“Pronto será apropiado subir el rango objetivo de tipos de los fondos federales”. Con estas palabras el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, dio ayer la señal de despegue para una, muy previsible, primera subida de los tipos de interés en marzo. Según la valoración que hacen hoy las gestoras, la reunión de ayer dejó, además, varias cosas claras: confirmó su tono más “hawkish”, que la inflación es su mayor preocupación y emitió una advertencia anticipada de reducción de su balance.
“Su principal objetivo este mes era comunicar sus próximos pasos para el ciclo de endurecimiento que se inicia este año. El comunicado ha proporcionado nuevas orientaciones sobre el despegue, que pronto será apropiado, y sobre el balance, con unas compras de activos que ahora se espera que terminen a principios de marzo, resume Anna Stupnytska, economista global en Fidelity International, sobre los aspectos más técnicos de la reunión de ayer.
Según su valoración, después de haber subestimado la amplitud y persistencia de las presiones inflacionistas, y de haber quedado por ello significativamente por detrás de la curva, “ha llegado el momento de que la Fed proteja su credibilidad con su objetivo de inflación”. En este sentido, Stupnytska añade: “Si bien creemos que en 2022 pueden producirse entre 3 y 4 subidas de tipos y un cierto saneamiento del balance (aunque, por supuesto, el diablo del balance está en los detalles), somos más escépticos en cuanto al ritmo de endurecimiento en 2023-24 que los mercados están valorando actualmente”.
En este sentido, Thomas Costerg, economista de Pictet WM, coincide y considera que el ritmo de subida de tipos será “suave”. Según destaca, el mercado de futuros descuenta 4,5 alzas de tipos de interés de 0,25 % este año. “Por nuestra parte, esperamos un aumento de tipos de interés del 0,25 % (no de 0,5 %) en la reunión de marzo y un ritmo suave de alzas posteriormente, aunque hay creciente nerviosismo respecto a que la inflación puede exacerbarse si los aumentos salariales continúan su reciente trayectoria ascendente, lo que podría terminar rompiendo la promesa de un ajuste ordenado y constante”, apunta Costerg.
Efectivamente, las gestoras coinciden que, durante la conferencia de prensa, Powell se mostró ambiguo respecto al ritmo de alzas de tipos de interés tras marzo. “Pero ha dado una señal bastante agresiva de que podría aumentar más de 0,25% por trimestre, pues están aumentado los riesgos de inflación”, matiza el economista de Pictet WM.
“Al cumplirse sus dos criterios, estabilidad de precios y pleno empleo, la Fed indicó que el inicio del ciclo de normalización de los tipos está próximo. La Fed probablemente evitó referirse a la próxima reunión prevista en marzo para darles opción en caso de que los acontecimientos externos tuvieran un impacto perjudicial en el crecimiento. Sí reconoció que el reciente aumento de los casos de COVID-19 ha pesado sobre las perspectivas de crecimiento a corto plazo, pero que no sería duradero”, destacan desde Amundi.
Dos de los aspectos sobre los que reflexionan las gestoras en sus últimos comentarios son lo que supone la publicación de los “Principios para reducir el tamaño del balance de la Reserva Federal”, y comparar su hoja de ruta actual con la acometida en 2014. En este sentido, Christian Scherrmann, Economist U.S. para DWS, señala: “La Fed volvió a publicar una declaración sobre los principios para reducir el tamaño del balance de la Reserva Federal, al igual que en 2014. Al igual que entonces, esta declaración se queda corta en cuanto a información definitiva. Pero una gran diferencia con respecto a 2014 es que la Fed ciertamente no está dispuesta a esperar casi dos años para comenzar a reducir sus tenencias. Lo que antes tardaba años, ahora será cuestión de unos pocos meses. Las variables son diferentes. El crecimiento sigue siendo rápido y la inflación es extremadamente alta. La Fed quiere reducir su balance más pronto que tarde”.
