Después de tenerlos durante años olvidados, los tipos de interés han recobrado el protagonismo en la actualidad económica. Los principales bancos centrales del mundo han hecho sus movimientos y han optado por subirlos para combatir la alta inflación que estamos experimentando.
El BCE y la Fed no han dudado en darle a la inflación el estatus de principal amenaza, incluso por delante del crecimiento económico. Como consecuencia, han protagonizado subidas de tipos históricas: ambas se han despedido del verano con subidas del 0,75%. “Los bancos centrales van a seguir subiendo tipos, aunque la economía se caiga. La inflación es el peor impuesto que hay”, señala Miguel Jiménez, gestor de fondos mixtos de Renta 4 Gestora.
Esto anuncia el fin de una era, la de los tipos de interés ultrabajos e incluso negativos, en definitiva, el fin de la era del dinero barato. Un paradigma en el que los activos más conservadores pueden volver a ver la luz, experimentando mejores rentabilidades.
Tal y como dice Jiménez: “Lo que mueve los mercados son los tipos de interés”. Sin embargo, a pesar de que deja claro que los tipos seguirán subiendo, opina que a medio y largo plazo no permanecerán en niveles elevados. “A corto plazo los tipos subirán. Otro asunto es qué tipos aguantará la economía en el próximo ciclo, y no creemos que sean niveles muy altos. No podremos tener tipos en torno al 3% o 4% en el próximo ciclo”, apunta.
Esta imposibilidad de mantener tipos se explica en parte por la elevada deuda que tienen los países de la eurozona, lo que “capa el potencial de crecimiento de la economía europea y los tipos de interés”, matiza Jiménez.
Un buen contexto para la renta fija
Esta situación, según defiende, deja un entorno de buenas oportunidades en la renta fija. “Creemos que por primera vez en mucho tiempo hay una alternativa muy clara para invertir para los perfiles conservadores”, apunta Jiménez. Es cierto que la renta fija está experimentando caídas, pero Jiménez señala que el mercado ofrece rentabilidades atractivas. “Contrariamente a lo que está pasando y el miedo de los conservadores, decimos que es un gran momento para los conservadores para invertir en renta fija, lo que no ha ocurrido en el pasado”, insiste.
“Los tipos a corto plazo van a subir, pero no significa que los próximos 5 y 7 años vayan a estar altos y es una oportunidad para comprar renta fija y asegurarnos una rentabilidad del 4 o 5%”, anima. Según el experto de Renta 4 Gestora, cuando inviertes a medio plazo, interesan los tipos de interés a medio plazo. “Los tipos tienen que subir, pero siempre hay suelos y techos y el año que viene iremos al techo, no la nueva normalidad o la media. Debemos tener en mente a medio plazo cuál es ese corredor, con mínimos de 0 y máximos de 2,6% o 3%”, espera Jiménez.
Por su parte, Alfonso García, director Santander Private Banking Gestión, ha reconocido, en una jornada organizada por el Instituto de Estudios Financieros (IEF) y Barcelona Centre Financer Europeu (BCFE), que en 2023 habrá un mercado mucho más estable para los inversores. De hecho, ha señalado que «los inversores conservadores y moderados tienen motivos para ser optimistas”. Lo que sí ha querido detallar es que a largo plazo todavía hay que ver los movimientos que hará el mercado para saber el nivel de oportunidades que se generarán.
“Los dos últimos años han sido muy duros para los inversores porque han vivido en un mercado muy volátil. Por fortuna, no ha habido un mal funcionamiento en los mercados de capital, pese a que está claro que hay mucha tensión”, añade Sofía Rodríguez, subdirectora General Banc Sabadell.
Luis Torras, director de EDM, ha comentado que una parte de la caída ha sido por una sana corrección de los excesos en materia de política monetaria. Hechos estos ajustes, “ahora los mercados están dominados por la psicología -el miedo es una emoción contagiosa- y por la “macro”, con la mayoría de los agentes invirtiendo para tratar de anticipar lo que pueda pasar con la inflación, los tipos de interés y el ciclo económico a corto plazo”.
Un aspecto clave, según han destacado los expertos, está en la recuperación de la renta fija. Se ha hecho un gran ajuste y está recuperando niveles de entrada mucho más atractivos de los que teníamos años atrás, han reconocido. Actualmente, las carteras se están decantando por el dólar, por su fortaleza, mientras que el euro continúa siendo demasiado volátil.