En el escenario actual, de la nueva presidencia de Estados Unidos, en combinación con el aumento de la deuda externa de México, proyecciones de un débil crecimiento económico entre otros factores, sigue estando presente un riesgo de volatilidad y la inestabilidad económica a lo largo de 2017.
Según THB México, en el panorama de los seguros, esto impulsará a medir nuevamente los riesgos y acciones de prevención; especialmente al gobierno federal y a muchas empresas que tienen gran parte de sus activos en dólares.
En su opinión, para revisar los términos de pólizas de seguros será imprescindible valorar con claridad cuánto valen los activos de una empresa y, sobre todo, cuánto costaría reemplazar sus activos en caso de una pérdida. En años de estabilidad económica es sencillo calcular la prima de una póliza a pagar, sin embargo, cuando hay depreciación, las empresas deben buscar nuevas opciones y asumir el riesgo de su decisión. «Por ejemplo, reducir la cobertura de una prima por desastres naturales de 3 a 2 millones de dólares para tener una póliza más baja por temor a no poder sobrevivir con costos más altos, o aumentar el deducible para reducir el costo de la póliza».
Este es solo un ejemplo de la necesidad de analizar a detalle qué tipo de riesgos está dispuesta a asumir una organización, cuánto cubrirá su seguro, cuánto puede pagar de prima y cuánto podría pagar de deducible en caso de un desastre. Para tomar una decisión acertada, los empresarios deben considerar cuánto quieren reducir su cobertura o cuánto pueden aumentar el deducible, sin exponerse demasiado. “Estas negociaciones han tenido lugar desde finales de 2016 en la iniciativa privada y las veremos a mediados de 2017 con el sector público. Las grandes empresas paraestatales, como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, comenzarán a negociar sus seguros en el segundo trimestre de este año, por ejemplo”, concluyó Octavio Careaga, director general de THB México.