El Instituto de Estudios Financieros (IEF) ha celebrado la novena edición del IEF Market Forecast. Bas Fransen, director de Capital Markets en Caja de Ingenieros, Jordi Martret, director de inversiones en Norz Patrimonia, Jaume Puig, director general de GVC Gaesco, y Luís Torras, director de EDM, colaborador del IEF y moderador de la sesión, han sido los encargados de analizar la situación macroeconómica actual, las previsiones, las tendencias y las mejores oportunidades de inversión para el segundo semestre de 2023.
Jaume Puig ha querido remarcar la importancia de la inflación subyacente, la que más preocupa ahora mismo a los expertos financieros y económicos. El ponente ha destacado que, en la actualidad, la inflación subyacente está controlada, pero en unos valores muy elevados porque el Banco Central Europeo ha actuado tarde. De hecho, el experto ha reconocido que todavía no sabemos si esta inflación ha llegado a su máximo o si aún puede continuar creciendo, de manera más moderada, durante el segundo semestre de 2023. Eso sí, Puig ha asegurado que los tipos de interés máximos se verán durante el resto del año y que durante el 2024 y el 2025 deberían empezar a bajar. El analista financiero ha explicado que “la gran duda de los mercados financieros gira alrededor de los tipos de interés a largo plazo”.
Por su parte, Jordi Martret ha repasado el complejo escenario macroeconómico. Martret considera que lo más probable es que la Reserva Federal (Fed) no siga subiendo los tipos de interés. Pese a las advertencias de Powell, la FED tiene poco margen para seguir aumentando los tipos y, en todo caso, la subida máxima adicional sería de 0,25 puntos básicos.
Martret ha destacado el carácter atípico del actual ciclo económico, trastocado por los efectos de la pandemia y la agresividad de las políticas monetarias y fiscales o la guerra en Ucrania. Todo esto se ha traducido en un cambio de ciclo que está afectando directamente a las inversiones, tanto a corto como a largo plazo. El ejemplo más claro de esta problemática lo encontramos, tal como reconoce Martret, en que el sector manufacturero y el sector servicios tienden a convergir, pero en este caso, el primero de ellos se encuentra en contracción económica, mientras que el segundo se encuentra en expansión.
Bas Fransen ha enfatizado, durante su exposición, que el 2022 fue un año muy complicado para el mercado de bonos, el peor que se recuerda. La inflación y la subida de tipos de interés, tan rápida en el tiempo y agresiva por las circunstancias, han perjudicado este mercado. No obstante, el ponente ha remarcado que “las letras del tesoro son las inversiones más rentables a corto plazo” en este 2023. Teniendo en cuenta la situación de los bonos y los factores que los rodean, invertir en estos valores de renta fija a corto plazo parece la mejor solución mientras se analiza cómo evoluciona la rentabilidad de los activos a largo plazo.
Finalmente, Fransen también ha valorado la situación actual de los tipos de interés y ha asegurado que el sistema se puede mantener en un 3%. De hecho, ha destacado que la serie histórica evidencia que siempre se han tenido valores positivos, excepto en la última década donde hemos visto tipos negativos. El problema, según apunta, es que la sociedad se ha acostumbrado a vivir en este mercado de tipos negativos. Pese a ello, también ha explicado que los tipos de interés han subido tanto durante los últimos meses que las previsiones indican que ya solo pueden bajar.
Actualmente, la cuestión principal descansa en saber cuál será el nivel de tipos a largo plazo y cuando llegaremos a este nivel.