Con motivo del mes del orgullo, Credit Suisse ha publicado su informe LGBT 400, en el que analiza cómo la mejora de la diversidad en el lugar de trabajo puede impactar en el rendimiento de las empresas a través de una lente de inclusión LGBT y del impacto que todo ello tiene en las economías.
Según indica el documento, si el colectivo LGBT+ fuera una economía, sería la tercera o cuarta más grande a nivel mundial, dado que entre el 5% y el 10% de la población es LGBT+ y su poder adquisitivo representa aproximadamente entre 2,7 y 5,6 billones de dólares del G20. “A pesar de la variabilidad e incertidumbre de la progresión de los derechos LGBT+, la relevancia para la economía de un enfoque proactivo LGBT+ es clara en nuestra opinión. La progresión hacia la igualdad y la inclusión no sólo se considera un derecho humano básico, sino que también se dirige al poder adquisitivo de la comunidad LGBT+”, apunta el informe de Credit Suisse.
Combinando las estadísticas anteriores con las tendencias recientes que muestran una proporción creciente de adultos estadounidenses que se autoidentifican como LGBT+. “Actualmente, el 15,9% de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2002) en Estados Unidos se autoidentifican como LGBT+, por lo que prevemos que el poder adquisitivo de la comunidad LGBT+ se convertirá cada vez más en una fuerza a tener en cuenta en la economía”, añaden.
El informe considera clave la inclusión de este colectivo en las compañías que, además, aporta un valor añadido Para examinar el impacto de una mayor inclusividad en el lugar de trabajo, Credit Suisse ha creado una cesta ponderada por la capitalización bursátil de unas 350 empresas inclusivas en materia LGBT de su informe de diciembre de 2020 (LGBT-350). Después ha seleccionado las empresas utilizando una serie de fuentes externas centradas en la evaluación de las políticas, las prácticas y los beneficios de una empresa en relación con los empleados LGBT+ (por ejemplo, el Índice de Igualdad Corporativa 2021).
“En este informe, añadimos 50 nuevas empresas y eliminamos una de nuestra cesta original ponderada por la capitalización bursátil de unas 350 empresas que incluyen a las personas LGBT, en consonancia con los cambios realizados por las herramientas externas de evaluación comparativa, y ajustamos su rendimiento según la ponderación sectorial en el MSCI ACWI, para llegar a las 400 LGBT. Entre nuestros resultados, vemos que las empresas LGBT-inclusivas han superado el rendimiento del MSCI ACWI (excluyendo los componentes LGBT) en 432 puntos básicos anuales desde 2010. Se trata de un aumento notable del alfa global de 378 puntos básicos que observamos en nuestra nota de diciembre de 2020. Para los inversores interesados en ganar exposición al tema, destacamos 28 empresas, incluyendo 4 en Asia, 9 en Europa y 15 en Estados Unidos. De ellas, 26 puntúan por encima de la media en Calidad, las 28 puntúan por encima de la media en ESG mientras que 23 también puntúan por encima de la media en Momentum”, explica con detalle.
Por último, el informe también repasa qué países obtuvieron las mejores y peores puntuaciones y por qué cambiaron para algunos países en el Rainbow Index de ILGA de este año, uno de los indicadores de referencia para gestores e inversores en temas relacionados con la inclusión del colectivo LGBT+. Al analizar el comportamiento de este índice durante este año, se observa que la progresión de sus derechos se ha estancado debido al contexto de la pandemia.
“Observamos que la tendencia de los derechos LGBT+ en los distintos países ha sido variable e incierta durante la última década. En algunos países, el movimiento LGBT+ ha conseguido pequeños pero notables pero dignos de mención, con ejemplos como Suiza, Suecia e India. Sin embargo, incluso dentro de una unión geopolítica como Europa, algunos países están reprimiendo cada vez más los derechos LGBT+, creando una importante división dentro de la comunidad sobre este tema. Además, en las regiones en las que se han producido avances significativos en la historia reciente, como Estados Unidos, las personas LGBT+ siguen sometidas a la incertidumbre y a la posible discriminación debido a la falta de una legislación legislación federal”, destacan desde Credit Suisse.