Las estrategias de los fondos y de las carteras de impacto deben incluir en los folletos o documentos informativos el impacto previsto en el mundo real. Esta es una de las principales conclusiones de la ‘Guía para perseguir el impacto en los mercados cotizados’, publicada por el Global Impact Investing Network (GIIN) y cuyas directrices han sido analizadas en un evento organizado por SpainNAB y Spainsif, con la participación de profesionales del mercado de la inversión de impacto.
La Guía detalla las particularidades de los activos cotizados y proporciona directrices para que los propietarios y gestores de activos puedan identificar y diseñar fondos que busquen generar impactos positivos a través de la inversión en acciones de empresas que cotizan en bolsa.
De forma específica, la estrategia del fondo o de la cartera establecería las prioridades y los resultados reales de impacto previstos, apoyado en un planteamiento del problema y en una teoría del cambio, es decir, en cómo el fondo o la cartera contribuirían a acelerar el impacto previsto de las empresas de su cartera. Estos criterios ayudarían a determinar qué sectores y empresas son relevantes para los objetivos del fondo o la cartera y, por tanto, pasan a formar parte del universo de inversión. Además, propone dar lugar a una cartera con diferencias claras y explicables con respecto a un fondo sostenible.
En las estrategias de inversión de impacto, la construcción de la teoría de cambio y la necesaria contribución del inversor juegan un papel clave, ya que van orientadas a acelerar y mantener el impacto. De esta manera, al seleccionar una inversión para una cartera de impacto, los inversores identifican una conexión específica entre la empresa y la teoría del cambio.
La guía establece que la contribución del inversor al impacto en estos mercados se podría dar de dos formas: a través del engagement con la compañía ligado a los objetivos identificados en la teoría de cambio; y, en circunstancias específicas, a través de su apoyo al mantenimiento del precio de la acción. Sin embargo, las características de los mercados cotizados hacen que la contribución al impacto del inversor a través de estas dos formas sea posible solo en determinadas circunstancias específicas.
Cuatro características clave en la inversión de impacto en la Guía del GIIN
La guía se ha estructurado en torno a cuatro aspectos principales de la inversión de impacto en mercados de acciones cotizadas: establecimiento de la estrategia de impacto del fondo o cartera, diseño y selección de la cartera, compromiso y resultados de impacto.
Agustín Vitórica, miembro del Comité Ejecutivo de SpainNAB, coordinador del Grupo de Inversión de Impacto de Spainsif y participante del Grupo de Trabajo de Renta Variable Cotizada del GIIN, moderó el evento para profundizar sobre cada uno de los cuatro conceptos propuestos por el GIIN para ayudar a identificar y diseñar fondos de impacto.
Además, contó con la ponencia especializada de Sean Gilbert, Chief Investor Networking Officer del GIIN, con más de 20 años de experiencia tanto en el sector privado como en organizaciones sin ánimo de lucro para integrar la sostenibilidad en los negocios y las finanzas.
Los diferentes panelistas, como Ingrid Kukuljan, Head of Impact and Sustainable Investing en Federated Hermes o Caroline Brady, Director of Impact Management & Research, Fundamental Equity en BlackRock, compartieron su visión sobre las oportunidades y retos existentes para la implementación de fondos de inversión de impacto, y cómo pueden ser usados para impulsar el aumento de los cambios reales en el mundo.
Por su parte, Dennis Baas, Lead of Sustainable Strategists en Allianz Global Investors, compartió su visión acerca de que el cambio de ESG a sostenibilidad e impacto será la tendencia a largo plazo. También explicó que la evolución hacia estrategias centradas en el impacto en los mercados cotizados requerirá un cambio hacia el desarrollo de soluciones con propósito que se creen para ofrecer resultados necesarios para la sociedad, como los que persiguen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Baas afirmó que eso requiere una mentalidad de solución que utilice la inteligencia ESG para resolver los retos clave y la necesidad de tener beneficios sociales o medioambientales cuantificables, así como un rendimiento de la inversión con mediciones e informes más precisos. Finalmente dijo que, con el tiempo, esperan que se desarrollen más carteras que cumplan una serie de objetivos bien definidos para los inversores desde el principio.
El panel concluyó en valorar la Guía como una herramienta valiosa para gestores de activos e inversores en el desarrollo y diseño de soluciones eficaces de fondos en mercados de acciones cotizadas, en las que las inversiones se centren en resolver problemas del mundo real de forma transparente.