La Reserva Federal de Estados Unidos finalizó hoy su primera reunión del año, también la primera reunión con Donald Trump como presidente. Tal y como se esperaba, el organismo que preside Janet Yellen permaneció unánimemente a la espera de que se defina la política económica del nuevo presidente.
En 2016, solo hubo espacio para una subida en los tipos, un cuarto de punto en el mes de diciembre, la misma subida que se produjo en el año anterior. Las incertidumbres globales -que según el organismo se han reducido- y la inestabilidad han obligado a la Fed a ser cauta, pese a las presiones que instaban a una subida ante el riesgo de un sobrecalentamiento de la economía. Según dijo la Fed en la nota posterior al encuentro, «el mercado laboral ha continuado fortaleciendose y la actividad económica creciendo a un ritmo moderado».
Con un mercado que espera tres subidas este año, el organismo no ha dado pistas sobre futuras decisiones más allá de las que cada uno quiera ver en sus declaraciones: «El Comité espera que, con ajustes graduales en la política monetaria, la actividad económica crezca a un ritmo moderado, las condiciones del mercado de trabajo sigan mejorando, y la inflación llegue al 2% en el medio plazo».
«La Fed reiteró su intención de subir tipos gradualmente a medida que el mercado laboral siga mejorando. El primer meeting del año de la Reserva Federal sonó ligeramente más optimista, ya que reconoció una mejora de la confianza del consumidor y de las empresas, así como del mercado inmobiliario. Los inversores se centrarán ahora en el dato de empleo del viernes para tomar posiciones tras la incertidumbre creada tras la investidura de Donald Trump en sus dos primeras semanas de mandato. La Fed no hizo mención alguna a planes de reducción de balance. Continuamos pensando que habrá posiblemente dos subidas de tipos este año. La primera podría llegar más de cara al tercer trimestre, salvo que haya un repunte de la inflación por encima de lo esperado en el primer semestre. No obstante, estaremos muy atentos a las noticias en referencia al plan de estímulo fiscal anunciado por Trump. La reacción del mercado a la decisión de la Reserva Federal se concentró principalmente en su divisa que se depreció contra el euro hasta niveles próximos al 1,08. La curva de tipos apenas se movió, ya que no hubo sorpresas, comentaba Ignacio Díez, gestor de renta fija de Credit Suisse Gestión.
La deuda en el balance de la Reserva Federal
Las autoridades de la Reserva Federal están alertando a los mercados de que el balance de 4,5 billones de dólares del banco central ha vuelto a ser un tema importante en la agenda, en un aparente esfuerzo por conceder a los inversores tiempo para que se preparen para para los cambios que puedan venir, en lugar de señalar que cualquier tipo de acción es inminente.
Según recoge la publicación Reuters, las autoridades de política monetaria quieren minimizar cualquier volatilidad que una reducción en el masivo balance de la Fed pueda causar y ha anunciado que solo realizará el movimiento después de que la subida de tasas esté bien avanzada.
La Fed acumuló bonos en su balance durante y después de la crisis financiera para inyectar efectivo en la economía y disminuir la presión en las tasas de interés a largo plazo, y ha manteniendo su cartera estable desde diciembre de 2013.
Mientras que la Fed sólo ha subido las tasas en dos ocasiones desde la crisis, un número mayor de autoridades dentro de la Reserva Federal han expresado su apoyo para permitir que las posiciones en deuda vayan disminuyendo al dejar que los bonos lleguen a vencimiento sin necesidad de reinvertir las ganancias.
Algunos han argumentado que el proceso, o al menos generado debate sobre cómo proceder, debería comenzar con el año más avanzado. Tan solo unos meses atrás, varias voces dentro de la Fed sugerían que el balance de deuda de la Fed podría seguir siendo grande por muchos años más.
Pero con un mercado laboral que continúa estrechándose y las promesas de recortes fiscales y de mayor gasto realizadas por Trump, se espera que las tasas de inflación y de interés puedan crecer a un ritmo más rápido que el año pasado. Disminuir el balance de la Fed será el próximo movimiento de la Fed para normalizar la política monetaria.
La mayoría de inversores de Wall Street no esperan que se produzca una disminución en el balance hasta mediados de 2018, las autoridades están pendientes de evitar otro episodio como el ‘taper tantrum’ de 2013, cuando el precio de los bonos se desplomó después de que el entonces presidente de la Fed, Ben Bernanke sugiriera reducir el ritmo de compra de los bonos.