Los acontecimientos del primer trimestre han llevado a BNP Paribas Investment Partners a reevaluar los riesgos inflacionistas. Aunque la firma sigue confiando en que una mejora del mercado de trabajo de Estados Unidos impulsará la inflación subyacente generada en el país a medio plazo, las probabilidades de una fuerte subida de los precios arancelarios deben reducirse.
Cedric Scholtes, responsable de Global Rates & Primary US TIPS de BNP Paribas IP, estima que las probabilidades de que se ponga en marcha una reforma tributaria de las corporaciones, estímulos fiscales agresivos y medidas proteccionistas disruptivas han disminuido, ya que la administración no logró recabar suficientes apoyos en la Cámara de Representantes.
Para el gestor, sigue existiendo el riesgo de que la administración de Trump intente debilitar la integridad y la independencia de la Reserva Federal (Fed) y del aparato normativo en general. Mientras tanto, la economía estadounidense continúa creciendo más rápido que lo previsto y sigue creando empleos de calidad, mientras que el dólar ha retrocedido y los precios del crudo están mostrando una renovada fortaleza.
“Vemos margen para que las expectativas de inflación implícitas en el mercado (es decir, las tasas de inflación de equilibrio – BEIs) aumenten desde los actuales niveles, incluso aunque las probabilidades de una inflación más extrema sean ahora un poco menos probables. Anticipamos una ampliación renovada en los BEI a 10 años, que han pasando recientemente de un 1,89% a un 2,15%”, dice.
Para Scholtes estos son los factores que respaldan los BEIs:
- La agenda política de la administración Trump sobre los controles migratorios, la expansión fiscal y el proteccionismo, lo que aumenta los riesgos inflacionistas.
- Los flujos continuos de asignación de activos en esta clase de activos
- Un enfoque gradual de la normalización de la política monetaria, con el banco central tolerando un modesto exceso de inflación, aunque resistirá la tentación de permitir que la inflación se «caliente».
- La economía está cerca o en pleno empleo, ejerciendo presión al alza sobre la inflación de salarios
- El 2,2% interanual de inflación, anticipa que ésta aumentará hacia niveles entre el 2,25% y 2,5% a finales de 2017.
“Nuestra estimación del aumento del IPC básico se basa en el fortalecimiento de los datos económicos de Estados Unidos. Los más recientes sugieren que el mercado de trabajo está finalmente está presionando las restricciones de capacidad, lo que está provocando una respuesta de precios”, afirma el gestor de BNP Paribas IP.
Gráfico 1: Tanto el indicador de crecimiento de los salarios (compilado por el Banco de la Reserva Federal de Atlanta) como los datos de las ganancias medias por hora han indicado una presión al alza sobre los salarios durante algún tiempo
Sin embargo, añade, “la evolución económica estadounidense nos lleva a creer que la inflación aumentará independientemente de la política fiscal”.
Gráfico 2: Los cambios en las medidas de la inflación subyacente (es decir, el Índice de Precios al Consumidor para todos los consumidores urbanos) y la inflación en el coste de los servicios han mostrado tendencias al alza durante los últimos 18 meses
Las presiones internas sobre los precios están creciendo por una serie de razones, incluidas las limitaciones de la capacidad del mercado de trabajo, la recuperación de los precios de las materias primas y el crecimiento del PIB por encima de las previsiones.
En febrero de 2017, los gastos de consumo personal básico (PCE) aumentaron un poco más rápidamente que las previsiones del Comité Federal del Mercado Abierto, y parece estar en su objetivo del 2% establecido para finales de 2017. Además, el tratamiento de los gastos médicos, marcado por el ObamaCare, ha sido un obstáculo para el núcleo de PCE. El IPC básico, por su parte, alcanza el 2% interanual, pero BNP Paribas IP destaca que la tendencia en la inflación de los servicios es alcista, lo que significa que la inflación ya no está sólo respaldada por el aumento de los costes de vivienda. Eso es muy alentador, y confirma que las presiones internas sobre los precios están aumentando.
“Creemos que la economía de Estados Unidos crecerá un 2,1% en 2017 y 2% en 2018, dependiendo del impulso fiscal neto de la administración Trump. Estas previsiones siguen siendo muy provisionales en esta etapa, dadas las incertidumbres sobre la política fiscal, la respuesta de la política monetaria, la política comercial y la divisa”, concluye.