Después de la publicación del dato del crecimiento del producto interior bruto del primer trimestre del año en Brasil, con una devastadora caída del 5,4% medido año a año, Craig Botham, economista jefe de mercados emergentes en Schroders, analiza la situación económica de la mayor economía de América Latina. La situación es tan crítica que esta última cifra representa una mejora frente a las cifras esperadas y con respecto al desempeño del pasado trimestre. “Aun así, un -5,4% no es apenas un motivo de celebración y 2016 no será un año excepcional para la economía”, comenta Botham.
Un desglose de los datos revela que la mejora fue provocada por un mayor gasto del gobierno, exportaciones netas e inversión. El gasto del gobierno es poco probable que siga siendo un factor de crecimiento en el futuro debido a los futuros planes de austeridad y este aumento refleja, al menos de forma parcial, los intentos de la presidenta saliente, Dilma Rousseff, para reforzar su apoyo con ‘generosidad’ hacia sus bases políticas. La contribución de las exportaciones netas, impulsada casi en su totalidad por un mejor rendimiento de las exportaciones, que puede ser atribuible a la debilidad de la divisa y a unos menores costes laborales. “Un mayor impulso de las exportaciones debería persistir durante la mayor parte del tercer trimestre, después del cual el impacto de la divisa se debilitará”, comenta el economista jefe.
Para Botham, el factor más interesante es el desempeño de la inversión. A pesar de que se sigue contrayendo, lo hizo de manera mucho menor que en cuarto trimestre. “Cuando tenemos en cuenta el repunte en la confianza empresarial que hemos podido ver en los datos de la encuesta, podríamos concluir que la formación de un nuevo gobierno ha regresado la confianza de inversión a la economía. Si esta lectura es correcta, la recuperación es rehén en alguna medida de los nuevos acontecimientos políticos. Desafortunadamente, el gobierno del presidente Temer se ha tropezado ya con algún escollo, aumentando el riesgo de que se revierta esta recuperación tentativa”.
Por ahora, Botham cree que hay suficiente incentivo político para que se consiga el paso de ciertas reformas, y que por lo tanto la recuperación se extienda, pero piensa que muy probablemente se estanque en bajos niveles el próximo año. Sin embargo, reconoce que, si las luchas dentro del gobierno de Temer se vuelven más graves, tendrán que revaluar su opinión.