Desde que las tensiones se empezaron a cristalizar en Ucrania, con el presidente ruso Vladimir Putin reforzando la presencia militar en la frontera con Rusia y exigiéndole a la OTAN que nunca incorpore a su país vecino como miembro, el precio del cobre se ha mantenido relativamente estable. Pero ahora, con los inversionistas viendo una potencial prolongación del conflicto armado, la cotización del commodity podría ponerse más volátil.
Después de la escalada que registró el metal en octubre del año pasado –producto que una crisis energética global que obligó a recortar la producción de China a Europa–, que lo llevó a un peak sobre los 4,80 dólares por libra, el precio del metal se ha mantenido zigzagueando en torno a los 4,40 dólares.
Durante diciembre de 2021, un mes marcado por la movilización de tropas rusas, el precio del cobre subió un modesto 0,9% a 4,3962 dólares por libra. Después de una leve caída durante enero, el metal anotó una subida de 3,7% en febrero que lo dejó en 4,5241 dólares este lunes, sin mayores movimientos en torno al inicio de la invasión, el 24 de febrero.
Este miércoles, en medio de un aumento en el interés por las materias primas, el metal industrial subió sobre 2% hasta los 4,6527 por libra, su punto más alto desde octubre del año pasado.
Para dónde va el metal
La expectativa del mercado es que una extensión del conflicto armado entre ambos países pueda impactar la oferta de cobre, estrechando el mercado global.
“El conflicto entre Rusia y Ucrania está poniendo en jaque a las ya estresadas cadenas de suministro globales”, comenta Luis Méndez, gerente general de Banmerchant Capital. Si bien el mayor impacto, agrega, se ve en los mercados de energía y alimentos –dada la participación de ambos países en ellos–, también se verían impactados los metales como el níquel, el cobre, el hierro, el aluminio, el paladio y el platino.
Desde la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), el vicepresidente ejecutivo Marco Riveros concuerda con el diagnóstico, acotando que Rusia es un “importante productor y exportador de concentrados y cátodos de cobre a nivel mundial”.
¿Qué significará esto para el precio? Probablemente, volatilidad de corto plazo.
“El aluminio, el níquel y el hierro han experimentado un fuerte repunte y se espera que, si persiste el conflicto y no se logra una salida negociada en el corto plazo, el resto de los metales continuará subiendo de precio y los efectos serán más permanentes”, augura Méndez, de Banmerchant. En ese escenario, agrega, el precio del cobre podría acercarse a los 5 dólares por libra.
Por su parte, Riveros, de Cochilco, asegura que no descartan “un escenario de fuerte volatilidad del precio del metal en los próximos meses, dependiendo del curso de los actuales acontecimientos”. De todos modos, su proyección es que el precio del metal se mantenga sobre los 4 dólares por libra durante 2022.
“Previo al conflicto, las expectativas apuntaban a un ligero superávit de cobre. Eso podría mutar aceleradamente a un déficit si la producción global de cobre no cumple las expectativas o las sanciones a Rusia se tornan más severas”, señala el ejecutivo. Eso sí, agrega, este escenario se apoya en que el conflicto tenga un efecto “poco significativo” en el crecimiento de las economías desarrolladas.
Oferta y demanda
La estrechez del mercado, según explican desde Cochilco, vendrá del frente ruso. El año pasado, el país euroasiático produjo en torno a 880.000 toneladas de cobre, lo que exportan como refinado de cobre, principalmente a los Países Bajos, Alemania y Turquía. Eso representa el 4% de la producción global,
“Las sanciones económicas impuestas, fundamentalmente por la Unión Europea, restringiría severamente las exportaciones de cobre hacia dicho bloque económico”, señala Riveros, “aunque cabe la posibilidad que éstas podrían desviarse a China (el principal consumidor mundial), un país que no ha impuesto sanciones a Rusia”.
De todos modos, el ejecutivo destaca que la producción del metal sigue siendo vulnerable a la baja, a nivel global. Esto en un contexto en que el principal actor del mundo cuprífero, Chile –que produce alrededor del 27% del cobre del mundo–, registró una baja anualizada de 7% en la producción del metal en enero de este año.
Por el lado de la demanda también podría haber presión. Según Riveros, una prolongación del conflicto podría desacelerar el crecimiento mundial, especialmente en Europa. Esta reducción de tasas de crecimiento podrían impactar la demanda del metal industrial.
Pero independiente de lo que pase en torno a la guerra en Ucrania, en Cochilco destacan que el cobre tiene viento a favor en general.
“La presión alcista del precio de los commodities metálicos industriales, como el cobre, es un fenómeno que se inició con fuerza durante 2021. Esta se vio impulsada por la acelerada recuperación económica global, la reducida oferta del metal y la irrupción con fuerza de tecnologías para reducir el impacto del cambio climático global”, señala Riveros.
Entre las tendencias que apoyan la futura demanda del commodity, el ejecutivo destaca la electromovilidad y la generación de energías renovables no convencionales, que describe como “procesos de cambio intensivo en la utilización de metales”. Estas tendencias se ven más estructurales para la cotización del metal en el largo plazo.