Ayer las previsiones se cumplieron y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció una subida de 25 puntos básicos de los tipos de interés, hasta el rango de entre el 4,5% y el 4,75%. Para los expertos, casi lo más relevante de su mensaje fue que Jerome Powell, presidente de la Fed, que fue más moderado que en otras ocasiones, pero también quiso dejar claro que aún queda algo de trabajo por hacer, y por ello esperan realizar “un par” de subidas más antes de terminar con su agresiva política de endurecimiento monetario.
«El tono del presidente Powell durante la conferencia de prensa no fue tan agresivo como la declaración del FOMC y los comentarios de apertura preparados. Como se esperaba, Powell reforzó su compromiso total con la reducción de la inflación e indicó que es posible que la Fed deba realizar un par de subidas más para llevar la política a un nivel que consideren apropiadamente restrictivo. No rechazó la reciente relajación de las condiciones financieras y señaló un enfoque en el endurecimiento de las condiciones financieras a largo plazo. Powell también reiteró varias veces su visión optimista sobre el resultado del aterrizaje suave», apunta Jonathan Duensing, director de Renta Fija americana, de Amundi US.
Según la valoración que hace Salman Ahmed, responsable global de Macro y Asignación Estratégica de Activos de Fidelity, la Fed decidió por unanimidad reducir el ritmo de subidas de tipos de interés y señaló en su comunicado que seguirían aumentando, lo cual muestra que no ha abandonado todavía su tono de línea dura. “Durante la conferencia de prensa, el presidente Powell indicó que era necesario seguir trabajando a pesar de la tendencia desinflacionista generalizada y señaló que los tipos se mantendrían altos durante más tiempo una vez que finalizara la subida”. En opinión de Ahmed, es probable que el tipo de interés final se sitúe en torno al 5,25% y, para él, la reunión sin duda apuntó en esa dirección. “La fortaleza del mercado laboral sigue siendo contradictoria con la dinámica de la vivienda y las señales de las encuestas empresariales, que indican un elevado riesgo de recesión”, matiza el experto de Fidelity.
Para Christian Scherrmann, Economist U.S. para DWS, un aspecto importante de la reunión de la esta semana de la Fed es que los banqueros centrales decidieron no modificar sus previsiones sobre nuevas subidas de tipos, tal y como algunos habían especulado. “La idea de que los aumentos continuos en el rango objetivo serán apropiados se mantuvo y señala la voluntad de la Fed de seguir endureciendo la política monetaria. A pesar de esta orientación hawkish, el nivel actual de los tipos de interés, entre el 4,50% y el 4,75%, no está muy lejos del máximo deseado, a menudo mencionado, de más del 5%. Pero en la rueda de prensa, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, volvió a mencionar el elefante en la habitación: un mercado laboral extremadamente ajustado que sigue estando desequilibrado. Además, añadió que la inflación sigue siendo demasiado alta y que la Fed debe seguir siendo restrictiva durante algún tiempo”, recuerda Scherrmann.
En opinión de Sonia Meskin, Head of US Macro de BNY Mellon Investment Management, la interpretación de la declaración por parte del mercado fue ligeramente agresiva, pero la interpretación de la rueda de prensa posterior a la publicación de la declaración fue pesimista. Según señala, «la óptica inflacionista se habrá vuelto finalmente positiva para la Fed en el primer semestre de 2023, ayudada por los efectos de base favorables y la desinflación de los bienes. A juzgar por los precios de mercado, los inversores parecen convencidos de que la mayor parte del impulso inflacionista en EE.UU. ha sido efímero y ha quedado atrás. Se espera que tanto la inflación general como la subyacente se desaceleren este año, llevando posiblemente las medidas de inflación subyacente al 2%, mucho más cerca del objetivo de inflación de la Reserva Federal de lo que hemos estado desde el COVID-19″.
Entendiendo el mensaje
Esta ralentización del ritmo de subidas era ampliamente esperada por el mercado, quien interpreta que el ciclo de ajuste de la Fed ha entrado en una fase de ajuste. “La Fed debe asegurarse que la inflación retroceda hacia la meta antes de quitar el pie del freno. El mayor desequilibrio sigue estando en el mercado laboral, donde la demanda laboral es mucho mayor que la reserva de trabajadores disponibles. Existe el riesgo de que, a medida que la economía sale de una mala racha este invierno debido al repunte del crecimiento en China y Europa, el incremento de los salarios se acelere de nuevo. Esto justificaría por completo un mayor endurecimiento y después conservar el status quo a partir de entonces y hasta finales de 2023. La Fed no lo mencionará, pero las tasas efectivas de los fondos de la Fed que subieron recientemente deben significar que la liquidez ahora es más estricta para alguien en el sistema bancario de EE.UU.”, señala Axel Botte, estratega de Mercados de Ostrum Asset Management.
