La incertidumbre política tras las recientes elecciones europeas y ante las estadounidenses en noviembre de este año es un factor determinante a la hora de valorar el futuro del cruce entre el euro y el dólar. Además, a esta coyuntura hay que sumar la evolución de la inflación de ambas economías, que se reduce a un ritmo más lento de lo previsto, y las decisiones que el BCE y la Fed tomen respecto al ritmo de recorte de tipos de interés.
Para obtener una previsión aproximada de como evolucionará la relación entre el euro y el dólar hemos recopilado el análisis de diferente expertos. Por ejemplo, Claudio Wewel, estratega de divisas para J. Safra Sarasin Sustainable AM considera poco probable que el euro repunte, ya que el impulso manufacturero se está ralentizando, aunque la divisa debería subir una vez que la Fed empiece a recortar.
“Desde principios de año, el euro ha tenido un comportamiento mediocre. En lo que va de año, ha retrocedido en torno a un 3% frente al dólar estadounidense, mientras que ha registrado una subida del 1% en términos ponderados por el comercio. En particular, la banda de fluctuación del euro no ha dejado de reducirse en los últimos años y, desde enero, la relación euro-dólar se ha mantenido entre 1,06 y 1,10”, apunta Wewel.
Según su visión, evidentemente, la duración del actual episodio de «subida prolongada» dependerá de los datos. En este sentido, apunta que los últimos datos macroeconómicos de EE.UU. han sido más débiles de lo esperado, lo que apunta a una atenuación del rendimiento cíclico superior de Estados Unidos. Sin embargo, ve poco probable que el euro cíclico se beneficie del debilitamiento de la actividad económica en Estados Unidos, dado que las principales economías de la zona del euro han visto decepcionantes sus PMI manufactureros en junio.
«En este contexto cíclico relativo, el BCE debería poder recortar su política más que la Reserva Federal este año. Junto con la mayor rigidez de la inflación estadounidense, la trayectoria de recortes de tipos de la Reserva Federal, menos profunda de lo previsto por el mercado, también refleja el aumento de las probabilidades de victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, que los mercados han empezado a considerar como el caso base. En nuestra opinión, la combinación de políticas de Trump sería probablemente más inflacionista que una continuación de las políticas de Biden, lo que implica que en 2025 la Fed aplicaría menos recortes de tipos en este caso”, añade el experto de J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Desde Ebury señalan que el nerviosismo del mercado y la incertidumbre beneficiará a las divisas refugio. La fintech prevé una ligera apreciación del par euro-dólar en los próximos meses, que en buena medida será consecuencia de “cierta convergencia en los resultados económicos a través del Atlántico en 2024, ya que la economía estadounidense se ralentiza tras un año impresionante, mientras que la eurozona se acelera desde una base muy baja”. Los analistas de Ebury creen que esta circunstancia “impulsará al par de nuevo hacia el nivel de 1,10 a finales de año, con una mayor apreciación hacia el nivel de 1,14 que tendrá lugar en 2025”.
No obstante, advierten que el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre en EE.UU. podría suponer un riesgo para esta opinión. “Una victoria electoral de Donald Trump, a la que los mercados asignan actualmente alrededor de un 50 % de probabilidades, podría ser bajista para el EUR/USD en caso de que el expresidente redoble las políticas proteccionistas que caracterizaron su anterior etapa en la Casa Blanca”, explican.
Paridad, ¿símbolo de mal augurio?
Por último, según Bank of America, la paridad entre ambas divisas es «raro» y «no ha durado mucho tiempo», y considera que para que vuelva a suceder, «todo debería salir mal y mantenerse así». Según sus analistas, la probabilidad de que el euro/dólar alcance la paridad o menos utilizando datos trimestrales es cero.
«El veredicto aún está pendiente sobre si el euro/dólarse mantendrá en sus mínimos posteriores a 2014 o se recuperará a sus máximos anteriores. Mucho depende del equilibrio entre la deuda insostenible y el excepcionalismo estadounidense, y en qué medida Europa se une para abordar sus graves desafíos derivados de la geopolítica y la dependencia energética. Una posible guerra comercial después de las elecciones estadounidenses también podría debilitar aún más el euro. Sin embargo, para nosotros, la paridad sigue siendo solo un resultado en escenarios de riesgo extremo, y aun así no esperaríamos que durara mucho», explica la entidad en uno de sus últimos informes.
Tirando de perspectiva histórica, desde BofA indican que euro/dólar cayó por debajo de la paridad solo en circunstancias excepcionales que no duraron mucho tiempo. En concreto, lo hizo solo durante los períodos de 2000-2002 y de agosto a octubre de 2022. «El primer período, que fue el más largo, ocurrió durante la burbuja de las puntocom en Estados Unidos y su estallido. El segundo período fue durante una tormenta perfecta de choques negativos para Europa, con la guerra en Ucrania desencadenando un fuerte deterioro en sus términos de intercambio a través de un shock energético, y con políticas monetarias divergentes, ya que la Fed estaba subiendo las tasas mientras el BCE negaba la inflación, retrasando el endurecimiento de su política. Sin embargo, el euro/dólar estaba por encima de la paridad en noviembre de 2022, ya que estos choques comenzaron a disminuir y el BCE empezó a ponerse al día con la Fed», señalan.
Su análisis muestra que el euro/dólar se debilitó pero se mantuvo por encima de la paridad durante otros choques severos. Por ejemplo, estuvo muy por encima de la paridad durante la crisis financiera global y durante la crisis de la Eurozona. Se debilitó sustancialmente pero también se mantuvo por encima de la paridad durante el período de tasas de política negativas del BCE después de 2014. «De manera similar, se mantuvo bien por encima de la paridad y sin una tendencia clara durante el primer mandato de Trump en Estados Unidos: el euro/dólar inicialmente se fortaleció y luego se debilitó. También se mantuvo bien por encima de la paridad durante la pandemia», concluye BofA en su informe.