Los productos de renta fija basados en diferenciales han exhibido un gran comportamiento este año, posible en gran medida gracias al carácter muy gradual de la normalización de la política monetaria y del mantenimiento de políticas acomodaticias en el corto plazo.
“El contexto les ha sido propicio hasta ahora. La recuperación económica mundial prosigue a un ritmo que no es demasiado vivo ni demasiado lento, y con baja inflación. Este entorno ideal queda realzado por la disminución de la operativa orientada a sacar partido de una reactivación económica apoyada en políticas expansivas, unido a la pérdida de toda esperanza de que este año se relaje la política fiscal en Estados Unidos y por las menores expectativas de inflación”, explica el equipo de NN Investment Partners en su análisis de los mercados.
Son precisamente estas menores expectativas de inflación las que han influido en la caída de los precios de las materias primas en este año, sobre todo del petróleo. Además, recuerdan, los indicadores de ‘sorpresas’ en los datos macroeconómicos globales también comenzaron a estabilizarse a partir de marzo.
Operativa de carry trade
Por eso, NN IP cree que no es sorprendente que también haya continuado la búsqueda de rendimiento y de beneficios con el carry trade, en un momento en el que hay expectativas de que las políticas monetarias seguirán siendo acomodaticias a corto plazo.
“La gradual normalización de la política monetaria ha sido tan fuerte que ni la caída de los precios de las materias primas y del petróleo ni la nivelación de las ‘sorpresas’ macroeconómicas han evitado que los diferenciales sigan estrechándose”, advierten los gestores de la firma.
Y es que en el pasado, los diferenciales de la deuda de mercados emergentes denominada en monedas fuertes y de los valores de deuda high yield sí tendieron a ampliarse con estos dos factores. Sin embargo, ahora está sucediendo lo contrario. Esto, para NN IP, pone de manifiesto la alta dependencia de la percepción de las políticas monetarias y subraya la vulnerabilidad de los productos basados en diferenciales a estas percepciones, sobre todo ahora, cuando los niveles de valoración de estos productos en general no son atractivos.
Esto sucede además en un momento del año de fragilidad, en el que la escasez estival de liquidez en el mercado puede causar oscilaciones de precios relativamente amplias, tanto al alza como a la baja, con volúmenes reducidos.
“Desde una perspectiva de más largo plazo, la reversión de los flujos de inversión también es un riesgo clave para los productos basados en diferenciales, especialmente durante los meses de verano. Los valores de deuda empresarial se han contado entre los principales beneficiarios de los flujos de inversión este año. Una de las tendencias dominantes desde la crisis financiera ha sido la combinación de salidas considerables de fondos de activos del mercado monetario con flujos muy limitados hacia renta variable y una afluencia muy intensa hacia renta fija, en una especie de prolongación de la búsqueda de rendimiento”, concluye NN IP.