La Reserva Federal estadounidense celebra esta semana su última reunión antes del descanso veraniego. Tras unos buenos datos de inflación y de empleo, los expertos esperan que la fase de endurecimiento de la política monetaria esté cerca de su fin. ¿Pero será así?
El pronóstico de Erik Weisman, economista jefe y gestor de carteras de MFS Investment Management, para la reunión de julio apunta a que la Fed subirá los tipos de interés en 25 puntos básicos, un movimiento “que está prácticamente asumido por los mercados” y el experto duda de “que el banco central vaya en contra de lo que el mercado espera”. Eso sí, reconoce dudas acerca de si el organismo monetario estadounidense subirá aún más los tipos, “ya que la decisión dependerá en gran medida de los datos”.
Weissman tampoco prevé grandes sorpresas en el comunicado oficial, teniendo en cuenta que aunque “el último indicador laboral, así como el IPC, fueron más débiles, sólo llevamos un mes” con este tipo de datos. En la conferencia de prensa, “espero que Powell se ciña a la narrativa sobre la importancia de contener la inflación y a que la Fed necesita ver más resultados para estar segura de que realmente están ganando la batalla”. En definitiva, Powell “no puede permitirse sonar pesimista”, aunque recuerda que el presidente de la Fed “a veces se sale del guion y entonces uno nunca sabe a qué se aferrarán la prensa financiera y los mercados”.
También cita como un “misterio” dónde aterrizará la economía, ya que aunque el camino hacia un aterrizaje suave “parece haber mejorado”, por otro lado, “gran parte del endurecimiento monetario rezagado está aún por ver”, de tal manera que “incluso si la Fed pone fin a su ciclo de subidas esta semana, los efectos de los últimos 16 meses de endurecimiento aún podrían empujar a EE.UU. a la recesión”, según Weissman.
Christian Scherrmann, U.S. Economist para DWS, también ve muy probable una subida de un cuarto de punto porcentual en la próxima reunión de la Reserva Federal, fundamentada en la opinión de que los responsables de la política monetaria del organismo “aún desean ver algunos datos buenos más sobre la inflación, así como indicios de que los desequilibrios del mercado laboral están disminuyendo”.
Sólo en ese momento espera Scherrmann que la Fed se incline por un posicionamiento de «esperar y ver, depender de los datos, subir durante más tiempo». Por lo tanto, tampoco espera que cambie su clara postura de línea dura en la próxima reunión, que apunta, tras los últimos comentarios y previsiones, que “la tendencia preferida entre los banqueros centrales de EE.UU. sigue siendo la de errar más bien por el lado hawkish que arriesgarse a repetir los errores del pasado de declarar la victoria demasiado rápidamente”, una enseñanza aprendida de los años 70, según rememora el experto.
Scherrmann cree que podríamos asistir a la última subida de tipos de este ciclo, “pero cualquier giro moderado parece lejano” y añade que mantener los tipos estables mientras las variables económicas se moderan “siempre implica que la política monetaria se endurece automáticamente”. De cara al futuro, esto también debería aliviar la presión sobre la Reserva Federal para que haga más en el frente de los tipos en las reuniones que quedan este año.
Frederick Ducrozet, director de análisis macroeconómico de Pictet WM, considera improbable una pausa en las subidas de tipos de interés en julio, tal y como hizo la Fed en junio, y aboga por un alza en un cuarto de punto en esta ocasión. Eso sí, más allá de este movimiento, Ducrozet no descarta otro aumento de tipos en septiembre o noviembre, pero no recortes este año” y que la política monetaria de la Fed siga siendo restrictiva.
Es más, la bajada de tipos llegaría “principalmente por caída de la inflación, a fin de mantener el nivel de ajuste monetario en términos reales”, así que la tasa terminal de tipos de interés puede situarse por encima de la tasa neutral -que no estimula ni frena la economía- de la Reserva Federal, estimada en el 2,5%, “a menos que EE.UU. entre en fuerte desaceleración con aumento significativo del desempleo”, según el experto.
Chris Iggo, CIO Core Investment Managers en AXA Investment Managers y presidente del AXA IM Investment Institute, señala que “si la Fed vuelve a subir los tipos en julio, los tipos de interés reales implícitos para el próximo año estarán muy por encima de los registrados en la última década. Por tanto, está justificado que el mercado espere tipos de interés más bajos en 2024”.
Carmen Olds, directora de Análisis de Natixis IM Solutions para España, Portugal y América Latina, tiene clara la subida de tipos de la Fed en esta reunión, pero pone el foco en llo que pueda pasar en el futuro más inmediato. La experta admite que es «difícil» determinar cuál será el pico de los tipos de interés en este ciclo monetario, pero sí ve como una certeza que el umbral para relajar la política monetaria «será alto: los bancos centrales se mostrarán reticentes a bajar los tipos de interés hasta que no haya suficiente evidencia de que las presiones inflacionarias, especialmente las subyacentes, se estén disipando con firmeza». En este punto, aclara que este escenario requerirá de un repunte del desempleo y da como plazo más probable de un debilitamiento del mercado laboral no antes del cuarto trimestre de este año.
Para Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, una subida de 0,25 puntos no cogerá por sorpresa al mercado y, de hecho, sería necesaria pesar de los datos tranquilizadores sobre la economía:» en particular la caída de la inflación, donde la batalla aún no está ganada y no se puede descartar un nuevo ajuste». Pero Dixmier también reconoce que la Fed «casi ha alcanzado su objetivo» y debería comunicar que los tipos están «muy cerca de un nivel apropiado y compatible con su objetivo de estabilidad de precios». Por eso, espera que la política monetaria de la Fed se encamine hacia un mantenimiento de los tipos de interés en una meseta elevada, lo que, unido a una inflación total que se espera que siga bajando y unos tipos de interés reales al alza, «debería contribuir a endurecer las condiciones monetarias y a eliminar la necesidad de que la Fed intervenga más».