En su búsqueda de rentabilidades atractivas, los inversores utilizan cada vez más la inversión por factores para incorporar consideraciones ESG, según las conclusiones que arroja el sexto estudio internacional y anual sobre el factor investing realizado por Invesco. Además, muestra que esta forma de invertir ha mantenido una evolución constante, con una aceleración del dinamismo y un aumento de la demanda de ETFs de inversión por factores.
En los últimos años se ha prestado cada vez más atención a la inversión sostenible y el estudio* pone de relieve el rápido aumento del interés por incorporar consideraciones ESG en una metodología de factores. En 2021, el 78% de los encuestados, todos ellos inversores por factores, afirmaban que habían incorporado las consideraciones ESG a sus carteras. Según explica el estudio, hasta entonces la demanda de partes interesadas y beneficiarios había representado el principal catalizador de la implementación de consideraciones ESG.
La inversión por factores se considera más compatible con las consideraciones ESG si se compara con un enfoque ponderado por mercado, pero menos que un enfoque activo fundamental. A pesar de esto, un mayor número de encuestados afirmó que las consideraciones ESG les empujaban a un enfoque por factores, debido en parte a la capacidad de replicar una metodología cuantitativa en diferentes partes de una cartera. Una minoría de los encuestados del estudio entendía que las consideraciones ESG son un factor de inversión, que replica las características de factores como el valor y la calidad, aunque la opinión más generalizada es que las consideraciones ESG son totalmente independientes de los factores de inversión (41%).
Muchos inversores concluyeron que las consideraciones ESG han dado lugar a un sesgo hacia los factores en sus carteras, lo que se ha traducido por ejemplo en una ponderación mayor de lo previsto de las acciones de calidad en detrimento de sus homólogas de valor. Aproximadamente, dos quintas partes de los encuestados han analizado si las consideraciones ESG habían dado lugar a un sesgo hacia los factores en sus carteras y casi dos tercios llegaron a la conclusión de que así era. Según sostiene el informe, es posible que los inversores que no han realizado este análisis desconozcan cómo afecta la incorporación de consideraciones ESG a su exposición a factores y, en última instancia, al perfil de rentabilidad de su cartera.
“Los factores pueden ayudar a descomponer el impacto de las consideraciones ESG sobre una cartera. Debemos analizar tanto los riesgos de no incluir consideraciones ESG como los riesgos de incluirlas. En ambos casos, los factores pueden ayudar”, apunta Georg Elsaesser, gestor de Cartera Jefe, Estrategias Cuantitativas de Invesco.
Un posterior análisis demostró que existe una demanda no satisfecha de ETFs que combinen consideraciones ESG y factores. En este sentido, el 46% de los encuestados señaló una mayor disposición a invertir en un ETFs de inversión por factores si incorpora consideraciones ESG. Por lo general, entendían que no existe una oferta suficiente de productos ETFs que combinen las consideraciones ESG con la inversión por factores y el 49% reconoció que en ocasiones tiene dificultades para encontrar el ETFs de inversión por factores adecuado para sus necesidades.
De hecho, el documento revela un impulso continuado de los ETFs de factores en tanto que herramienta importante para implementar estrategias de factores tanto entre los inversores mayoristas como entre los institucionales. Según las conclusiones, los ETFs pueden actuar como piedra angular de una estrategia, como herramienta táctica o complementaria de una cartera, lo que explica el motivo por el que el uso de ETF de factores se está acelerando de forma especialmente rápida. En este sentido, el 46% de los encuestados tienen previsto aumentar el uso de ETF en los tres próximos años.
