De acuerdo con Carlos Capistrán , economista en jefe para México y Canadá en Bank of America Merrill Lynch, México sigue siendo muy atractivo para los inversores internacionales, pero exisite la posibilidad de que se acerque una tormenta perfecta. “Hay una demanda impresionante de los inversores internacionales por México», comentó en desayuno con prensa, pero advirtió de temas importantes para México como la reforma fiscal en Estados Unidos, la política monetaria de la Fed, el futuro del Tratado de Libre Comercio y las elecciones presidenciales del próximo verano.
Para Capistrán, la reforma fiscal traerá consigo una disminución importante en impuestos corporativos estadounidenses, lo que elevará los pronósticos de crecimiento para EE.UU. “Un primer efecto para México es positivo, ya que a mayor crecimiento hay mayor demanda de productos en México y mejor empleo para los que mandan remesas, así como también hay mayor dinero para turismo,”.
Sin embargo, la medida también fortalece al dólar por repatriación y potencializa alzas en las tasas por mayor inflación, lo que afecta al atractivo de los países emergentes. “Estamos esperando que la Fed suba tres o cuatro veces ,” comenta el directivo, señalando que México es un deudor neto, y si suben las tasas hay que pagar más, y por otro lado, hace más atractivas las inversiones en EE.UU. lo que refuerza un peso débil . “También hay más incentivos para que la empresas inviertan en EE.UU. más que en México… La reforma trae un peso depreciado y mayores tasas, en neto el efecto es positivo pero es complicado», comenta.
Sobre las negociaciones sobre el tratado de libre comercio, Capistrán no espera grandes cambios en la sexta ronda a realizarse en Montreal el 23 enero, considerando que el 30 de marzo es la fecha límite preestablecida, el directivo señala como su escenario base una prorroga de las negociaciones para después de las elecciones.
La salida de los EE.UU. del tratado es un escenario al que asignan un 25% de probabilidad. “ El comercio con México es de aproximadamente el 5% del PIB [estadounidense] por lo que no impacta mucho su economía en general, sin embargo, sectores que si se ven afectados como el agrícola o automotriz están haciendo lobbying. Si se llegara a salir había una afectación importante en el peso. El comercio está bien pero la inversión si sería menor” señala añadiendo: “Nosotros creemos que este es un proceso largo que va a seguir teniendo un impacto negativo en la inversión privada por la incertidumbre”.
Este año espera que México crezca un 1,6% debido a una menor inversión privada y pública
, así como el hecho de que el consumo está desacelerándose debido a alta inflación y mayores tasas.
Sus expectativas de inflación la tienen en 4% casi todo el año y por debajo al cierre, mientras que el tipo de cambio se espera volátil con 20 pesos por dólar al cierre de año pero alcanzando niveles de 21 o superiores en la primera mitad. Sobre política monetaria, espera un año de “dos mitades” con un alza en la primera parte “e inclusive un recorte después de las elecciones cuando baje la incertidumbre”, las cuales considera serán muy competidas. “
Desde el punto de vista de los inversionistas Meade tiene una ventaja. Los inversores internacionales conocen a Meade y los números dicen que fue un muy buen secretario de Hacienda”, concluye.