En opinión de Laura Frost, Investment Director de M&G Public Fixed Income Team, el mercado acogió con satisfacción esta ralentización moderada, aunque se percibió con cierto pesimismo las advertencias lanzadas por Powell durante su intervención. Aunque Powell dijo que necesitaban «sustancialmente más pruebas de que la inflación está en una senda descendente sostenida», no insistió en la posibilidad de recortes de 50 puntos básicos hacia finales de 2023. “En mi opinión, la desesperación de los mercados por las operaciones de duración se ve favorecida por una Fed moderada y este cambio en la narrativa general podría estar diciéndonos, una vez más, que no luchemos contra la Fed”, indica Frost.
Según destaca Scherrmann, el presidente de la Fed, Jerome Powell, volvió a alejar las expectativas del mercado de posibles recortes de tipos este año, pero al mismo tiempo señaló un posible final del ciclo de subidas al reafirmar las perspectivas de diciembre sobre un tipo terminal algo por encima del 5%. “Esto coincide con nuestras expectativas, pero hay que tener en cuenta que la Fed tiene ahora un plazo prolongado hasta la próxima reunión de marzo. Hasta entonces se esperan muchos datos sobre los mercados laborales y la inflación. No esperamos que la Fed esté dispuesta a hacer una pausa en marzo y sigue siendo muy probable otra subida de 25 puntos básicos, pero una desaceleración continuada de la actividad económica podría cambiar la situación a partir de entonces. Aunque la ralentización económica podría justificar una pausa en la reunión de mayo, se necesita mucha relajación en los mercados laborales antes de que la Fed se muestre dispuesta a recortar los tipos. El mercado lo espera para 2023. Nosotros no lo esperaríamos hasta principios de 2024”, afirma el economista de DWS.
Por su parte, Botte considera que el sesgo pesimista se justifica ya que los datos recientes de la actividad económica han sido más débiles últimamente y que hay señales tentativas de aumentos más lentos en los costos laborales. “Sin embargo, el sesgo pesimista se mitigará con comentarios sobre la fuerte relajación de las condiciones financieras que va en contra del esfuerzo de la Fed por subir las tasas de interés. Los rendimientos, el dólar y los diferenciales han caído, mientras que la renta variable subió considerablemente en enero”, apunta el estratega de Ostrum AM.
Jason England, gestor de carteras de Janus Henderson, cree que si el mercado vuelve a ignorar o malinterpretar la determinación de la Fed, los inversores podrían estar preparándose para lo que podría ser un inevitable, y potencialmente doloroso, ajuste de cuentas. “La subida de tipos de 25 puntos básicos de esta reunión ya se había incorporado a los precios de los activos. Lo que el mercado puede tener dificultades para digerir es la continua inclusión en la declaración de la Fed de la frase las continuas subidas de tipos serán apropiadas. Queda abierto a interpretación cuánto tiempo permanecerá el tipo de los fondos federales en su máximo del ciclo una vez que lleguemos a él”, afirma England.
Según resume el gestor de Janus Henderson, en su reunión de diciembre, la propia encuesta Dots de la Fed indicó que el límite superior del rango del tipo a un día terminaría 2023 en el 5,25%. Esto representa potencialmente dos subidas más de 25 puntos básicos. Tanto la Reserva Federal como el mercado dan por sentado que las subidas se producirán más pronto que tarde. “El mercado de futuros, sin embargo, espera que el tipo de los fondos federales alcance un máximo de aproximadamente el 5,00% en julio, antes de caer al 4,50% a finales de año. Se trata de una discrepancia considerable y, en nuestra opinión, plantea un juego de la gallina bastante precario”, concluye.
Por último, Whitney Watson, Head of Fixed Income Portfolio Management de Goldman Sachs Asset Management, poco el foco en lo que significa todo esto para los inversores: «Para ellos, lo más importante es que en 2023 el foco de atención ha pasado del rápido aumento de la inflación a la ralentización del crecimiento económico. Creemos que este contexto hará que la correlación entre los bonos y los activos de riesgo se vuelva menos positiva, o incluso negativa. La mejora de las propiedades de cobertura de los bonos, combinada con un mayor potencial de ingresos y rentabilidad total, presenta para los inversores la mayor oportunidad en los mercados de renta fija en más de una década, incluso después del fuerte rendimiento observado en enero».