Se cumple un mes desde que Rusia decidiera unilateralmente invadir Ucrania e iniciar así una guerra que mantiene sin aliento a la mayor parte del mundo y de la industria de gestión de activos. Ante la dificultad de prever cómo puede evolucionar el conflicto, las gestoras analizan cuáles son sus consecuencias por ahora y cómo gestionar las carteras en estos tiempos convulsos y más volátiles.
Uno de los principales análisis que los expertos están haciendo es ver las similitudes y diferencias en el riesgo de estanflación y en la política monetaria que tiene esta guerra respecto a la cuarta guerra árabe israelí de 1973, ya que provocó un importante choque energético y dio inicio a una estanflación. Artículo completo aquí.
En Europa, la crisis de Ucrania ha provocado una fuerte —aunque justificada— reacción por parte del mercado: los bancos europeos y otros valores con exposición a Rusia han caído más de un 30%. Eso sí, en opinión de Francis Ellison, gestor de carteras de clientes de renta variable europea en Columbia Threadneedle Investments, no existe un riesgo sistémico para las instituciones europeas de mayor tamaño. Artículo completo aquí.
No se puede negar que el punto débil es la energía y su efecto como catalizador en la inflación, que tendrá efectos diferentes en los movimientos de la política monetaria, ya que las economías regionales parten de lugares diferentes, lo que determinará su capacidad para soportar el aumento de los precios de las materias primas. Artículo completo aquí.
Además, existen otros riesgos que son menos populares en los titulares de la prensa económica diaria, pero que también tienen su relevancia como el gas, las materias primas y la interrupción de las cadenas de suministro. Artículo completo aquí.
Por su parte, Rusia si podría estar provocándose un daño permanente, o al menos más duradero. Se estima que la economía rusa se contraerá más de un 10% por la guerra y las sanciones. Por ahora, la salida neta de capital privado se ha acelerado aumentando hasta los 72.000 millones de dólares en 2021 desde los 50.300 millones de dólares en 2020 y los 22.500 millones de dólares en 2019. Artículo completo aquí.
Una visión más a largo plazo de las consecuencias de esta guerra es la que ha realizado, por ejemplo, Larry Fink, CEO de BlackRock, en su carta anual a accionistas. En ella considera que “la invasión rusa a Ucrania ha puesto fin a la globalización que hemos vivido en las últimas tres décadas”. Artículo completo aquí.
Duraderas también serán las consecuencias de esta guerra para la inversión. Ahora, los inversores en acciones y bonos deben recalibrar su pensamiento sobre el impacto de los acontecimientos geopolíticos en la macroeconomía mundial, y cómo estas tendencias afectan a países y empresas individuales y dan forma a la selección de valores. Artículo completo aquí.
Intentando no perder todo el optimismo, también hemos recogido las ideas de inversión que todos estos cambios en el mercado y en el contexto geopolítico pueden despertar. Artículo completo aquí.
Y sobre todo, desde Funds Society seguimos atentos a las iniciativas solidarias que están naciendo en la industria para socorrer a los más afectados por la guerra: la población. Por ejemplo, Wells Fargo ha realizado donaciones por valor de un millón de dólares a tres organizaciones sin fines de lucro para posibilitar la ayuda humanitaria a Ucrania y a los refugiados ucranianos, así como servicios de apoyo a los miembros del servicio estadounidense y a sus familias en todo el mundo. Artículo completo aquí.