Los mercados descontaban desde hace tiempo la decisión adoptada hoy por la Reserva Federal estadounidense de subir los tipos de interés por primera vez en nueve años. Lo harán en un cuarto de punto porcentual hasta un nivel comprendido entre el 0,25% y el 0,5%. Y es que, en un mínimo resquicio de duda antes de conocer la decisión, varios estrategas coincidían en señalar que hubiera sido ‘catastrófico’ decepcionar esta vez al mercado como ya pasó en la reunión de septiembre.
“Es el fin de una era extraordinaria”, declaró Yellen en la rueda de prensa posterior. Lo cierto es que una vez despejada la incógnita más esencial, la cuestión gira ahora en torno al ritmo de subidas. En este sentido, los representantes de la Fed dejaron claro que ajustarán su estrategia a medida que vayan viendo cómo evoluciona la economía. Es decir, las próximas subidas serán, con toda probabilidad, muy graduales.
En su comunicado, la Reserva Federal también quiso destacar que estará especialmente atenta a los datos de inflación durante el próximo año, de manera que se dirija hacia el objetivo del 2%.
La decisión unánime de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto ha calmado de momento a los mercados y a estas horas tanto la renta variable como los bonos del Tesoro registran avances. “La reacción del mercado ha sido suave, no vemos ninguna sangría”, declaraba un analista a The Wall Street Journal.