Pese las complejas condiciones del mercado y las presiones sobre sus beneficios, las aseguradoras muestran cierto optimismo y están dispuestas a incrementar su exposición al riesgo, según un estudio realizado por BlackRock.
Con el título Searching for Better Returns, la séptima edición de la encuesta internacional de BlackRock a 372 altos directivos de aseguradoras y reaseguradoras en 27 países, que representan un volumen estimado de activos gestionados de 7,8 billones de dólares, reveló que casi la mitad, un 47%, de las aseguradoras encuestadas tienen intención de aumentar el riesgo en sus carteras durante los próximos 12 o 24 meses, frente a tan solo el 9% que pretendía hacerlo en 2017. El Global Insurance Report de BlackRock (GIR) se ha elaborado en colaboración con The Economist Intelligence Unit (EIU).
La encuesta pone de relieve que, en general, las aseguradoras muestran amplitud de miras y que sus intenciones en términos de activos abarcan todas las clases de activos. Las inversiones alternativas siguen siendo atractivas: se mantiene un elevado interés en los mercados no cotizados, junto con el deseo de aprovechar selectivamente las oportunidades que ofrecen los mercados emergentes, como el mercado de acciones A de China.
En las conclusiones del estudio también se aprecia una creciente importancia de la inversión basada en criterios medioambientales, sociales y degobierno corporativo (ESG, por sus iniciales en inglés) en todo el sector; así, el 83% de las aseguradoras, con las europeas a la cabeza, confirma la importancia de las políticas de inversión con criterios ESG para sus empresas. Sin embargo, a pesar de esta mayor relevancia, el 70% de las aseguradoras afirmó carecer de conocimientos especializados internos para modelar variables ESG. Además, en el marco del estudio, BlackRockrealizó exhaustivas entrevistas(1) que revelaron que incluso los inversores experimentados en el ámbito de los criterios ESG tenían dificultades en estos momentos para integrarlos en el conjunto de la cartera.
Según ha indicado Patrick M. Liedtke, responsable del negocio de gestión de activos de seguros de BlackRock en Europa, Oriente Medio y África, “al igual que en 2017, las aseguradoras de todo el mundo siguen pensando que la mejora de las rentabilidades de la inversión es un factor esencial para impulsar los beneficios. Sin embargo, la diferencia este año es el notable cambio en la predisposición de las aseguradoras a asumir riesgos. Sin duda alguna, se trata de un cambio importante que pone de relieve el notable descenso de la inquietud en torno a la dimensión macroeconómica y el riesgo de mercado, a pesar de que las tensiones geopolíticas continúan y las perspectivas son menos positivas. Las aseguradoras son conscientes de que necesitan ampliar sus miras y que, para ello, han de invertir en todo el espectro de la renta fija, abordar cada vez más los mercados no cotizados como clases de activos generalistas —sobre todo la deuda privada—, y aprovechar la apertura de los mercados chinos”.
En su opinión, el cambio más sorprendente es el mayor énfasis en la inversión con criterios ESG y el reto de integrar la sostenibilidad en toda la cartera. “Aunque estos cambios son bienvenidos —sobre todo en Europa, que está abriendo camino en la implantación de las políticas ESG—, siguen existiendo obstáculos prácticos en este ámbito. Por ejemplo, el acceso a datos de elevada calidad es un área que puede resultar compleja y demanda una respuesta del conjunto del sector. En BlackRock, creemos que nuestro papel como socio gestor de inversiones y riesgos es doble: apoyar a las aseguradoras de forma efectiva para ayudarles a estructurar y gestionar carteras intrínsecamente más complejas y ofrecer nuevas formas de afrontar los cambios en el negocio, los mercados y la sociedad”, ha añadido Liedtke.
Desciende la inquietud en torno al riesgo
En marcado contraste con las conclusiones de 2017, la inquietud en torno a los riesgos geopolíticos y otros riesgos macroeconómicos ha remitido en prácticamente todos los casos, lo que sugiere que las aseguradoras son, en general, más optimistas sobre el entorno macroeconómico.
A pesar de problemas como las tensiones en las relaciones comerciales internacionales, el auge del populismo y las tensiones geopolíticas, la preocupación por el riesgo geopolítico (30%) ha descendido espectacularmente desde 2017, cuando el 71% lo mencionó como un motivo de inquietud de primer orden.
