El rally alcista en las bolsas europeas vivido en 2013 no disuade a Hywel Franklin, gestor de acciones europeas de pequeña capitalización en UBS Global AM, de pronosticar otro buen año para el activo. Aunque reconoce que los retornos han sido muy significativos (por encima del 40% en el caso de valores españoles y portugueses), afirma que las valoraciones de las small caps europeas aún están por debajo de los niveles previos a la crisis.
“Aunque las valoraciones están aproximándose a la media de largo plazo, todavía hay potencial alcista, de en torno a un 30%”, explica. Además de comparar los precios con la historia, el gestor habla de su atractivo respecto a otras clases de activos (como la deuda) y otras geografías (como las acciones estadounidenses, donde la valoración es menos atractiva, algo que ve distinto en Europa). También acompañan los factores técnicos, debido a la escasa exposición al activo (“hasta 2013 aún siguió entrando capital en los activos de deuda”, dice) y en el marco de un contexto de rotación de los flujos desde la liquidez o la renta fija (que ofrecen bajas rentabilidades) hacia la renta variable.
El tercer factor favorable es el contexto económico: la economía europea se recupera gracias a una menor austeridad, la mejoría de la confianza del consumidor y una mejor salud de los balances empresariales, si bien habrá que estar atentos a la evolución de países como Francia, a la evolución de riesgos políticos y económicos (la situación de apalancamiento o desempleo) y a los riesgos de deflación, que el gestor considera que serán bloqueados por el Banco Central Europeo. Franklin también descarta una recesión económica este año. “Hay riesgo y volatilidad pero la rentabilidad de las small caps compensará por ello frente a otras opciones como las grandes compañías”, dice. En 2014, será el crecimiento de las empresas el que determinará los retornos de las bolsas.
Los analistas esperan crecimientos de beneficios mayores al 10%, pues los balances se ven sólidos teniendo en cuenta que más de un tercio de las compañías tiene dinero en efectivo en los mismos. “Habrá algo de volatilidad en el camino pero no hay que perder de vista el contexto: la mejora de los fundamentales jugará a favor”, dice, y pronostica retornos de en torno al 8%, mayor al que ofrecerán otros activos. “Es un buen momento para invertir en compañías europeas de pequeña capitalización, gracias al apoyo de las valoraciones y los signos de mejora económica en el continente”, resume. Y frente a las críticas o la cautela, explica que los gestores globales son más positivos sobre Europa que los propios europeos.
La clave: la selección
El contexto favorece también la selección activa de valores: frente a unos años de crisis en los que el capital se refugiaba en grandes nombres y de calidad y dejaba a otros valores “sin precio”, ahora las dispersiones entre los activos se están estrechando y es clave ser selectivo.
“Necesitamos vigilar muy de cerca la selección de valores y elegir las firmas de calidad y aquellas que no vayan a decepcionar en términos de crecimiento”, explica Franklin. Compañías cuya gestión esté alineada con los accionistas, cuya actividad tenga sentido y que cuenten con ventajas competitivas frente a sus competidores para aumentar su cuota de mercado.
De hecho, el estilo de selección bottom-up es el que caracteriza al equipo que gestiona valores de mediana y pequeña capitalización en la gestora de UBS y que les hace concentrar su cartera entre 60 y 100 valores de un universo cercano a los 4.000.
Como ejemplo ofrece el de una compañía española: Mediaset España. Aunque ve riesgo en el entorno macroeconómico, explica que la evolución del negocio de la publicidad puede beneficiarle, debido a la consolidación en el sector de los medios de comunicación (con la consiguiente reducción de competidores) y una evolución alcista en sus márgenes. “Los precios de la publicidad han caído un 50% y se recuperarán”, explica. También le gustan otros nombres como Jazztel o Bankinter (gracias a su negocio asegurador, el de su gestora de activos, su robusto balance y su posicionamiento para ganar cuota de mercado). En general, explica con respecto al mercado español que las valoraciones de las compañías aún están más de un 30% por debajo de sus niveles históricos.