Los ciudadanos con conocimientos financieros son, potencialmente, mejores ahorradores e inversores y tienen más herramientas para construir un futuro de éxito. Las asociaciones de fondos de los diferentes países europeos lo saben y por eso se han comprometido a mejorar la situación. El primer paso para ello es conocer el punto de partida y, en este sentido, Efama, la asociación europea de fondos de inversión, ha elaborado un informe en el que revela una extendida ignorancia en temas financieros a lo largo y ancho del continente.
Según las conclusiones del estudio, titulado “Building Blocks for Industry Driven Investor Education Initiatives”, lanzado en Bruselas y con el objetivo de alzarse como voz de alarma e influir en la agenda política, Europa enfrenta una crisis de falta de cultura financiera, con millones de ciudadanos sin conocimientos incluso sobre conceptos básicos que rodean al mundo del ahorro y la inversión, como los tipos de interés o la inflación. “El analfabetismo financiero está extendido aunque es particularmente severo entre grupos demográficos específicos”, explica la profesora Annamaria Lusardi, de la George Washington School of Business. “Los bajos niveles de cultura financiera no se centran en un determinado país o estado de desarrollo económico, sino que se encuentran en todas partes”, asegura.
El estudio preguntaba sobre el impacto de unos tipos de interés del 2% sobre un depósito de 100 euros, y aquellos que ofrecieron una respuesta correcta (102 euros) oscilaron entre menos del 40% en algunos países al 85% en otros, con Holanda, Alemania y Suiza destacando entre los mejores. Además, a pesar de que entender el riesgo y la importancia de la diversificación son claves en las decisiones de inversión, solo una minoría capta el concepto de diversificación: la mayoría no sabe lo que es o responde erróneamente. Además, el estudio muestra que existe un problemático gap entre el nivel que los ciudadanos creen que tienen en finanzas y el que realmente demuestran tener con las respuestas obtenidas.
“Mucha gente no tiene el nivel de educación financiera requerido para decidir cuánto debería ahorrar para prepararse para la jubilación y cómo debería gestionar sus ahorros e inversiones”, comenta Peter De Proft, director general de Efama. “Si no se hace algo, esto no augura nada bueno para el futuro, teniendo en cuenta que la responsabilidad de la provisión financiera está cambiando cada vez más desde el estado hacia los individuos”, añade.
Tomar medidas
De ahí la necesidad de combatir esa falta de cultura financiera. ¿Cómo? “La prioridad de cualquier plan para mejorar la cultura financiera debe ser reinstaurar las matemáticas básicas en cualquier currículum europeo, en los primeros años de escuela”, indica Guillaume Prache, consejero delegado de la Federación Europea de Usuarios de Servicios Financieros. Mientras, Efama llama a la traducción de estas ideas en políticas útiles: “Los esfuerzos para fortalecer la información financiera y el asesoramiento financiero solo tendrán efecto si vienen de la mano de políticas destinadas a mejorar el nivel de cultura de los individuos”, añade Bernard Delbecque, director de Análisis y Economía en Efama.
El informe de Efama subraya la importancia de desarrollar asociaciones entre gobiernos, la industria financiera, las instituciones europeas y los medios de comunicación para promover la educación financiera de una forma efectiva. Y también destaca el papel fundamental que puede jugar la industria de la gestión a través de la mejora de la calidad de la formación de los profesionales e intermediarios financieros, como brókers, asesores, profesionales de ventas e incluso gestores de fondos, claves para que los inversores potenciales tomen mejores decisiones de inversión.
En este sentido, Efama ofrece unas guías para inspirar iniciativas de educación a los inversores, y recomienda a cada país que, basándose en los problemas y necesidades de sus inversores, se marquen objetivos realistas para mejorar la educación de sus ciudadanos. Una vez lo hayan hecho, recomienda que los mensajes se definan y se identifique a la audiencia. “Personaliza la educación a los inversores y hazla divertida e interesante”, o “un lenguaje sencillo ayudará a asegurar que el mensaje se entiende y recuerda”, son algunos de sus consejos.
Las iniciativas de España y Luxemburgo
En este sentido, algunos países ya han lanzado iniciativas. La asociación de fondos española, Inverco, ha creado el Observatorio Inverco, un foro de análisis del comportamiento y de las dinámicas de inversión de los ahorradores. Su misión principal es contribuir a una mejor comprensión del funcionamiento de los fondos de inversión y de los planes de pensiones con el objetivo último de trasladar este conocimiento al ahorrador para facilitar la decisión de inversión. El observatorio elabora estudios, establece canales de información sobre la inversión en fondos y planes de pensiones (como jornadas formativas dirigidas al inversor o a los periodistas, o foros de inversión) y analiza las tendencias de la inversión colectiva. Dirigido por Ángel Martínez-Aldama, en el observatorio participan otros reconocidos miembros de la industria de fondos de inversión y pensiones, como Miguel Colombás, Gonzalo Meseguer o Gonzalo Rengifo.
También el supervisor de mercados, la CNMV, está implicado. En la presentación del plan de actividades para 2014 de la entidad, su presidenta Elvira Rodríguez explicó que colaborará con el Ministerio de Educación para incorporar la educación financiera en las escuelas y realizará una encuesta sobre conocimientos de este tipo en España.
También la asociación de fondos de Luxemburgo, ALFI, lleva tiempo realizando campañas dirigidas a promover la divulgación del concepto fondo de inversión, y explicar las ventajas y características de la marca UCITS. Ya han elaborado seis postcasts con información divulgativa sobre el tema, según explicaron en una reciente conferencia organizada en Luxemburgo.