Entretanto, la preocupación por la mayoría del resto de riesgos de mercado (liquidez, corrección de los precios de los activos y riesgo de tipos de interés) también ha descendido enormemente. Sin embargo, la excepción en esta tendencia es el riesgo crediticio, que pasó del 31% en 2017 al 45% y puso de relieve la inquietud relacionada con la excesiva duración del ciclo crediticio.
Los ESG pasan al primer plano
Del mismo modo, la preocupación de las aseguradoras en relación con el marco normativo ha descendido considerablemente durante el pasado año, lo que, en parte, podría deberse a la implantación del régimen Solvencia II en Europa. No obstante, los riesgos medioambientales han cobrado protagonismo rápidamente para las aseguradoras de todo el mundo; así, el 21% los menciona como un importante catalizador de cambios, frente a tan solo el 6% en 2017.
En un entorno marcado por las crecientes presiones de los organismos reguladores, junto con el impulso político tras la Cumbre del Clima de París en 2015, el 23% citó el riesgo medioambiental (cambio climático) como un riesgo macroeconómico clave para su cartera, frente al 6% en 2017. Aunque se reconoce ampliamente la importancia de las consideraciones ESG, persiste la diversidad de opiniones sobre cuál es la mejor forma de integrarlas en los procesos de inversión. De hecho, existe un consenso general (90%) en torno a la idea de que los organismos reguladores deberían aportar claridad definiendo las inversiones ESG de forma coherente en todo el mundo.
La tolerancia al riesgo de inversión aumenta con fuerza
De cara al futuro, la percepción más positiva hace que casi la mitad de aseguradoras prevea incrementar su exposición al riesgo y que un porcentaje elevado quiera hacerlo para aumentar las rentabilidades sobre el capital. El 40% de los encuestados prevé elevar el peso de los activos líquidos, mientras que el 34% tiene intención de aumentar la ponderación de la renta fija con grado de inversión (Investment Grade).
Dentro del universo de la renta fija, las expectativas sobre la mayoría de subsectores son mucho mejores que el año pasado. Este hecho se observa especialmente en la deuda pública, donde el 37% prevé un aumento de la ponderación en los próximos 12 a 24 meses, frente al 9% en 2017. Las aseguradoras también planean incrementar considerablemente sus exposiciones a otros sectores, por ejemplo, los bonos de alto rendimiento (33%), los bonos municipales (35%), los préstamos bancarios y los bonos de titulización de préstamos.
Diversifican en nuevos mercados de crecimiento
A tenor del potencial de crecimiento de los mercados asiáticos, sobre todo China, muchas de las grandes aseguradoras que participaron en la encuesta afirmaron que habían dado pasos estratégicos para garantizarse un posicionamiento adecuado de cara a aprovecharlo.
Después de la inclusión de las acciones A chinas en el MSCI Emerging Markets este año, y usando este índice como referencia en materia deasignación de activos, el informe reveló que dos tercios de las aseguradoras o bien ya estaban sobreponderadas en acciones A (13%) o bien lo estaban considerando (53%). Así pues, la predisposición a aumentar la exposición a renta variable de China continental es sólida entre las aseguradoras de todo el mundo.
Prioridad a la eficiencia
Por último, en respuesta a las preguntas sobre las especializaciones internas, los marcos de gestión y el riesgo de pagar en exceso debido a una oferta limitada, las aseguradoras están optando por una externalización parcial o completa de su gestión de activos como forma eficaz de equilibrar la exposición y la necesidad de controlar los costes y mejorar la eficiencia operativa.
En total, alrededor del 35% de los encuestados externaliza completamente la gestión de sus inversiones en mercados no cotizados y otro 52% lo hace parcialmente. Aunque las razones para ello varían, la mayoría (67%) apuntó que las aseguradoras son reacias a incrementar sus costes y erosionar los beneficios creando recursos internos en estas áreas, sobre todo en Europa y Asia. Por el contrario, las aseguradoras norteamericanas tienen muchas más probabilidades de externalizar en busca de ahorros de costes y, en menor medida, por su falta de escala.