En opinión de Simon Harvey, director de análisis FX en Monex Europe, la única sorpresa fue la publicación del aviso de mercado complementario «Principios para reducir el tamaño del balance de la Reserva Federal». “Dicho aviso se publicó por última vez en 2014, con una adenda en 2017. Su publicación sugiere que la Fed está sentando las bases para el endurecimiento cuantitativo después de que las actas de la reunión de diciembre señalaran que habían comenzado en el FOMC las discusiones sobre el calendario y el ritmo para permitir que las compras del Tesoro y los MBS salgan del balance”, matiza Harvey.
La inflación y su balance: las certezas
A principios de año, los analistas de las principales gestoras ya advirtieron que la elevada tasa de inflación ejercería presión sobre la Fed, quien ayer ya reconoció que esta es su principal preocupación y que se ocupará de contenerla. Según estima Keith Wade, economista y estratega jefe de Schroders, la inflación subyacente seguirá aumentando durante el primer trimestre del año, incluso aunque la general se modere. Además, posteriormente, y a medida que el efecto de ómicron disminuya, cabría esperar que los problemas en las cadenas de suministro y la escasez de mano de obra se vaya equilibrando, dando lugar a un alivio de los precios.
¿Qué supone este escenario para la Fed? Según añade Wade, “esto se producirá demasiado tarde para la Reserva Federal, que verá cómo la inflación se mantiene en niveles máximos cuando se reúna los días 15 y 16 de marzo. El temor a que el repunte de los precios repercuta en un mercado laboral ajustado y haga subir los salarios significa que el riesgo de que la inflación se consolide sigue siendo importante y es probable que suban los tipos de interés. Dado que el programa de compra de activos finalizará ese mes, el banco central tendrá libertad para ajustar el coste del crédito”. El experto considera que la cuestión más inmediata es “el aumento de los riesgos de estanflación a medida que Ómicron causa más disrupciones y que la Reserva Federal avanza para controlar la inflación”.
Para otros, la Fed directamente está cometiendo un error en su político respecto a la inflación. “La pregunta ahora es si el error será apretar demasiado y tener una recesión o no apretar lo suficiente y tener una inflación alta durante más tiempo del que la gente piensa. Creemos que esta Fed podría tener demasiada credibilidad en la lucha contra la inflación”, advierte Richard Bernstein, CEO de Richard Bernstein Advisors.
En segundo lugar, al hablar de la reducción del balance, la Fed dio a conocer algunos «principios». Según explica Sandrine Perret, economista senior en Vontobel, los miembros de la autoridad monetaria esperan que comience después de que empiecen a subir los tipos. “Pero no han tomado una decisión sobre el tiempo, el ritmo y otros detalles relativos a la reducción. La Fed lo discutirá en las próximas reuniones y quiere que el proceso sea ordenado y predecible. Powell declaró que necesitarán al menos una reunión después de subir los tipos (en marzo) para la discusión. A largo plazo, la Reserva Federal tiene la intención de mantener principalmente los bonos del Tesoro”.
Para Janus Henderson, en esta reunión faltó que la Fed se pronunciara sobre cómo abordará la reducción de su balance desde los niveles de la era de la crisis y considera que ahora puede ser más firme en la utilización de su balance que después de la crisis financiera mundial para controlar el nivel de los rendimientos a largo plazo.
“Creemos que, aunque la Fed restó importancia al papel de la reducción del balance, las condiciones podrían desarrollarse de manera que favorecieran este escenario: un par de subidas de tipos, una pausa y, si la curva se aplana demasiado, el balance podría desplegarse para presionar al alza a los bonos de mayor duración. Si la Reserva Federal opta por esta vía, podríamos prever que la curva de rendimiento se aplane primero y se empine más adelante en el año”, afirma Jason England, gestor de carteras de bonos globales en Janus Henderson.
Ahora bien, England reconoce que esto es hablar desde la teoría porque Powell dijo muy poco sobre el plan de la Fed para reducir su balance. “Creemos que la Fed está siguiendo el libro de jugadas de la reducción del año pasado, cuando primero no estaban hablando de hablar de ello, luego hablaron de ello y finalmente llegaron a un marco que telegrafiaron al mercado. En consecuencia, creemos que el mercado recibirá muchas más orientaciones sobre la reducción del balance en las próximas reuniones”, añade.
