Abril ya se ha instalado en nuestro calendario. La guerra entre Rusia y Ucrania, las consecuencias económicas y de mercado del conflicto, la espiral inflacionista de las principales economías, las cadenas de suministros y los bancos centrales serán los grandes protagonistas en este segundo trimestre de 2022, que sigue siendo el año de la prometida recuperación después de casi dos años y medio de la pandemia que todo lo cambió.
Según las gestoras, los retos a corto plazo son numerosos y la incertidumbre el denominador común. Por ahora, el objetivo de crecimiento mundial entre el 4,0% y el 4,5%, incluyendo el 3,9% en Estados Unidos y el 4,4% en Europa, y el 5,0%-5,5% de China gracias a su nuevo ciclo de estímulos monetarios y fiscales, podría estar en peligro debido a la guerra de Ucrania, según OFI AM.
Pese a estos porcentajes, la pregunta que se hacen muchos inversores es inevitable: ¿hemos llegado al punto más maduro del ciclo? Algunas firmas, como Amundi, han rebajado sus expectativas de crecimiento ante el impacto que puede generar la subida de los precios de las materias primas. “Hemos revisado a la baja el crecimiento mundial en un 0,5% en 2022, situándose ahora en un rango aproximado de entre 3,3%-3,7%, pero el impacto no es homogéneo para todos los países. EE.UU., aunque no es inmune, parece ser más resiliente al impacto que la zona euro. Debe evitarse una recesión mundial, aunque Europa corre más riesgo de sufrir una recesión técnica”, señala la gestora en su documento Global Investment Views.
En general, se descarta una recesión, aunque se dé un crecimiento menor de lo esperado. Según sostiene Felipe Villarroel, partener y gestor de carteras en TwentyFour, las recesiones suelen producirse después de que los bancos centrales hayan subido los tipos (o retirado los estímulos) varias veces en un intento de frenar la economía, y este proceso apenas ha comenzado en este momento. “ La probabilidad de recesión probablemente ha aumentado, pero para nosotros la evidencia sugiere fuertemente que no debería ser la expectativa de caso base”, insiste Villarroel.
“La economía mundial y los gobernantes se enfrentan a un shock de oferta estanflacionista que es negativo para el crecimiento y tenderá a elevar aún más la inflación. Sin duda, esta economía anti Ricitos de Oro, que será a la vez demasiado caliente en términos de inflación y demasiado fría en términos de crecimiento, no forma parte de nuestro escenario base provisional, que sigue contemplando un crecimiento por encima de la tendencia y una disminución gradual de las presiones inflacionistas a partir de picos más altos en las economías de mercado desarrolladas en general. Sin embargo, los riesgos de una mayor inflación y un menor crecimiento o incluso una recesión han aumentado”, añaden Joachim Fels, Global Economic Advisor de PIMCO, y Andrew Balls, CIO Global Fixed Income de PIMCO.
Según OFI AM, la guerra obligará a los bancos centrales a ser más cautelosos y acomodaticios, sobre todo en Europa, para hacer frente a los riesgos que se derivan para el crecimiento, al tiempo que la inflación podría aumentar bruscamente si se intensifican las sanciones energéticas, lo que a su vez, generaría nuevos riesgos de desaceleración económica.
“Nuestro escenario base sigue siendo unos tipos de interés reales neutrales bajos debido en parte a la persistencia de los factores a largo plazo y en parte a la sensibilidad del mercado financiero a unos tipos más altos. Pero es probable que una mayor inflación llevará a decisiones difíciles para los bancos centrales – y oportunidades para los inversores activos, si el continuo endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales conduce a turbulencias (breakage) en los mercados financieros”, añaden Fels y Balls.
Implicaciones para inversión
En opinión de OFI AM, en un trimestre marcado por la guerra en Ucrania, el atractivo de la renta fija corporativa y la renta variable europea se verá reforzado. “La ralentización de la normalización monetaria y la mayor subida de la inflación benefician a la renta fija corporativa respecto a la renta fija soberana. En la renta variable, los buenos resultados del cuarto trimestre, y el impacto de los problemas en cadenas de suministros han dejado un escenario de valoraciones atractivas, especialmente en Europa, aunque es recomendable una postura neutral hasta que se aclaren las incertidumbres por la guerra en Ucrania”, afirman desde OFI AM.
Desde Amundi vuelven la mirada a la rotación hacia el value. “Confirmamos una postura conservadora, pero reconocemos que pueden abrirse oportunidades de compra en un futuro próximo y, por tanto, nos mantenemos dispuestos a ajustar tácticamente nuestra postura de riesgo. Aunque el proceso de recuperación del value está en marcha, es incompleto y fragmentado. En particular, aún están por ver los efectos reales de los movimientos de la Fed y el BCE”, según recoge en su documento de perspectivas.
En este sentido, la gestora francesa matiza que mantienen su inclinación hacia el value en el caso de rante variable, con un enfoque más marcado en la calidad como forma de navegar por esta crisis. “Sigue siendo importante ser muy selectivo y buscar nombres con modelos de negocio sólidos y la capacidad de trasladar el alza de los precios a los consumidores. A nivel regional, EE.UU. deberían seguir siendo más resiliente en comparación con Europa, dado el mayor riesgo de recesión de los beneficios, y por lo tanto nos estamos volviendo relativamente positivos en renta variable estadounidense frente a la europea. Las perspectivas para la renta variable china son tácticamente más cautelosas, debido a los mayores riesgos regulatorios y a la extrema volatilidad”, añaden.
Por su parte, los expertos de PIMCO apuntan que, en este entorno difícil e incierto, un pilar fundamental de nuestra estrategia de inversión será hacer hincapié en la flexibilidad y la liquidez de la cartera para responder a los acontecimientos y aprovechar potencialmente las oportunidades. “Prevemos una modesta infraponderación de la duración, dados los niveles actuales, los riesgos al alza de la inflación y la perspectiva de un mayor endurecimiento de los bancos centrales. Esperamos restar importancia a las posiciones en la curva, ya que el ciclo de endurecimiento mundial está en marcha. Seguimos viendo los valores del Tesoro estadounidense protegidos contra la inflación (TIPS) como una forma razonable de mitigar los riesgos de inflación al alza”, apuntan.