Los factores en la cartera
Otra de las conclusiones clave que arroja el informe es que los bajos niveles de TIR disparan la demanda de inversión por factores en renta fija. De hecho, un 45% afirmó que el entorno de bajos niveles de TIR (Tasa Interna de Rendimiento) hace que el uso de factores en carteras de renta fija resulte más atractivo, al ofrecer una oportunidad de fuentes de rentabilidad y diversificación adicionales. Un número considerablemente más elevado de inversores ya utiliza factores en renta fija (55%) en comparación con el estudio del pasado año (40%). Para la mayoría (52%), la inversión por factores en renta fija incluye tanto el uso de factores de inversión (como valor/calidad) como de factores macro (como duración/inflación), mientras que el 23% solo emplea factores de inversión y el 25% considera los factores exclusivamente desde una perspectiva macroeconómica.
Las conclusiones del estudio pusieron de manifiesto que los inversores por factores incorporan múltiples factores de inversión a sus carteras, siendo el valor y la calidad los preferidos. Por lo que respecta a la perspectiva macroeconómica de los factores, la duración, la liquidez, la inflación y el riesgo de crédito fueron los más nombrados. Por lo general, la duración se consideraba el catalizador más importante de la rentabilidad total de la renta fija, mientras que la liquidez ha ganado protagonismo durante la pandemia. El entorno económico actual ha dotado de un mayor atractivo a la inversión por factores, puesto que ofrece la oportunidad de descubrir potencial de rentabilidad y diversificación adicional.
Un entorno de recuperación tras la pandemia
Según el estudio de Invesco, las asignaciones a factores continúan aumentando. El 43% de los encuestados incrementaron las asignaciones durante el pasado año y el 35% tiene previsto aumentarla durante el próximo, siendo la capacidad de controlar mejor las fuentes de riesgo y el potencial de aumentar la rentabilidad los principales catalizadores de esta tendencia.
El factor valor generó una rentabilidad claramente superior en los últimos meses de 2020 que se mantuvo en el primer trimestre de 2021. El aumento de las asignaciones a valor fue otra sólida tendencia y el 42% de los inversores había incrementado su asignación a este factor en los últimos 12 meses, mientras que el 48% indicó su intención de hacerlo en previsión de una recuperación tras la pandemia del COVID-19.
“El periodo post pandemia puso en duda algunas de las hipótesis sobre las ventajas de la inversión por factores. Sin embargo, la mayoría de los inversores señalan que adoptar un enfoque de factores ha sido un acierto y se ha observado una fuerte adopción de las estrategias de inversión por factores. La creciente asignación refleja una mayor adopción, dado que los inversores consideran los factores en el contexto del conjunto de la cartera y en clases de activos que van más allá de las acciones”, añade Georg Elsaesser.
Inversión multifactor dinámica
Durante los seis últimos años, este estudio ha revelado un rápido avance de la sofisticación de este tipo de inversión, en particular mediante el uso de estrategias multifactor, en tanto que los inversores buscan exposición a un abanico de factores más amplio. La rápida adopción de un enfoque multifactorial también ha dotado de un mayor dinamismo a la inversión por factores.
Solo el 22% de los inversores por factores tratan de mantener las exposiciones a factores totalmente fijas, mientras que un 48% utiliza un enfoque que permite variar las exposiciones a largo plazo y un tercio modifica regularmente sus exposiciones. Lo más relevante, es que el documento prevé una aceleración del enfoque dinámico: el 29% de los inversores afirman que su enfoque se ha vuelto más dinámico en los dos últimos años, mientras que el 41% prevé que esto sucederá en los dos próximos.
El estudio concluyó que, a pesar de la sofisticada implementación de análisis entre un segmento de los usuarios de factores, muchos todavía están en busca de mejores herramientas. “En particular, en lo que respecta a la vigilancia de las exposiciones y la atribución de la rentabilidad. Los inversores desean una mayor visibilidad de las exposiciones a factores y emplear esta información para predecir mejor los cambios en la cartera en diferentes escenarios”, concluye el estudio.
*El estudio se basa en entrevistas a 241 inversores por factores, responsables de gestionar activos por un valor que supera los 31 billones de dólares.