Los últimos datos macroeconómicos dan pie a pensar que las subidas de tipos se tomarán una pausa y que podrían condicionar las estrategias en renta fija. Primeramente, a raíz del último dato de IPC en Estados Unidos, que, aunque la tasa subyacente se mantuvo en el 5,5% -una cifra aún elevada-, algunas de las tendencias y detalles del informe son alentadores. De tal manera, que, a juicio de David Alexander Meier, Economista de Julius Baer, los datos ofrecen a la Fed “más argumentos para mantener los tipos, por el momento.
También sorprendió a la baja la inflación en China en el mes de abril, aunque la lectura es distinta. Aninda Mitra, director de Investment Strategy de BNY Mellon, admite con esta cifra en la mano, que “el impulso de la reapertura china está siendo bastante irregular y que los estímulos monetarios se hacen cada vez más necesarios”, ya que el consumo y la actividad del sector servicios van claramente en aumento, pero otras áreas de la economía están acumulando exceso de oferta. Por ello, el experto cree que el banco central chino (PBoC) “podría plantearse una posible rebaja de tipos u otras medidas de flexibilización monetaria”.
A partir de ahora, los estrategas de Wellington Management consideran que el régimen macroeconómico que afrontan los mercados se define por una serie de características nuevas que, en conjunto, modificarán nuestro punto de vista sobre la deuda. “Prevemos una inflación más alta e inestable, una mayor volatilidad de los tipos de interés, una política monetaria más restrictiva, un aumento de la dispersión, sobre todo en el sector de crédito, y más períodos de correlación positiva entre la renta fija y la renta variable”, afirma Paul Skinner, director de Inversiones de Wellington Management.
Skinner admite que “si bien las reglas de juego no han saltado por los aires”, en cierto modo el entorno actual “ha reformulado los criterios para invertir en renta fija con buenos resultados”. Ahora, para tener éxito en uno de los activos estrella de los últimos meses debido a las subidas de tipos será necesario tener en cuenta algunos factores. Entre ellos, Skinner cita optar por asignaciones más dinámicas y diversificadas; convertir la volatilidad en una posible ventaja, ya que dado el probable aumento de la volatilidad y la dispersión, “las estrategias activas obtendrán mejores resultados”, así como tener en cuenta diferentes perspectivas, debido a que con el nuevo entorno, el éxito de la inversión en renta fija dependerá de la capacidad del inversor para reconocer la información relevante. Finalmente, para Skinner, hay que “vigilar de cerca la liquidez”.
También en Amundi ven señales contradictorias en el plano económico, pero, en su caso, creen que “no es el momento de cambiar de rumbo” y que los inversores “deben mantener la cautela”. En su receta para la renta fija prescribe “de forma selectiva” la deuda de mercados emergentes en divisa local en países como México, “debido a un carry atractivo y a una estabilización de las expectativas de inflación”, y en Indonesia. En divisa fuerte, la firma se centra en high yield. “La deuda corporativa emergente también presenta valoraciones atractivas en comparación con el crédito de la UE y de Estados Unidos”, concluyen desde la firma.