Finalmente, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) prolongará la compra de deuda el tiempo que sea necesario. Tal y como destacan los analistas de Banca March, la segunda y última sesión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) cumplió con el guion esperado, sin cambios en tipos y en el que la Fed extenderá lo necesario su programa de ayudas.
“En este contexto, la Fed seguirá comprando al menos 120.000 millones de dólares mensuales de deuda hasta que la economía del país registre progresos sustanciales. Así, y con una votación unánime, los miembros del Comité decidieron mantener sin cambios el ritmo de compras en los niveles actuales, y enfatizaron el lenguaje empleado al concluir que su política de compras se mantendrá al menos hasta que el mercado laboral haya alcanzado niveles consistentes de pleno empleo y estabilidad de precios, esto es, cuando la inflación se encuentre en la senda de superar el 2% de forma moderada”, resumen desde la entidad bancaria.
John Bellows, gestor de Western Asset, gestora de inversión especializada en renta fija de Franklin Templeton, sostiene que el contraste entre las preocupantes condiciones actuales y las perspectivas a medio plazo, más favorables, probablemente haya dado lugar a un debate inusualmente intenso en la reunión. «Durante este año, el FOMC ha demostrado ser tanto agresivo como preventivo a la hora de responder a la crisis económica en curso. El anuncio de una política aún más acomodaticia habría mantenido esa tendencia», afirma Bellows.
Sobre la inflación, Powell dijo que se necesitaría algún tiempo para que los precios empiecen a subir, incluso con un nivel monetario acomodaticio muy alto. Y hay presiones desinflacionarias globales significativas, en tanto que la persistencia de la inflación no fue visible en los últimos años cuando la economía era fuerte, por lo que esto no es una gran preocupación para la Fed.
“Tal y como se esperaba, la Fed fortaleció el forward guidance sobre las compras de bonos y anunció que seguirá comprando hasta que se vea un progreso sustancial hacia su doble mandato. Sin embargo, se abstuvo de cambiar la composición de las compras o de comprar vencimientos más largos. Las perspectivas económicas de la Fed para los próximos años mejoraron. En general, el presidente, Jerome Powell, dijo que el camino a seguir sigue siendo muy incierto y que es probable que los próximos meses sean muy difíciles en términos del virus. El FOMC sigue siendo flexible en cuanto a hacer más, si es necesario, pero considera que ahora no es necesario y, por lo tanto, no hubo cambios en sus políticas, aunque con un forward guidance más fuerte”, añade Sandrine Perret, economista senior y estrategias de renta fija de Vontobel.
A pesar de que no incrementan el ritmo actual del QE a la espera de la evolución de la economía, los miembros de la Fed no prevén subidas de tipos hasta al menos 2023, con solo 5 miembros partidarios de subirlos en ese año y seguirán ampliando el balance por encima de los 7,2 billones de dólares actuales en caso de que sea necesario.
En opinión de Carlos del Campo, miembro del departamento de Inversiones de Diaphanum, “la reacción inmediata del mercado no ha sido violenta ya que se esperaba un discurso similar de apoyo a las condiciones financieras, en un escenario en el que se especulaba con la posibilidad de aumentar las compras de activos para reducir los tipos de financiación del sector privado, pero el estado de las conversaciones sobre un nuevo plan fiscal por 900.000 millones de dólares, probablemente hayan provocado una reacción más prudente del Banco Central”.
Además, la depreciación del dólar y la relativa estabilidad de la curva de deuda a pesar del previsible nuevo plan fiscal reflejan ya el tono dovish de la Fed, mientras que el oro y las bolsas aumentaron su atractivo ante la persistencia de unos tipos de interés reales muy bajos en los próximos años y la mejora del cuadro macro presentado. Según indican los analistas de Monex Europe, el comunicado de la Fed mantuvo un tono moderadamente alcista al margen, lo que disparó la operativa del billete verde frente a algunos rivales importantes momentáneamente. «No obstante, el tono de cautela de Powell para el corto plazo no pasó desapercibido, facilitando la corrección bajista del dólar un rato después. La última reunión de la Fed en el año ratifica el rol ultra-acomodaticio del banco en la etapa de recuperación económica y, en balance, refuerza nuestras proyecciones bajistas para el billete verde durante el próximo año«, apuntan.
Perspectivas y proyecciones
«Nuestra opinión es que la Reserva Federal se mantiene en un modo reactivo, esperando ver cómo se desarrollan las negociaciones en el Capitolio, mientras está preparada para reaccionar si las condiciones financieras empeoran. La posibilidad de un aumento en la compra de activos o la extensión de los vencimientos sigue en la mesa si la situación lo requiere, tal y como Powell insinuó durante la conferencia de prensa. Los meses más fríos serán decisivos para la recuperación a principios de 2021, y por lo tanto para el curso de la política monetaria», añade Christian Scherrmann, economista de DWS.
Para el experto de Diaphanum, “Powell insistió en que la pandemia seguirá condicionando el ritmo de recuperación de la economía, como está ocurriendo en el último trimestre del año, si bien subieron ligeramente las previsiones de crecimiento del PIB para 2021 ante el comienzo de la campaña de vacunación».
Por su parte, Scherrmann destaca que, sin embargo, para 2023 se prevé que la inflación y el desempleo se sitúen en niveles que probablemente reflejen lo que la Reserva Federal consideraría actualmente como una recuperación total. «Un elemento notable de las proyecciones es la amplia gama de expectativas de crecimiento para 2021 entre los miembros; al menos un miembro espera que 2021 no sea un año nada fácil. Una tasa de crecimiento de sólo el 0,5% para 2021 implica riesgos de caídas sostenidas en el primer trimestre de 2021. Sin embargo, en general, la mayoría de los miembros consideran que los riesgos para el crecimiento del PIB están equilibrados, a pesar de que algunos todavía los ven ponderados a la baja, lo que supone una mejora significativa en comparación con las proyecciones de septiembre», argumenta el economista de DWS.
En opinión de Perret, la valoración económica fue más positiva que en septiembre, ya que las previsiones del PIB aumentaron para este año. La entidad presidida por Jerome Powell ahora espera una caída del 2,4% para el PIB este año frente al -3,7% previo, y modificó ligeramente al alza sus expectativas en 2021 y 2022, hasta el +4,2% y +3,2%, respectivamente
“Las proyecciones para el desempleo fueron revisadas a la baja, como se esperaba. Powell declaró que la recuperación había sido más rápida de lo esperado, aunque en los últimos meses el ritmo de mejora se había moderado. Las proyecciones de la inflación del PCE básico también fueron un poco más altas en 2021 (1,8% vs. 1,7% anteriormente), pero sólo en el 2% en 2023”, añade la experta de Vontobel.