El año 2015 ha sido difícil para los inversores dada la rentabilidad débil o mediocre de diversas clases de activos. No ha sido fácil conseguir ganancias, si bien la renta variable mundial aún sube en torno a un 3% en lo que va de año.
Jeff Hochman, director de Análisis Técnico y miembro del Grupo de Asignación de Activos de Fidelity, estima que la bolsa estadounidense muestra ahora un delicado equilibrio entre alcistas y bajistas dentro de uno de los rangos de negociación más estrechos observados en más de 20 años.
Para Hochman, las presiones deflacionistas siguen siendo intensas, dada la caída de los precios de las materias primas y, sobre todo, el impacto del crudo barato. La expectativa de que la Reserva Federal sea el primer gran banco central en subir los tipos de interés tras la crisis financiera —la primera subida en los últimos nueve años— ha contribuido a la escalada del dólar. Una vez más, EE. UU. está importando deflación de Asia, y esta tendencia podría acentuarse tras la reciente devaluación del renminbi por el gobierno chino.
“Dados estos vientos deflacionistas y el endurecimiento de las condiciones financieras en previsión de la subida de tipos de la Fed, no es extraño que el momentum del mercado de renta variable mundial se haya desacelerado. Es inquietante que las condiciones de la renta variable mundial se parezcan a las observadas justo antes y durante la corrección de 2011. La amplitud del mercado se ha deteriorado y ahora está por debajo de su media móvil de 26 semanas. Esta situación no siempre conduce a una caída, y aún no se ha confirmado la formación de un techo, pero el descenso de la amplitud a menudo es sinónimo de un mercado bajista”, explica el experto de Fidelity en su análisis técnico.
El posible repunte dependería, dice, de la mejora de la amplitud. “Actualmente, existe un nivel de soporte clave en torno al mínimo de octubre de 2014 (alrededor de un 9% por debajo del nivel actual). Los MACD (indicadores de convergencia/divergencia de medias móviles utilizados para revelar variaciones en la fortaleza del mercado, el momentum y la dirección) han convergido y se mueven lateralmente, pero el dato de la renta variable aún no está por debajo del de los bonos, lo que significa que aún no se ha puesto de manifiesto una señal de venta clara”, explica.
El «put» de la expansión cuantitativa
En retrospectiva, a Hochman le parece razonable concluir que la expansión cuantitativa (QE) de los principales bancos centrales, sobre todo de la Fed, ha sido y sigue siendo un motor importante para la renta variable mundial. El gráfico abajo muestra su efecto, con una nivelación general del S&P 500 desde que se inició la retirada del estímulo el año pasado, y una subida sostenida de la renta variable japonesa desde la decisión de 2013 del Banco de Japón de comprometerse con la compra de activos a gran escala.
Europa es un caso un poco más ambiguo, dado que la subida de los valores europeos desde mediados de 2012 siguió a un fuerte descenso del valor del balance del BCE. Sin embargo, las ganancias del Euro Stoxx podrían haberse debido en parte a las repercusiones de las políticas monetarias expansivas de EE.UU. y el Reino Unido y, desde que el BCE se embarcó en un programa de QE a principios de este año, la renta variable europea ha subido con fuerza.