A pocas horas que la Fed de a conocer la resolución que surja del FOMC de mayo, la desaceleración del crecimiento económico y el descenso de la inflación sugieren que el banco central se acerca al final de su ciclo de endurecimiento, dice un informe de Raymond James.
Aunque la renta variable se ha mostrado resistente, en abril llegaron más de los efectos esperados desde hace tiempo de la política de subidas aceleradas de los tipos de interés de la Fed.
«Después de casi 500 puntos básicos de endurecimiento, empiezan a aparecer grietas en el mercado laboral y en la economía», afirmó Larry Adam, director de inversiones de Raymond James. «Esta combinación de desaceleración del crecimiento económico y descenso de la inflación sugiere que la Fed está cerca del final de su ciclo de endurecimiento más agresivo en más de 40 años».
Con tantas corrientes importantes y contrarias impulsando el mercado, se espera que el comité de fijación de tipos de interés suba los tipos en torno a 0,25 puntos porcentuales en mayo, situándolos en el 5,25%.
La autoridad monetaria prevé que en el tercer trimestre se inicie una recesión poco profunda. El crecimiento económico se ralentizó en el primer trimestre, el crédito sigue restringiéndose y las cifras de nuevas contrataciones están muy disminuidas en comparación con el año pasado. Aunque dista mucho de ser indolora, la expectativa de la Fed es que una recesión puede ser un antídoto contra la tasa de inflación en descenso, pero todavía persistentemente alta.
Por otro lado, la política de tipos de interés de la Fed ha planteado dificultades a algunos bancos regionales, ya que los depositantes buscan mejores rendimientos en las letras del Tesoro a corto plazo respaldadas por el Gobierno y en otros tipos de fondos. El 1 de mayo, First Republic Bank se convirtió en el tercer banco en quebrar en dos meses y fue adquirido por JP Morgan en una operación intermediada por la Federal Deposit Insurance Corporation. Es de esperar que ésta siga siendo un área de preocupación, aunque no al nivel de amenaza que se temía en marzo.
Entonces, ¿bajará la Fed los tipos de interés si la economía se desploma?
Esta es la cuestión central. «Subir y mantener» puede ser la estrategia de la Fed para evitar la estrategia de «parar y seguir» que puede haber prolongado la crisis inflacionista de los años 70, pero no parece que ésta sea la opinión predominante del mercado, aseguran los expertos de Raymond James.
Con los tipos a corto plazo al alza y los tipos a medio y largo plazo a la baja, la curva de rendimientos del Tesoro -comparando los pagarés a 10 años y a 3 meses- alcanzó un máximo en abril con una inversión de -172 puntos básicos. Durante la Gran Recesión, la curva se invirtió -64 puntos básicos en su punto máximo. Esto ha contribuido a los retos a los que se enfrentan los bancos pequeños.
La actual inversión de los rendimientos ha persistido durante 184 días, acercándose a la duración de la inversión anterior a la recesión de 2001. Sin embargo, su duración sigue siendo muy inferior a la de la inversión que precedió a la Gran Recesión, que duró 337 días.
Además el límite de la deuda se acerca a su vencimiento. Con la previsión de que el límite de las «medidas extraordinarias» del Tesoro para pagar las deudas de la nación llegue ya en junio, los republicanos de la Cámara de Representantes aprobaron un paquete legislativo que suspendería el límite de deuda hasta marzo de 2024, o en 1,5 billones de dólares (trillions en sistema anglosajón), lo que ocurra primero. El proyecto de ley, que establece recortes del gasto, topes al crecimiento presupuestario, flexibilización regulatoria para los productores de energía y la reversión de varias prioridades clave de la administración Biden, tiene pocas posibilidades en el Senado, pero representa una apertura de las negociaciones para evitar daños mayores a la economía y la solvencia de Estados Unidos si no se llega a un acuerdo.
En conclusión, se espera que el objetivo de la Fed de reducir la inflación ralentizando la economía provoque una recesión, aunque su llegada se ha visto retrasada por la resistencia del mercado y de la economía, así como por el crecimiento de los salarios y la rigidez del mercado laboral.
Sin embargo, si abril es un indicio, puede que estemos en vías de ver cumplida la estimación de su llegada en el tercer trimestre. Aun así, a pesar de los despidos y la ralentización del crecimiento económico y la contratación, el elevado crecimiento salarial sigue siendo un contrapunto.
Esto es un fragmento del informe original “Effects of the Fed’s interest rate hikes starting to show” al que puede acceder en el siguiente enlace.