El resultado electoral pilló con el pie cambiado a numerosos analistas financieros. La opinión generalizada y de consenso antes de la votación era que una victoria de Donald Trump provocaría una corrección en los activos de riesgo, una huida hacia activos seguros que reduciría los rendimientos de los valores de deuda y una fuerte alza del yen japonés. De hecho, así sucedió inicialmente. Pero, para cuando abrieron las bolsas de EE.UU. el 9 de noviembre, esos movimientos ya se habían corregido. En las semanas transcurridas desde esa fecha hemos asistido a una carrera alcista de los activos de riesgo y a un considerable incremento en el rendimiento de los valores del Tesoro.
En su análisis post-electoral, la gestora NN Investment Partners cree que es evidente que los mercados están apostando por un cóctel de políticas de efectos más reflacionarios. En este sentido, considera que la disposición a asumir riesgo determinará las perspectivas a muy corto plazo de los mercados.
A su juicio, la reacción inicial del mercado indica que la tolerancia al riesgo permanece intacta e incluso ha mejorado algo en los mercados desarrollados. “En la semana posterior a las elecciones en EE.UU., los activos de riesgo emprendieron una carrera alcista y los rendimientos de los valores del Tesoro, considerados seguros, se elevaron notablemente. El impulso procede de la apuesta de los mercados por un mix de políticas más reflacionarias”, afirma el análisis. Con EE.UU. próximo al pleno empleo, tal combinación de políticas podría traducirse en una mayor senda de inflación, lo que sería un cambio positivo en este escenario.
Apostando por un Trump pragmático
En su escenario de referencia, la gestora considera que estas tendencias de mercado se mantendrán por ahora, aunque con riesgos mayores de lo habitual y presentando un sesgo hacia un deterioro de la situación.
“Los mercados parecen apostar por un Trump pragmático, que se volcará en una agenda de crecimiento económico y apenas adoptará medidas en materia de comercio e inmigración. Cualquier comentario o rumor en sentido contrario podría provocar una corrección motivada por el intento de reducir riesgos”, explican.
En este escenario, creen que la base de la confianza del sector privado en EE.UU. y en el resto de países desarrollados no resultará muy afectada en los próximos meses, con el riesgo obvio de que no fuera así.
Los mercados emergentes parecen los más vulnerables
La probabilidad de deterioro de la situación es incluso mayor en países de mercados emergentes, que están más expuestos a un retroceso en la libertad de los intercambios comerciales y de los flujos de capital y son más vulnerables a una perturbación de esta clase, habida cuenta de los numerosos desequilibrios que persisten en las regiones emergentes.
“Aunque el proteccionismo siguiera siendo limitado, aún cabe el riesgo de que unas perspectivas más reflacionarias para los países desarrollados y el consiguiente aumento en el rendimiento de sus valores de deuda pública, percibidos como seguros, reducirá la afluencia de capital hacia regiones emergentes”, aseguran.
Según NN IP, ya hemos presenciado una depreciación de las divisas emergentes, así como un alza de las primas de riesgo asociadas a ellos que, de persistir, podrían deteriorar los balances del sector privado de la región, tanto de empresas financieras como no financieras. Mientras tanto, dado el estado de las expectativas de inflación, los bancos centrales de mercados emergentes verán limitada su capacidad de recortar los tipos de interés.
Se impone la apuesta por un escenario de reflación
Los activos emergentes son vulnerables, ya que los inversores temen medidas proteccionistas que perjudicarían seriamente a las importaciones de EE.UU. procedentes de economías emergentes. Las economías más expuestas son las que exportan mucho a EE.UU.
Destaca claramente México, que envía el 82% de sus exportaciones a EE.UU. El sector exportador mexicano es una de las principales fuentes de generación de empleo del país, que necesita que el crecimiento de sus exportaciones se acompase con el de las importaciones para evitar una excesiva ampliación del desequilibrio con el exterior.
También China está expuesta a un eventual cambio en la política comercial de EE.UU. En torno al 18% de las exportaciones chinas se dirige a Estados Unidos. Al no ser especialmente brillantes las perspectivas de la demanda interna de China, el país necesita un buen comportamiento de las exportaciones para evitar una acusada desaceleración de su crecimiento económico.
De este modo, la gestora destaca que, al menos en esta primera semana, se ha impuesto una operativa que prevé políticas reflacionarias, como refleja la pronunciada alza en los rendimientos de los valores de deuda, el fortalecimiento de los mercados bursátiles y el mayor interés por los sectores cíclicos a costa de los defensivos sensibles a los tipos de interés exigidos a la deuda, que han dominado los mercados en los últimos años.
Excelentes datos fundamentales
NN IP señala, además, que la cautela preelectoral no estaba justificada por una mejora subyacente de los datos fundamentales de las empresas. La temporada de presentación de resultados fue mejor de lo esperado tanto en EE.UU. como en Europa. “En la primera, el 76% de las empresas batieron las previsiones de beneficios y las superaron, de media, en un 5,7%; en la segunda, esas mismas cifras fueron del 30% y 11%”, explican.
El sector de la energía también se comportó relativamente bien. En el caso de las empresas estadounidenses, el tercer trimestre fue el primero con crecimiento positivo de los beneficios desde el primer trimestre de 2015. A los buenos datos empresariales se sumaron también unos datos macroeconómicos mejores de lo esperado.
Atención dirigida a los cambios en las políticas
Una vez se esfumó la incertidumbre sobre el resultado electoral –y pese a estar siendo sustituida por otra clase de incertidumbres– los inversores comenzaron a fijarse en la posibilidad de cambios durante la presidencia de Trump. Según NN IP, el cambio más importante es, sin duda, la mayor atención prestada al gasto público a través de la inversión en infraestructuras. Al mismo tiempo cabe esperar menores niveles de tributación y regulación, lo que obviamente constituyen medidas favorables al sector empresarial.
Otro elemento importante es el viraje desde la política monetaria hacia la política fiscal, que está cobrando impulso y podría contribuir a estimular el crecimiento. También cabe que conlleve déficits presupuestarios más elevados, aunque podría asimismo incentivar a las economías de la zona euro a complementar su política monetaria expansiva con otra fiscal de corte igualmente expansivo, sobre todo teniendo en cuenta el recargado calendario electoral de los próximos 10 meses.
Reducción de posiciones en deuda pública, emergentes y sector inmobiliario
En su asignación de activos, NN IP ha introducido algunos cambios desde las elecciones. En vista de la fuerte reacción de los mercados (el rendimiento de la deuda pública alemana marca su nivel más alto desde enero), han reducido la infraponderación en deuda pública de una posición alta a otra media. Rebajamos la exposición a mercados emergentes pasando a una posición infraponderada en acciones, deuda y divisas de emergentes.
Además, redujimos la exposición al sector inmobiliario desde una pequeña sobreponderación a una posición neutral. Esta clase de activo resulta afectada por los rendimientos y por factores cíclicos, aunque cualquier fuerte movimiento de los rendimientos de los valores de deuda posiblemente prevalecería sobre losfactores más cíclicos (que, por cierto, siguen siendo favorables).