«Más de una vez me han preguntado cómo una empresa de gestión de activos sostenible puede invertir en empresas de petróleo que contaminan el medio ambiente y en fabricantes de ropa deportiva cuyos proveedores violan los derechos de sus empleados. Si bien es evidente que estamos en contra de estas prácticas, es cierto que no se excluye automáticamente a estas empresas», explica Edith Siermann, directora de Inversiones de Renta Fija en Robeco, en un artículo producido por Robeco en la revista Insight el 26 de septiembre de 2014.
Consideraciones ideológicas
En términos muy generales, hay dos tipos de jugadores en el sector de la inversión financiera sostenible, cada una con su propia visión. Por un lado, existen instituciones cuyo objetivo principal es mejorar la sostenibilidad global y lograrlo a través de sus proyectos y productos financieros. Invierte exclusivamente en asuntos y empresas de sostenibilidad, sobre la base de una convicción ideológica. La sostenibilidad es el objetivo y los productos financieros, los instrumentos.
Deber fiduciario
Por otro lado, existen los gestores de activos como Robeco que, ante todo, consideran que es su deber- fiduciario – actuar en el interés de sus clientes. Esto significa que nuestro objetivo principal es conseguir una buena rentabilidad para nuestros clientes a un nivel razonable de riesgo, lo que les permite alcanzar sus objetivos financieros. Para ello, invertimos de forma sostenible, porque estamos convencidos de que esto mejorará el rendimiento a largo plazo. La información sobre la sostenibilidad nos pone en una mejor posición para evaluar las oportunidades a largo plazo de la empresa y el nivel de riesgo que implica.
Diferentes puntos de partida
Mientras que los objetivos de estas dos partes pueden superponerse, sus puntos de partida claramente difieren. El primer grupo -más ideológico- excluye a las empresas no sostenibles, mientras que los gestores de activos sostenibles no necesariamente lo hacen. Si estimamos que las empresas no tienen suficientemente en cuenta los intereses de las comunidades locales, o si contaminan el medio ambiente, entonces entramos en un diálogo activo con ellos para convencerlos de que deben realizar sus operaciones empresariales de una manera más sostenible. Nos centramos sólo en los aspectos que son «financieramente materiales». En otras palabras: ¿tienen o no tienen un impacto en la rentabilidad (activos) o la calidad crediticia (bonos) de una empresa?
Financieramente materiales
Quiero dejar esto más claro con un ejemplo específico: la empresa Wynn Resorts desarrolla hoteles de alta gama y casinos, principalmente en Asia. En 2012, los fundadores de la empresa, el multimillonario japonés Kazuo Okada y el veterano empresario de Las Vegas Steve Wynn se acusaron mutuamente de corrupción relacionada con la adquisición de lucrativas licencias de casinos en Asia. Practicar el soborno es claramente una conducta irresponsable y por lo tanto podría haber afectado negativamente al análisis de nuestros analistas respecto Wynn Resorts. Pero esto no sucedió. ¿Por qué no?
La capacidad de Wynn Resorts para beneficiarse del rápido crecimiento del mercado de juegos de azar en Asia no se vio afectada negativamente por estas acusaciones. La Comisión de Valores de Estados Unidos decidió en 2013 no emprender acciones contra la empresa. Por otra parte, Wynn jugó un papel vital en la década de 1990 en la resurrección de Las Vegas al cambiar su enfoque en juegos de azar y moverse hacia el sector más genérico del ocio. Ahora está repitiendo este proceso con los proyectos de Macao, transformando un sector tradicionalmente asociado a las prácticas de soborno y lavado de dinero. Nuestros analistas concluyeron que -a pesar del bajo nivel de sostenibilidad de Wynn Resorts- esto no tenía un impacto financiero significativo en la empresa.
Valores absolutos
Dicho lo cual, es evidente que también perseguimos valores absolutos. No invertimos en empresas que violan las leyes mediante la producción de armas controvertidas, por ejemplo. En última instancia, creo que tanto las instituciones “verdes” y los gestores de activos sostenibles, con su tono ligeramente de un verde más cálido, y cada uno con sus propios métodos y prioridades, contribuyen de manera significativa tanto a los objetivos financieros de sus clientes como a la cosntrucción de un mundo más agradable para vivir.