Con este título parece que vamos a hablar de la última entrega de la trilogía Matrix, dónde las máquinas dominaban la Tierra. El tema no es tan aterrador, pero cuanto menos apasionante. Y es que según algunos expertos, estamos a las puertas de la “Tercera Revolución Industrial”.
La innovación tecnológica y la disminución de la mano de obra en Europa y Estados Unidos debido al envejecimiento de la población, han supuesto un gran impulso para el mundo de la robótica. Esto junto con otras nuevas tecnologías como la impresión en 3D, la inteligencia artificial y la nanotecnología, ha hecho que la producción de productos más baratos, hechos a medida para las masas, sea ya una realidad.
Y es que la robótica tiene una importancia vital, no solo en la las cadenas de producción sino también en las fases anteriores de la cadena de valor, pues “combinada con las herramientas de impresión en 3 dimensiones y la computación en la nube crean algo muy parecido a la inteligencia artificial”, asegura Henk Grootveld, senior VP de Inversión Temática en Robeco.
Anteriormente los robots tenían funciones concretas, y cualquier cambio en el diseño llevaba a un reajuste de las herramientas robóticas de una cadena de producción. En la actualidad, los cambios de diseño se alimentan a través de nuevo software que el robot se descarga de la nube, implementando rápidamente nuevas tareas. Esto permite que los robots estén más estandarizados, y que puedan ir adecuándose a las tareas según se vaya necesitando.
Este concepto se está empezando a trasladar a la vida cotidiana. En EE.UU. se ha lanzado Baxter, un robot de bajo coste (cuesta 2.500 dólares) diseñado por un start-up (Rethink Robotics), que según Grootveld “puede dedicarse a trabajos en una cadena de producción o bien a ayudarte con tareas domésticas, como lavar la ropa o cortar el césped según el software que use”.
El robot tiene «sentido común «- basado en el comportamiento humano – y puede adaptarse a su tarea y su entorno. No requiere una compleja programación o integración muy costosa. Esta es la razón por la que los robots son cada vez más y más baratos.
Desde un punto de vista meramente económico, Grootveld resalta que la generalización del uso de los robots va a suponer una revolución similar a la de internet. Por un lado, se destruirán muchos puestos de trabajo dedicados a la manufactura en las fábricas, pero se verá compensado por los puestos creados para el mantenimiento de los robots, su diseño, la creación de software para robots, etc, generando un efecto neto positivo para la economía.
Para el inversionista, esta tendencia es muy interesante en especial en EE.UU. ya que se combinan un coste energético bajo –gracias a la proliferación del gas de esquisto- y la tendencia a la internalización de la producción –EE.UU. está localizando muchos procesos productivos que se estaban realizando en Asia ante el incremento del coste de la mano de obra en países como China-.
Parece que no está lejos el momento en el que sea tan fácil como descargar la aplicación en nuestro iPhone, y darle nuevas instrucciones a nuestro robot. ¿Se lo imaginan?