Las preocupaciones sobre el recrudecimiento de las tensiones comerciales y la ralentización del crecimiento a escala mundial están reavivando considerablemente el interés de los inversores por el oro. El metal precioso se ha revalorizado cerca de un 20% este año. De hecho, algunos consideran que es el verdadero y mayor ganador de la guerra comercial. Los bancos centrales han incrementado sus reservas de oro físico y los inversores están recurriendo masivamente a los ETFs respaldados por oro para protegerse frente a la posibilidad de una ralentización en EE.UU. y como solución ante el desplome de los rendimientos de los bonos. También, como refugio en este entorno de incertidumbres crecientes en el que las gestoras optan por la cautela. Y por eso los expertos creen que podría subir subiendo.
“De cara al futuro, todas las miradas estarán puestas en la Fed. Cualquier recorte adicional de tipos en una coyuntura de incertidumbre geopolítica podría apuntalar aún más el precio del oro”, dice el equipo de renta variable de M&G.
“Si bien ni una guerra total de comercio ni una guerra de divisas es nuestro escenario central, destacamos la necesidad de precaución. Es probable que el apoyo de los gobiernos y de los bancos centrales tenga un impacto positivo pero limitado en el crecimiento. En nuestra opinión, el comercio sigue siendo la amenaza más importante para la economía mundial. Con esto en mente, estamos a favor de una inclinación defensiva en las carteras, manteniendo posiciones en oro y yen, y buscando fuentes alternativas de retorno y diversificación de la deuda de emergentes en divisas fuertes, el sector del real estate suizo y europeo y hedge funds”, explica Stéphane Monier, responsable de inversiones de Lombard Odier.
“Con el precio del oro actualmente en su nivel más alto de los últimos seis años, muchos inversores se preguntan si ha hecho techo o si el metal precioso continuará su ascenso. En Ethenea, creemos que el próximo objetivo para el oro está en torno al nivel 1.550 – 1.600 dólares/onza. Sin embargo, este objetivo supone que las rentabilidades de los bonos del Tesoro de EE.UU. continúen disminuyendo, que seguiremos viendo entradas de ETFs de oro y que el dólar estadounidense se mantendrá estable”, comenta Michael Blümke, gestor senior de la firma.
En la gestora recuerdan que el oro es generalmente visto como un activo refugio, con un pequeño costo anual negativo. “Aunque el oro no tiene cupón, el SPDR Gold Shares (el mayor ETF en oro) tienen un coste de 40 puntos básicos. Esto significa que si un inversor comparara la posesión de oro (a -40 puntos básicos) con la posesión de Bunds a 10 años (a -55 puntos básicos), dada una visión estable del dólar, el oro es relativamente atractivo”. El gestor recuerda que, desde el punto de vista de la asignación de activos, antes del fuerte aumento reciente del precio, muchos inversores no habían invertido lo suficiente en oro. Sin embargo, una vez que se cumplieron todas las condiciones previas para una subida del oro (como rendimientos reales bajos, un dólar estable, bajo posicionamiento de los ETFs, la compra de oro por parte de los bancos centrales y la inversión en valores refugio), el oro despegó. Y el repunte alentó a otros inversores a comenzar a considerar el oro una vez más. Pero advierte: “A pesar de sus recientes buenos resultados, cabría esperar que el precio del oro se estabilizara o incluso cayera si los rendimientos reales aumentaran, el dólar se fortaleciera significativamente o si los flujos de ETF se revirtieran”.
“En lo que va de año, nuestra asignación de oro en el fondo Ethna-AKTIV ha oscilado entre el 0% y el 5%. Valoramos el oro por sus propiedades diversificadoras. Es por ello que los cambios en nuestra exposición no sólo reflejan nuestras expectativas sobre el precio del oro, sino que también revisamos y adaptamos regularmente nuestra asignación de oro en términos de los cambios globales de nuestra cartera. Esto nos permite optimizar nuestra asignación de activos en función de nuestra cambiante visión macro”, añade el gestor.
Grandes compras
Según M&G, cuando el crecimiento global se orienta al alza y los inversores muestran elevados niveles de confianza, un activo que no genera rendimientos no constituye una oportunidad tan interesante como la renta variable o la renta fija con rendimientos positivos. Sin embargo, el mercado de renta fija no está haciendo las veces de cobertura fiable frente a la debilidad del mercado de renta variable, y el desplome de los rendimientos ha equilibrado el tablero. Y por eso los inversores están lanzándose al oro: “Los bancos centrales compraron oro por la cifra récord de 15.700 millones de dólares en el primer semestre de 2019. Los compradores más importantes incluían a China y Rusia, dado que las tensiones comerciales a escala global no mostraban indicios de amainar”, recuerdan en la gestora.
“De acuerdo con el Consejo Mundial del Oro, los fondos cotizados en el Reino Unido compraron el 75% de los ETFs respaldados por oro en términos de valor, una tendencia propiciada por las preocupaciones en torno a un Brexit desordenado y la caída de la libra”. La gestora también indica que los inversores alemanes también adquirieron ETFs respaldados por oro, en un contexto de debilidad del sector manufacturero y preocupaciones sobre la vulnerabilidad provocada por la guerra comercial (Alemania es un mercado orientado a las exportaciones que muestra una mayor dependencia relativa del comercio mundial).
Referencia
Igor de Maack, gestor de fondos de DNCA, filial de Natixis IM, cree que el oro será referencia en un contexto en el que China juega con su divisa, en el marco de la guerra comercial, y en el que las divisas sin rendimientos pierden valor real. “China parece haber usado la depreciación de su moneda como su arma preferida. Esta desestabilización de China llega en momentos en que Hong Kong es azotada por una ola de repudio por parte de la juventud, cuya vida cotidiana no ha presenciado ninguna evidencia concreta del milagro de la China continental. Aunque no hay ninguna oportunidad de que esta ola alcance precisamente al continente, es una situación peligrosa para el gobierno de China, ya que los ojos del mundo están puestos en esto y lo perciben como una trampa y una prueba. Por tanto, el plan de ataque es distanciarse del asunto de los aranceles a la importación y avanzar hacia el tipo de cambio, mientras que el oro, una “reliquia de los bárbaros” continúa su expansión, ya que las divisas con cero rendimientos ya no tendrán ningún valor real. Naturalmente, el oro se convertirá en la referencia, una vez más”, explica.
Otros activos refugio
Aunque el oro es un conocido activo refugio, hay otros que también vale la pena tener en cuenta, dicen en Ethenea. “Históricamente, los bonos del Tesoro de Estados Unidos y el dólar son vistos como activos refugio. Si se produjera una escalada en la guerra de divisas o comercial, cabría esperar que ambos activos se comportaran bien. En este tipo de escenario, prevemos que el oro, el dólar y los bonos del Tesoro estadounidense suban en paralelo. Suponiendo que exista un límite inferior (en términos de rendimiento) para cualquier bono soberano refugio, la asimetría inherente del oro es otro factor positivo: teóricamente, no tiene límite superior. Además del dólar, también consideramos al franco suizo y al yen como monedas refugio importantes”, añade Blümke.