De acuerdo con Stefan Kreuzkamp, CIO de DWS, la Reserva Federal (Fed) no modificará los tipos de interés el miércoles. Sin embargo, el especialista considera que podría estar preparando el terreno para un recorte de tipos en un futuro próximo. Esto estaría menos relacionado con el clima económico actual, y mucho más con la presión externa e interna que está afectando a la Reserva Federal.
Según Kreuzkamp, si observamos el doble mandato de la Reserva Federal – pleno empleo y estabilidad de precios-, actualmente no hay necesidad para actuar en relación con el primer mandato. La tasa de desempleo se encuentra actualmente en un mínimo histórico del 3,6%. De hecho, las empresas siguen teniendo problemas para cubrir los puestos de trabajo. Recientemente se han creado nuevos puestos de trabajo temporales, que a menudo son un indicador de referencia. Los índices de gerentes de compras (PMI) ha caído ligeramente, pero incluso en este caso el componente de empleo ha seguido siendo expansivo.
En términos de estabilidad de precios, Kreuzkamp señala que existe una discrepancia entre las cifras actuales y las expectativas. «Este año, la tasa de inflación de EE.UU. parece ser un poco más débil, sin embargo, la inflación subyacente ha oscilado entre el 1,7 y el 2,3 % desde hace tres años. Dicho esto, en los últimos dos meses las expectativas de inflación han caído casi medio punto porcentual. Tienden a seguir de cerca los precios del petróleo, que cayeron alrededor del 20% en el mismo período. El comportamiento del precio del crudo se vuelve realmente significativo para la Reserva Federal, sólo cuando impacta en los precios secundarios. Otro efecto secundario más relevante es cómo están reaccionando el mercado de bonos. En las últimas semanas han enviado señales claras, especialmente en el mercado de futuros sobre fondos de la Reserva Federal. Este está descontando entre dos y tres recortes de tipos de interés para finales de año», menciona.
Kreuzkamp añade que precisamente de ahí podría venir el mayor potencial de presión sobre la FED. «En las últimas semanas ha hecho poco para contrarrestar estas expectativas del mercado. De hecho, han hecho todo lo contrario con los comentarios de algunos de sus miembros que han añadido más combustible a estas expectativas. Por lo tanto, el potencial de decepción es alto si la Reserva Federal no indica el alcance de un recorte en la próxima reunión o en la siguiente. Es probable que esto tenga un impacto a corto plazo en los mercados de renta variable y de renta fija. A su vez, estos canales llevarían a condiciones de financiación más difíciles para las empresas, lo que también es un indicador importante para la Reserva Federal».
En su opinión, el resultado es que la Reserva Federal está pasando de ser un motor del mercado a estar impulsada por el mercado. «Esto se ve exacerbado por las críticas del presidente de los EE.UU. a la Reserva Federal. Ya sea porque los guardianes monetarios sucumban a la insistencia de Trump en cuanto a tipos de interés más bajos o no, habrá sospechas de que sus acciones han sido motivadas políticamente. Durante sus dos días de reunión, la Reserva Federal deliberará sobre consideraciones políticas y técnicas de mercado mucho más que sobre los factores económicos. Creemos que reconocerán la presión al menos revisando su postura de «ser paciente» como en el pasado, para anunciar, «reaccionar adecuadamente». Después de los sorprendentes comentarios moderados de Mario Draghi en Sintra el martes por la mañana, esto es probablemente lo menos que el mercado espera ahora de la Reserva Federal», concluye.