En su primera reunión del año, la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) ha mantenido su apuesta por ser paciente y basar sus decisiones en los datos, por lo que mantuvo los tipos de interés oficiales en el 4,25%-4,5%. Realiza así la pausa que el mercado estaba valorando, tras tres reuniones consecutivas anunciando recortes. Según el análisis que hacen los expertos el día después, la elevada incertidumbre sobre las perspectivas de la política fiscal y comercial de Estados Unidos, junto con los datos recientes que muestran un crecimiento sólido y la estabilidad del mercado laboral, facilitaron que la Fed mantuviera los tipos sin cambios y señalara que no hay prisa por ajustarlos de nuevo.
Para Max Stainton, macro estratega senior global en Fidelity International, lo más relevante de la reunión fueron las “notables modificaciones” del comunicado, que incluyeron una mejora en la evaluación del mercado laboral, pasando de caracterizar las condiciones como «generalmente relajadas» a «estabilizadas», reflejando la fuerza del empleo mostrada en el informe de diciembre.
“El núcleo de la conferencia de prensa sugirió una cautela continuada respecto a la trayectoria de la inflación, con Powell evitando responder cualquier pregunta sobre aranceles, a la vez que enfatizó que el comité ya no tenía «prisa» por recortar, sus propias opiniones fueron más dovish”, matiza Stainton.
En este sentido, se puede afirmar que la Fed considera que los riesgos para la inflación están equilibrados. Según Jean Boivin, Head of the BlackRock Investment Institute, las presiones inflacionarias persistentes impedirían que la Fed recortara las tasas de manera rápida o significativa, y que este no sería un ciclo típico de recortes, sino un ajuste fino de su postura de política monetaria. Y en su opinión eso es exactamente lo que está ocurriendo.
“En los últimos meses, los mercados se han ido ajustando a un escenario de tasas altas por más tiempo y ahora solo prevén dos recortes de tasas por parte de la Fed este año, con el primero previsto para junio. Curiosamente, Powell no mencionó explícitamente qué riesgos podrían llevar a una mayor inflación, a pesar de que ese ha sido el principal motivo del cambio en la postura de la Fed. Creemos que la Fed está tratando de evitar hacer declaraciones prospectivas ante los cambios políticos en Washington”, afirma Boivin.
Interpretando a Powell
“Aunque esto parece cerrar la puerta a una bajada de tipos en marzo, la declaración de la Fed contiene cierta ambigüedad. La debilidad del empleo o de la economía podría dar lugar a nuevos recortes; una inflación rígida podría significar que los tipos se mantuvieran más altos durante más tiempo. Por el momento, su decisión respalda la opinión generalizada de que no cabe esperar ningún movimiento de los tipos mientras la política económica de la nueva Administración esté tomando forma. Evidentemente, la Fed cree que los tipos de interés están en el nivel adecuado por ahora y no se verá obligada a actuar. Creemos que esto es positivo para los mercados de crédito corporativo, ya que los rendimientos absolutos se mantienen en niveles atractivos”, destaca Eric Muller, Head of Product and Investment Strategy de Muzinich & Co.
En este sentido, desde PIMCO creen que los comentarios de Powell sugieren que habrá otra pausa en marzo. “Señaló que los funcionarios esperan ver un mayor progreso en la inflación, y que la política sigue siendo ‘significativamente superior’ a la tasa de política neutral que esperan alcanzar con el tiempo. Por otra parte, pensamos que siguió manteniendo las subidas de tipos fuera de la mesa, señalando que si la inflación sigue siendo más rígida de lo esperado, la Fed está bien posicionada para simplemente mantener los tipos en territorio restrictivo”, explica Allison Boxer, economista de PIMCO.
¿Y ahora qué?
De cara a qué esperar a corto plazo, Dan Siluk, responsable de Global Short Duration & Liquidity en Janus Henderson, ve posible que la Fed esté en modo «pausa» en lugar de «salto» con respecto a los tipos. “Lo fiscal va a desempeñar un papel mucho más importante para los tipos. También hay que observar cómo se desarrollan las iniciativas políticas sobre aranceles, inmigración y regulaciones. El FOMC puede haber aprendido algunas lecciones sobre cómo debe responder a impulsos fiscales como los que vimos durante la pandemia”, señala Siluk.
En opinión de Christian Scherrmann, economista jefe para EE.UU. de DWS, los banqueros centrales parecen estar ganando tiempo. “Se encuentran ahora en la tesitura de esperar nuevas aportaciones de la política para calibrar la política monetaria, lo que a su vez limita la orientación futura. De cara al futuro, esperamos que los datos de inflación sean favorables, al menos en el primer trimestre. Esto mantiene la puerta abierta a otro recorte en marzo y quizás en junio, pero por supuesto el riesgo se inclina actualmente hacia una menor relajación en lugar de una mayor. Sin embargo, la propia Fed parece estar en una posición cómoda para reaccionar de cualquier forma, puesto que ya ha recortado los tipos en 100 puntos básicos. No obstante, creemos que la subida de tipos sigue siendo poco probable por el momento”, explica Scherrmann.
La reacción del mercado
La Fed cumplió con las expectativas de los mercados, aunque estos oscilaron algo ante un comunicado del comité aparentemente hawkish y un presidente cuya preferencia “insinuada” es la de más recortes. “En nuestra opinión, esta tensión probablemente se resolverá cuando la Fed pueda comenzar a incorporar la política administrativa real en sus expectativas. Esperamos un cóctel de políticas de aranceles y una reducción significativa de la inmigración que aumentarán el riesgo de inflación y, dado que el mercado laboral se está estabilizando en lugar de suavizarse, esto refuerza nuestra opinión de que el comité mantendrá la política actual durante 2025, priorizando la estabilidad política sobre posibles ajustes prematuros”, argumenta la experta de Fidelity.