Las aseguradoras globales se están adaptando a un entorno macroeconómico desafiante en 2023, según el XII Informe Global del Sector Asegurador de BlackRock. Para ello, las compañías están adoptando una asignación estratégica de activos (AEA) que favorece la flexibilidad, lo que les permite aprovechar las oportunidades en los mercados públicos y privados, e invertir en la transición hacia una economía baja en carbono. El informe incluye las conclusiones de 378 inversores de seguros encuestados en los mercados globales, que representan casi 29 billones de dólares en activos gestionados.
Mark Erickson, responsable Global del Grupo de Instituciones Financieras de BlackRock, afirmó que el Informe Global del Sector Asegurador de 2023 «llega en el segundo año post-COVID, en medio de cinco megafuerzas estructurales que afectan a las perspectivas macroeconómicas: el envejecimiento de la población; la transición a una economía baja en carbono; la fragmentación global; el cambio de roles de los bancos y las instituciones financieras no bancarias; y la disrupción digital. Estos factores, junto con los próximos cambios en la normativa de seguros y los regímenes contables, crean nuevos retos y oportunidades para los directores de inversiones y otros inversores».
Un nuevo panorama para la inversión
La inflación sigue siendo la principal preocupación de las aseguradoras: el 71% de los encuestados la eligió como la mayor sorpresa económica por segundo año consecutivo. El riesgo de recesión, mencionado por el 59%, fue la preocupación macroeconómica más seleccionada. Más de la mitad de las aseguradoras (55%) de todo el mundo cree que lo más probable es que se produzcan nuevas crisis financieras en el sector bancario, lo que indica preocupación por la estabilidad y la salud de las instituciones financieras, porcentaje que se eleva al 77% en el caso de los encuestados norteamericanos. En la zona Asia-Pacífico, el 55% de los encuestados se muestran preocupados por el sector inmobiliario residencial.
Priorizando la flexibilidad y la calidad
En respuesta, el estudio muestra que las aseguradoras están adoptando una asignación estratégica de activos que favorece la flexibilidad. Aunque las aseguradoras afirman que sus asignaciones en general seguirán siendo similares a las de años anteriores, los encuestados muestran una preferencia por la calidad tanto en las asignaciones a la renta fija pública como a los mercados privados.
A pesar de los rendimientos disponibles actualmente en los mercados públicos, la mayoría de las aseguradoras (89%) prevén aumentar su exposición de forma selectiva a los mercados privados. Casi dos tercios (60%) de los encuestados prevén aumentar las asignaciones a crédito privado, sin embargo, más de un tercio de los encuestados prevén reducir las asignaciones a la deuda inmobiliaria, la renta variable inmobiliaria y la renta variable privada. La renta fija pública seguirá siendo una parte fundamental de la asignación estratégica de activos de las aseguradoras, ya que el 92% prevé mantener o aumentar su asignación. Dentro de esta categoría, más de la mitad de las aseguradoras (51%) prevé aumentar sus asignaciones a bonos del Estado y deuda de agencias.
Olivier Van Eyseren, responsable del Grupo de Instituciones Financieras de BlackRock en EMEA, declaró que a pesar del reto que supone para las aseguradoras navegar por el nuevo panorama de inversión, «las respuestas a nuestra encuesta ponen de relieve las oportunidades disponibles tanto en los mercados públicos como en los privados. Para aprovecharlas, las aseguradoras están considerando un enfoque de inversión flexible y un marco de gestión de riesgos sólido, facilitado por la tecnología».
Invertir en la transición a una economía baja en carbono
Las consideraciones de sostenibilidad están integradas en la mayoría de los procesos de inversión de las aseguradoras en todo el mundo, y los encuestados se centran ahora en las oportunidades que presenta la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. Dos tercios de los encuestados (62%) esperan que la mayor oportunidad de inversión de esta transición sea la infraestructura de energía limpia, con el mayor porcentaje de aseguradoras en Norteamérica (74%) en comparación con EMEA (62%), APAC (57%) y Latinoamérica (56%). Sin embargo, la realización de inversiones sostenibles sigue planteando dificultades, y el 54% de los encuestados cita la volatilidad de los mercados como el mayor obstáculo.
Aprovechar las soluciones tecnológicas
En un contexto macroeconómico y normativo cada vez más volátil y complejo, y con las aseguradoras aumentando sus asignaciones a los mercados privados, casi la mitad de los encuestados (47%) a nivel global cita la gestión de riesgos como un impulsor del aumento de las inversiones en tecnología en los próximos dos años. Además, el 47% de las aseguradoras están considerando aplicar soluciones tecnológicas que aumenten la eficiencia operativa y reduzca los costes.
La integración del riesgo climático (38%) y el cumplimiento de los requisitos normativos y de información (45%) también se citan como consideraciones para las soluciones tecnológicas. Cuando se les pregunta dónde puede añadir valor la tecnología a su asignación estratégica de activos, las aseguradoras señalan la automatización del flujo de trabajo (45%), la integración del pasivo (42%) y la modelización de alternativas en la AEA (35%) como áreas de interés, según demuestra el estudio de BlackRock.