Aunque la decisión de Fitch Ratings de bajar la calificación crediticia de EE.UU. es simbólicamente significativa, y también tiene implicaciones prácticas para los mercados, no se espera que provoque grandes ventas de bonos del Tesoro estadounidense ni un cambio a corto plazo en el comportamiento de los inversores, dice un informe de PIMCO.
“No creemos que la rebaja de la calificación refleje nueva información sustancial sobre la solidez del Gobierno estadounidense. Los bonos del Tesoro de EE.UU. siguen considerándose la clase de activos sin riesgo de referencia y actúan como punto de referencia en los mercados financieros de todo el mundo. Tampoco prevemos que la rebaja de la calificación afecte a la magnitud o la velocidad del ciclo de subidas de tipos de la Fed estadounidense en su lucha contra la inflación”, dicen los expertos de la gestora.
Por segunda vez en 12 años, una de las tres principales agencias de calificación crediticia ha despojado al gobierno de Estados Unidos -el mayor emisor de deuda soberana del mundo- de su calificación crediticia de triple A de máxima categoría.
PIMCO aclara que en la actualidad, mantiene una posición neutral en cuanto a la duración de la deuda estadounidense -una medida del riesgo de tipos de interés- y seguirá ajustando la posición en cuanto a la duración en función de nuestra horquilla de valor razonable.
Impacto económico y político
A pesar de las previsiones generalizadas de un debilitamiento de la economía estadounidense este año, el momento de la rebaja es notable, ya que los datos recientes han suscitado dudas sobre la probabilidad de una recesión en Estados Unidos.
Los últimos datos, incluido el informe del PIB del segundo trimestre, más fuerte de lo esperado, sugieren que la economía estadounidense está demostrando ser más resistente de lo previsto a medida que suben los tipos de interés oficiales de la Fed y se moderan las presiones inflacionistas.
“Seguimos pensando que la economía estadounidense se ralentizará en el segundo semestre de 2023 debido al estancamiento de los préstamos bancarios, los efectos retardados de la política monetaria y los vientos fiscales en contra. Sin embargo, dado que el impulso del crecimiento inicial parece ahora más fuerte y que los vientos en contra del sector bancario podrían ser más moderados, la probabilidad de una recesión a corto plazo también parece menor”, agregan los expertos de PIMCO.
Incluso antes de la rebaja de la calificación, se esperaba un apetito limitado por cualquier gasto fiscal adicional, independientemente de las condiciones económicas. “En términos más generales, creemos que, en los próximos cinco años, dado el actual nivel de deuda soberana en relación con el PIB, la capacidad fiscal será más limitada que en el pasado -ya sea por la política o por los mercados financieros- y restringirá la capacidad de la política fiscal para suavizar futuras recesiones económicas”, resúmen.
A largo plazo, esto podría traducirse en un dólar más débil, mayores rendimientos de los bonos y curvas de rendimiento más pronunciadas. La crisis de la inversión basada en pasivos (LDI) del Reino Unido del año pasado fue un recordatorio similar de que las preocupaciones sobre la estabilidad fiscal pueden surgir rápidamente, y el Reino Unido podría ser un canario en la mina de carbón en cuestiones fiscales a largo plazo, asegura PIMCO.
Para ayudar a financiar el creciente endeudamiento de Estados Unidos, el Tesoro estadounidense anunció que aumentará el importe de sus ventas trimestrales de bonos por primera vez en más de dos años. Esto podría convertirse en otra fuente de preocupación para los inversores y podría presionar al alza los rendimientos de los bonos.
Por ahora, la volatilidad puede beneficiar a los inversores que se mantienen flexibles y son capaces de aprovechar las oportunidades cuando las valoraciones del mercado se disparan.
Aunque las opiniones y clasificaciones de las agencias de calificación son importantes, “en PIMCO realizamos continuamente nuestra propia investigación crediticia. Estamos construyendo carteras que reconocen que los datos económicos de EE.UU. han mejorado, pero que se centran en poseer activos resistentes dados los riesgos actuales y la incertidumbre macroeconómica”, concluyeron los expertos.
Para leer el informe completo puede acceder al siguiente link.