Los inversores piensan que la insurrección que se desató el domingo 8 de enero de Brasil serán de corto plazo y por ello la caída de la bolsa de Sao Paulo fue moderada, así como el retroceso de los valores de las grandes corporaciones brasileñas que cotizan en Wall Street.
De hecho, al arranque de la sesión este lunes el índice Bovespa de San Pablo, la mayor bolsa de de Latinoamérica registraba una leve caída de 0,35%, mientras que el real prácticamente no retrocedía frente al dólar.
Pero, como advierten los analistas de Julius Baer la situación actual causa incertidumbre.
“Los disturbios en Brasilia el domingo están causando incertidumbre, luego de que surgieran signos de una transición de gobierno no pacífica desde los resultados de las elecciones presidenciales. Si bien no descartamos la posibilidad de que más protestas violentas puedan pesar sobre el mercado en el corto plazo, el enfoque de los inversores sigue estando en las cuestiones macroeconómicas”, señala desde el banco.
“En los últimos meses, desde el resultado de las elecciones presidenciales de finales de octubre, habían surgido señales de que la transición del nuevo gobierno no sería pacífica. El país fue testigo de bloqueos de carreteras federales para frenar la economía, se instalaron campamentos frente a las bases del ejército brasileño para instar a las fuerzas armadas a dar un golpe de estado, se intentó asaltar la sede de la Policía Federal en Brasilia y, más recientemente, en Nochebuena se colocó una bomba en el Aeropuerto Internacional de Brasilia”, añaden.
“Los últimos flujos de acciones muestran que los inversionistas extranjeros siguen siendo más optimistas sobre el mercado brasileño que los inversionistas locales, ya que los extranjeros aumentaron sus posiciones en acciones, mientras que los locales siguieron siendo vendedores netos y redujeron su exposición. Dada la fuerte cobertura mediática internacional de los disturbios, esperamos que los inversores extranjeros reduzcan un poco su optimismo”, consideran los analistas de Julius Baer.
“Si bien no descartamos la posibilidad de que más protestas violentas puedan pesar en el mercado en el corto plazo, el enfoque de los inversores sigue estando en cuestiones macroeconómicas, especialmente en la formación del nuevo marco fiscal de Brasil, que se espera para los próximos meses. Esperamos más señales de que el gobierno logrará disipar las preocupaciones fiscales del mercado, lo que podría llevar a que las acciones brasileñas ganen un impulso positivo gracias a valoraciones y dividendos atractivos, una perspectiva de ganancias mejorada respaldada por la reapertura china y un pico en el dólar estadounidense”, concluyen.
La firma Ebury tambiéb advierte que los recientes acontecimientos fuedean afectar a la paridad real/dólar y que los tipos de interés pueden sufrir con la salida de inversores de Brasil.
Ebury, fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, prevé que el creciente riesgo político e institucional en Brasil, desatado con el asalto ocurrido a las principales instituciones del Estado por parte de los votantes contrarios a la investidura del presidente Luiz Inácio Lula da Silva: “La paridad USD/BRL y los tipos de interés pueden sufrir con la salida de posiciones en la moneda nacional y la recogida de más prima por parte de los inversores para protegerse del empeoramiento de la percepción para Brasil”, asegura Eduardo Moutinho, analista de Ebury.
“Aunque el reto fiscal para 2023 en Brasil ya era sobradamente conocido, ahora hay que sumar el riesgo institucional. Sabemos que los inversores extranjeros huyen de este tipo de riesgos, con lo que ahora no debería ser diferente. Brasil ya tiene un historial negativo de agitación política que ha afectado gravemente a sus activos brasileños en el pasado. Es probable que el flujo de capital de compradores extranjeros que entró en el mercado brasileño recientemente se deshaga, y los inversores deberían esperar hasta que el escenario político y fiscal se alinee”, concluye el analista de Ebury.
El paralelismo con lo ocurrido durante la invasión del Capitolio hace dos años se impone, así como sus consecuencias, que fueron leves para los mercados.
Los analistas de Goldman Sachs aseguraban que “el impacto en la economía será limitados en la medida que los actos cesen” con rapidez.
“A medida que se reanude el trabajo diario del gobierno, la atención debe volver a los temas macro que han ido ganando importancia y, poco a poco, pero con firmeza, los cambios microregulatorios que empiezan a ganar más espacio en las discusiones gubernamentales”, dijeron desde JP Morgan.
«Dado que la situación parece estar bajo control en Brasilia, esperaría que cualquier impacto en la clase de activos sea de corta duración», concluyó Alejo Czerwonko, director de inversiones para Mercados Emergentes de América en UBS Global Wealth Management, en declaraciones a Ambito Financiero.