La respuesta del mercado
En general, las valoraciones de las gestoras coinciden en que los mercados respondieron con tranquilidad al mensaje lanzado por Powell, aunque sí se produjeron movimientos relevantes. “El tono hawkish de la Fed eliminó el optimismo en las bolsas en EE.UU., ya que el rebote en la sesión de ayer fue perdiendo fuerza a medida que avanzaba la rueda de prensa de la Fed. Por su parte, las bolsas europeas cerraron en positivo antes de la reunión de la Fed apoyadas principalmente por los sectores relacionados con el turismo, los bancos y el sector energético. Y se produjeron importantes retrocesos en las bolsas asiáticas, tras los comentarios de la Fed que apuntan a que los tipos de interés oficiales subirán pronto para controlar la inflación. Por último, la rueda de prensa de la Fed dio paso a la venta masiva en los bonos”, resumen los analistas de Banca March.
En opinión de Callie Cox, analista de inversiones de eToro, el mercado se ha preparado para subidas de tipos grandes y rápidas, pero el fondo más flexible y suave de la Fed podría ser una “victoria” para el mercado. “Las acciones tienden a ir mejor cuando la Fed hace ajustes graduales y es transparente sobre las perspectivas. Powell subrayó que la Fed sería comedida y gradual con las subidas y los cambios de política. Pero a los ojos del mercado, sus esfuerzos por no comprometerse y sus comentarios sobre la alta inflación podrían dejar la puerta abierta a una acción más drástica. El éxito de este ciclo puede depender de la medida en que estas subidas graduales ayuden a gestionar la inflación. Pero por ahora, parece que la Fed es consciente de los riesgos y está preparada para caminar por la cuerda floja. Ahora que tenemos cierta certeza en el frente de la Fed, los inversores pueden centrarse más en los datos económicos sólidos y en un crecimiento de los beneficios mejor de lo esperado”, afirma Cox.
Sobre el impacto en la renta variable, James Athey, director de inversiones en abrdn, matiza: El hecho de que el presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, haya restado importancia a la preocupación por el endurecimiento de las condiciones financieras en este momento realmente permite al mercado seguir adelante y valorar un endurecimiento monetario considerablemente mayor en los próximos 24 meses. Es probable que esto actúe como un importante viento en contra para la renta variable en general, pero en particular para aquellos que han pasado los últimos años cotizando con valoraciones exageradas”.
Desde Monex Europe apuntan que el aumento de las expectativas de subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, que se refleja en la subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, pesó en los mercados de renta variable de Estados Unidos e hizo que el dólar subiera tanto en el G10 como en los mercados emergentes. “A pesar de que durante el resto de la conferencia de prensa no se comprometió con el calendario, el ritmo y el impacto del endurecimiento cuantitativo, el daño ya está hecho en los mercados financieros debido a los comentarios que sugieren una senda de tipos más pronunciada en relación con las 4 subidas de tipos de este año antes de la reunión, en la que se pretendía que fuera una de las reuniones más sencillas de la Fed”, matiza Harvey.
Para Morgane Delledonne, directora de análisis de Global X ETFs, en general, la reunión fue ligeramente más agresiva de lo que el mercado esperaba, “ya que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a corto y largo plazo subieron tras la conferencia de prensa”. Según explica, “el mercado ha descontado cuatro subidas de tipos en 2022, la primera de las cuales se espera en marzo, pero hasta seis subidas siguen siendo una posibilidad según el mercado de futuros”.
“En definitiva, vimos una Fed reacia a afectar al mercado, a pesar de que quieren ir reduciendo su política monetaria acomodaticia más rápido que en anteriores ciclos de subidas, y esta no es una postura fácil. Se pudieron ver algunas similitudes con la situación de finales de 2018”, concluye François Rimeu, estratega senior de La Française AM.