El mercado laboral se mueve en la dirección correcta para la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), aunque sigue mostrando una gran resistencia. Según el último dato publicado el pasado viernes, la tasa de crecimiento del empleo se redujo con respecto a la cifra de julio y el desempleo aumentó, mostrando una economía sana y un mercado laboral robusto.
Desde PIMCO destacan que se produjeron aumentos de empleo generalizados tanto en las encuestas de establecimientos (315.000) como en las de hogares (442.000) en agosto, lo que respalda la idea de que la economía de EE.UU. está resistiendo bien a pesar del endurecimiento de las condiciones financieras realizado hasta la fecha. Sin embargo, también se produjo una mejora significativa de la oferta de mano de obra, un menor ritmo de contratación y un ritmo menos malo de crecimiento salarial.
Según apuntan desde Bloomberg, “el desempleo ha subido, lo que indica que algunos han vuelto a buscar trabajo, una señal positiva para la Reserva Federal, que está sopesando la esperada subida de los tipos de interés en septiembre”. No hay que olvidar que el presidente de la institución monetaria, Jerome Powell, hizo hincapié en la naturaleza «desequilibrada» del mercado laboral la semana pasada, al tiempo que reconoció que la combinación de tipos más altos, un crecimiento más lento y un panorama de empleo más suave traerá «algo de dolor» mientras el banco central intenta controlar los precios. “Aunque en algunos sectores se sigue prediciendo un aterrizaje forzoso (también conocido como recesión), los últimos datos sobre el empleo contienen señales favorables para el escenario goldilocks de la Fed de un aterrizaje suave, según Bloomberg Intelligence.
En opinión de Luke Bartholomew, economista senior de abrdn, la Fed acogerá con satisfacción tanto la ralentización del crecimiento del empleo como el repunte de la participación, ambos ajustes necesarios para restablecer la estabilidad de los precios. Sin embargo, advierte de que la economía sigue funcionando a un gran nivel, teniendo en cuenta el ritmo de crecimiento de la población activa y las limitaciones de la oferta.
“La Fed seguirá manteniendo su postura de endurecimiento, reiterando la opinión del presidente de la institución, Jerome Powell, en Jackson Hole de qué será necesario un período prolongado de política monetaria más estricta. Por lo tanto, los mercados no deberían tranquilizarse demasiado con la cifra de este mes”, comenta Bartholonew.
Según el análisis que hace Silvia Dall’Angelo, economista senior de Federated Hermes, aunque se trata de una ralentización en comparación con julio -cuando el mercado laboral añadió más de 500.000 puestos de trabajo-, el crecimiento del empleo se mantuvo muy por encima de la tendencia y tuvo una amplia base en el sector privado. “Es importante señalar que el informe sobre el empleo muestra algunos indicios de que la oferta de mano de obra se ajusta a la demanda. La población activa aumentó en casi 800.000 personas en agosto, lo que hizo subir la tasa de desempleo en dos décimas, hasta el 3,7%; es decir, la tasa de desempleo aumentó por una buena razón. Es cierto que el mercado de trabajo sigue siendo estrecho, las vacantes alcanzaron un nuevo récord en julio, y no es seguro que el último aumento de la tasa de participación se mantenga”, explica Dall’Angelo.
En este sentido, considera que los datos suponen un alivio tanto para la Fed como para los mercados, “pero no altera el panorama de la inflación, que sigue siendo preocupante”, matiza. Y añade: “en consecuencia, la Fed seguirá subiendo de forma agresiva a corto plazo, y los próximos datos sobre la inflación y las expectativas de inflación probablemente determinarán la magnitud exacta de la subida de septiembre (0,5% o 0,75%)”.
David Page, Head of Macro Research de AXA IM, cree que se necesitarán “más pruebas” para que la Fed cambie su política y opina que el dato “es coherente” con una subida de tipos de 50 puntos básicos por parte de la Fed en la reunión de este mes. “La Fed no seguirá subiendo, y desde luego no en pinzas de 75 puntos básicos, hasta que la inflación vuelva al 2%. Más bien, tendrá que calibrar cuándo el endurecimiento de las condiciones financieras es suficiente para permitir que la inflación vuelva al objetivo en un periodo de tiempo que considere aceptable. La clave para calibrar es la presión inflacionista generada internamente por el mercado laboral. El endurecimiento de las condiciones financieras generado por las subidas de la Fed hasta la fecha ha tenido un impacto visible en el crecimiento y ahora esperamos que la economía sufra una leve recesión. Y este debilitamiento de la actividad parece estar afectando ahora al mercado laboral”,explica Page.
En su opinión, a partir de ese momento, el ritmo del endurecimiento dependerá del ritmo de desaceleración del mercado laboral. “Esperamos una mayor desaceleración con un crecimiento de las nóminas que se reduzca a 100.000 para finales de año. Creemos que esta desaceleración permitirá a la Fed suavizar su endurecimiento en lo que queda de año y prevemos que el tipo de interés de los fondos de la Reserva Federal cierre el año en el 3,50%. Sin embargo, si el mercado laboral no se ralentiza -como ocurrió en los meses anteriores a la publicación de hoy-, es probable que la Fed tenga que hacer algo más”, añade el experto de AXA IM.
Para Tiffany Wilding, economista de América del Norte en PIMCO, y Allison Boxer, economista, en PIMCO, aunque los responsables de la Fed estarán muy satisfechos con las buenas noticias de este informe, en última instancia esto no va a influir en los representantes de la Fed que debatan una subida de 50 o 75 puntos básicos en la reunión del FOMC de septiembre.
“El mercado laboral estadounidense sigue siendo muy fuerte, a pesar de la pérdida de impulso que se observa. Aunque los funcionarios de la Reserva Federal acogerán con satisfacción la señal de que el endurecimiento no ha hecho descarrilar aún el mercado laboral y que la oferta de mano de obra se está recuperando, en última instancia no creemos que esto cambie las perspectivas de la política monetaria a corto plazo. Creemos que los funcionarios de la Fed esperarán a ver el próximo informe del IPC para decidir el ritmo de endurecimiento en la reunión de septiembre”, argumentan las expertas de PIMCO.