Este año, la economía europea se enfrenta a una larga lista de desafíos estructurales: como una demografía poco favorable o diferenciales de crecimiento más pequeños entre los mercados emergentes. Por otro lado, Estados Unidos tiene por delante acuerdos comerciales más débiles y un lento crecimiento del mercado global, entre otros retos. Una vez normalizados todos estos factores y debido, en mayor parte, a la incertidumbre comercial el mercado de divisas en los mercados emergentes está bastante infravalorado, según aseguran desde Lombard Odier.
“En este escenario, en el que se prevé una cierta disminución de las incertidumbres comerciales, somos moderadamente optimistas en cuanto a los mercados de divisas. La estabilización de los diferenciales de crecimiento entre los mercados emergentes, Estados Unidos y nuestra expectativa de un dólar más débil deberían ayudar a obtener mejores rendimientos en los mercados de divisas de los mercados emergentes” asegura Vasileios Gkionakis, director de FX Strategy de Lombard Odier.
Gkionakis, que hace un análisis sobre las divisas en las que será más interesante invertir este 2020 destaca el potencial de Asia y CEEMEA frente a la vulnerabilidad e inestabilidad política de los mercados de divisa de América Latina.
Asia: lo mejor está por llegar
Según Lombard Odier, lo más destacado entre las divisas asiáticas emergentes en 2019 fue la relativa debilidad de las monedas de la zona norte de Asia frente a las de la zona sur (ASEAN). Las economías industrializadas del norte de Asia, como China o Corea del Sur, siguen siendo muy vulnerables a las alteraciones del comercio global y a su impacto en cascada en las inversiones comerciales globales. Sin embargo, las divisas de ASEAN se han beneficiado de la flexibilización de la política global, la reorientación del sector manufacturero en torno a China, el retorno positivo de la inversión en las carteras globales en medio de la caída de los tipos y unos pilares macroeconómicos relativamente estables. India, por su parte, se ha seguido viendo bajo el impacto negativo de los problemas del año pasado en las empresas financieras no bancarias, a pesar del triunfo electoral de Narendra Modi en el mes de mayo.
Ahora bien, ¿se mantendrá esta tendencia de cara a 2020 con los nuevos escenarios macroeconómicos previstos? Según el informe de Lombard Odier, la estabilidad del yuan será un pilar clave y se espera un amplio rendimiento positivo en la región, excepto para la rupia y el peso mientras que el won surcoreano funcionará como “comodín en función del riesgo geopolítico del noreste de Asia”, subrayan.
“Nos mantenemos optimistas en el recorrido de los países asiáticos con un rendimiento medio – formado por el yuan y el ringgit – en los próximos 12 meses, suponiendo que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se calmen progresivamente”, asegura Gkionakis.
Si EE.UU. se abstiene de imponer más aranceles a las exportaciones de mercancías, el yuan mantendrá su valor comparado con la “cesta” oficial de divisas extranjeras (por ejemplo, el índice CFETS RMB) en torno a 91-93. “Si se asume como punto de convergencia probable el valor del índice 93 en este caso, el USDCNY debería estar en torno a 6,80 a finales del año 2020, o aproximadamente un 3% más alto de valoración con respecto a los niveles actuales”, recoge el informe.
Además, si Malasia sigue siendo un país con superávit externo y con un balance actual y un PIB que han mejorado con respecto al año pasado, el ringgit “parece poseer los elementos adecuados para ser capaz de obtener un rendimiento sólido en el corto plazo”, afirman desde Lombard Odier.
“Entre los países asiáticos de bajo rendimiento incluimos el dólar taiwanés y el baht tailandés, con los que somos optimistas, y el won coreano, con el que nos mantenemos ligeramente positivos. Además, dado que los fundamentales macroeconómicos de Indonesia han sido bastante estables, esperamos que la rupia indonesia responda bien a la combinación las buenas noticias sobre el comercio global y la demanda del mercado intra-emergente. En cambio, con la rupia india, pese a que se espera que el crecimiento del país se recupere debido a la flexibilización fiscal y monetaria, nos mostramos cautelosos” asegura Gkionakis.
América Latina: afectada por los riesgos políticos
Desde Lombard Odier advierten que la inestabilidad política podría mantener al mercado de divisas de América Latina en un segundo plano en comparación con sus homólogos en Asia y CEEMEA. Varios países de la región se han visto sacudidos en los últimos meses por protestas contra sus gobiernos. Además, estos “estallidos políticos”, como los denominan, se producen después de años de crecimiento bajo, distribución desigual de los ingresos y demandas locales insatisfechas.
