano se depreció casi un 20% en 2022, debido a la inflación, el alto déficit fiscal y al incremento de la prima de riesgo por la desconfianza que genera el nuevo gobierno. “La inflación ha seguido subiendo en enero 2023, hasta alcanzar el 13,2%. Si bien el Banco Central ha subido tipos y ha declarado su firme compromiso para luchar contra la subida de los precios, Colombia se encuentra en la dicotomía de seguir con esta política restrictiva y estrangular el crecimiento de la economía, o favorecer el crecimiento a costa de más inflación”, afirman. Los expertos de BrightGate Advisory dudan que el gobierno acepte que el país llegue a la recesión por las subidas de tipos, por lo que no son positivos con el comportamiento del Peso colombiano en 2023.
El país con mayor incertidumbre sigue siendo Perú. “Si bien cuenta con fundamentos sólidos y marcos institucionales eficientes, además de apoyarse en el fortalecimiento del precio del cobre, la continua ola de protestas está afectando a la actividad económica. La inflación fue el 8,5% en diciembre de 2022, y no se espera que caiga antes de la segunda mitad del año”, concluyen. Si bien el precio del cobre puede ser un catalizador, BrightGate Advisory no cree que el Sol peruano tenga un comportamiento positivo en 2023.