Tras la última reunión, la OPEP y sus aliados decidieron elevar la producción de crudo en un millón de barriles diarios, cantidad que, a medio plazo, podría quedarse en unos 600.000 barriles, después de que Arabia Saudí impusiera su criterio frente a Irán y Venezuela.
Al aumentar la producción, el objetivo de los socios de la OPEP es poner bajo control la política de recorte que pactaron la mayoría de los países productores a finales de 2016 para eliminar el exceso de oferto que, en aquel momento, empujaban los precios a la baja.
Ahora el contexto es totalmente diferente y la buena marcha del crecimiento global sincronizado ha ido impulsando los precios a lo largo del último año, llegando romper barril de Brent la frontera de los 70 dólares el barril. De hecho, desde aquellos recortes en la producción de 2016, el precio del petróleo se disparó un 60%.
El mercado estaba preparado y preveía que tras esta última reunión de la OPEP, celebrada el pasado 22 y 23 de junio, el precio subiría y así fue: el barril de Brent subió un 3,28%, hasta alcanzar los 75,54 dólares, y el barril de West Texas un 4,64%, hasta los 68,58%.
La gran pregunta que se hacen los analistas es si esta subida es temporal o ha iniciado una nueva etapa de escalada. Según el último informe de ETF Securities, elaborado por Wistom Tree, “aunque el anuncio de la Organización de Países Exportadores de Crudo (OPEC) ha generado una subida en los precios del crudo, creemos que es el inicio de un período muy volátil en este mercado”.
Además considera que al eliminar las cuotas individuales y establecer una cuota común, el mercado pierde transparencia y será fácil que se pasa del exceso de cumplimiento que se dio en 2016 al incumplimiento. “Es probable que la falta de transparencia de la OPEC genere mucha volatilidad en los precios del crudo”, apunta el informe.