Las protestas aumentan el riesgo de invisibilizar el mercado de divisas de América Latina y justificar alguna prima de riesgo. Sin embargo, dentro de la región tanto el peso mexicano como el sol peruano deberían mejorar en 2020, aseguran.
“El peso mexicano es nuestra elección favorita, pues tiene unos pilares sólidos. Basado en nuestro modelo de valor justo a largo plazo (utilizando la deuda gubernamental y los acuerdos comerciales), la moneda está aproximadamente infravalorada un 8%. Hay que tener en cuenta que los niveles de deuda de México son relativamente bajos (35% del PIB)”, destaca Gkionakis.
Para los observadores de divisas, el real brasileño ha sido “algo decepcionante”. A pesar de las esperanzas de reforma fiscal del presidente Bolsonaro y de un saldo externo relativamente fuerte, el USDBRL ha subido un 9,40% este año hasta alcanzar un máximo histórico de 4,20. Los mismos niveles se observaron durante 2015, en el punto álgido de la crisis de las materias primas y de las rebajas de calificación, así como en el tercer trimestre de 2018.
En cuanto a las entradas de capital, desde Lombard Odier remarcan que la inversión extranjera directa ha sido positiva, con un promedio casi constante del 3% del PIB en los últimos años. Sin embargo, en medio de la confianza en la privatización de las instalaciones petroleras, las últimas noticias han sido un tanto decepcionantes para las expectativas que tenía el mercado. Por último, “aunque la divisa es barata, no proporciona un valor genuino”, afirma el informe. En relación con los fundamentos macroeconómicos a largo plazo, el real brasileño está aproximadamente infravalorado en un 13%.
Finalmente, desde Lombard Odier destacan el peso chileno como divisa que podría convertirse en un interesante candidato a largo plazo. Tras su fuerte depreciación de más del 15% después de octubre, parece extremadamente barata en relación con sus pilares macroeconómicos (precio del cobre, deuda pública y diferenciales de crecimiento con respecto a EE.UU.). Además, Chile, junto a Perú, tiene niveles de deuda pública mucho más bajos y, por lo tanto, “es poco probable que se produzca un cambio hacia una mayor expansión fiscal, así como un descenso en su calificación”.
CEEMEA: más diferenciación en el futuro
El mercado de divisas de CEEMEA superó tanto a Asia como a América Latina en los últimos meses, con estas dos últimas regiones con respectivos conflictos sobre ellas. Sin embargo, advierten en el informe, es probable que se desarrollen algunas divergencias con el rublo que aguanta, pero el rand sudafricano enfrentado a riesgos a la baja. Para Gkionakis, “entre los países de menor rendimiento, el nuevo Shequel israelí debería seguir siendo resistente, aunque también apostamos por el zloty. Así, preferimos el rublo al rand sudafricano y a la lira turca. Entre los de menor rendimiento, el shéquel israelí es la mejor opción, mientras que seguimos siendo pesimistas con el florín húngaro”.
Dadas las cuestiones más amplias que afectan a otras regiones de Europa, las monedas de CEEMEA han tenido mejor rendimiento en términos regionales frente al dólar estadounidense en los últimos tres meses. La incertidumbre derivada de las tensiones comerciales y el crecimiento global más lento mantuvo a Asia en el punto de mira. Ahora bien, si estos factores disminuyen, haciendo que Asia parezca más atractiva, los inversores podrían ser más exigentes con CEEMEA, subrayan desde Lombard Odier. Esto terminaría por crear más diferenciación de cara al futuro.
Según Gkionakis, “el rublo ruso ocupa una posición única entre los mercados emergentes de alto rendimiento: tiene fuertes balances externos y bajos niveles de deuda pública, a diferencia de otras monedas de alto rendimiento. Por lo tanto, los pilares macroeconómicos de la moneda son fuertes y ofrece un rendimiento atractivo. La valoración sigue siendo favorable para la moneda: la encontramos infravalorada aproximadamente un 7%”.
“El shequel israelí es nuestra divisa favorita”, comenta Gkionakis. La moneda ha experimentado una valoración persistente a pesar de sus bajísimos rendimientos aumentando su valoración alrededor de un 7,40% frente al dólar estadounidense a finales de 2019. Durante los últimos dos años, como todas las monedas de CEEMEA se debilitaron frente al dólar estadounidense, el shequel fue la única divisa capaz de mantener su valor (+0.60% frente al dólar estadounidense).
Gkionakis ratifica que se mantienen neutrales sobre el zloty polaco y la corona checa, ya que “un rebote más fuerte del EURUSD debería hacer que tuviesen un buen comportamiento”.