La Reserva Federal envió el lunes un comunicado advirtiendo al Banco Santander de que en su inspección rutinaria había detectado diversas deficiencias de gestión en cinco áreas de su filial estadounidense, Santander Holdings USA. En concreto, el organismo ha solicitado que se subsanen los errores localizados en el gobierno corporativo, la gestión de riesgos, la planificación de capital, y la gestión del riesgo de liquidez.
Santander Holdings USA controla Santander Bank y Santander Consumer USA.
El consejo de administración de Santander Holdings, encabezado por Scott Powell, CEO del grupo y jefe de operaciones de Santander en Estados Unidos, dispone ahora de 60 días como máximo para enviar un plan ‘aceptable’ a la Reserva Federal que detalle cómo tiene previsto resolver los problemas de su filial en el país.
“Las soluciones que propone Santander son vinculantes, y el eventual plan de acción debería ayudar a la filial del banco a superar las pruebas de solvencia de la Fed en 2016”, señala Alfredo Alonso, analista de Kepler Cheuvreux en declaraciones a The Wall Street Journal.
Inmersa en un proceso de adaptación a la normativa del supervisor bursátil estadounidense, la filial estadounidense de Banco Santander suspendió los test de estrés de la Fed en 2014 y 2015. “La evaluación cualitativa pone de relieve que todavía tenemos trabajo importante que hacer para cumplir con las expectativas de nuestros reguladores y nuestros propios estándares de excelencia», dijo entonces Powell.