La reunión de ayer de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) transcurrió según lo previsto, sin cambios aún en los tipos de interés, pero sí dejó algunos mensajes claros. Uno de los más relevantes fue que ve menos necesidad y urgencia de relajar su política monetaria, pero sigue dejando la puerta abierta a realizar recortes este año. La clave está en que, a corto plazo, espera unas cifras de inflación superiores a las previstas a principios de año, aunque sus proyecciones a largo plazo siguen mostrando una inflación que volverá al 2%.
“Los banqueros centrales dieron una sorpresa aparentemente agresiva en la reunión de junio del FOMC. La proyección mediana actualizada del tipo de interés de los fondos federales, o diagrama de puntos, indica ahora un único recorte de tipos de aquí a finales de año, frente a los tres previstos en marzo. Este cambio de opinión se debió probablemente a una ligera mejora de las perspectivas de inflación para este año y el próximo”, señala Christian Scherrmann, economista para EE.UU. de DWS, sobre su visión global sobre la reunión de ayer.
Sobre este cambio de opinión, Jean Boivin, responsable del BlackRock Investment Institute, apunta que la Fed ya lo ha hecho en varias ocasiones, por lo que no le dan mucho peso a su nuevo conjunto de proyecciones. “El propio Powell dijo que no lo considera con alta confianza, enfatizando el enfoque dependiente de los datos de la Fed. No importa la declaración prospectiva de la Fed, las sorpresas de inflación entrantes, en cualquier dirección, probablemente continuarán llevando a grandes revisiones en las perspectivas de política”, explica. Boivin considera que, dada la poca claridad de los bancos centrales sobre el camino a seguir, los mercados se han vuelto propensos a reaccionar fuertemente a puntos de datos individuales, como vimos nuevamente hoy con el salto post-IPC en el S&P 500 y la gran caída en los rendimientos del Tesoro a 10 años.
Para Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional de J. Safra Sarasin Sustainable AM, el de Powell fue un mensaje muy equilibrado. “Aunque el gráfico de puntos se desplazó hacia arriba, y la mayoría de los funcionarios no esperan ningún recorte o sólo uno este año, también son muy conscientes de que si mantienen una política restrictiva durante demasiado tiempo podrían dañar indebidamente el mercado laboral y la economía. Hasta ahora, el mercado laboral está mucho más equilibrado, lo que debería permitir una tendencia a la baja de la inflación”, argumenta.
¿Qué significa esto?
En opinión de David Kohl, economista jefe de Julius Baer, el resumen de proyecciones económicas actualizado sugiere que solo es apropiado un recorte de tipos en 2024 y tipos más altos a largo plazo. “El aumento de las previsiones de inflación y el mantenimiento de las perspectivas de crecimiento confirman la opinión de que el FOMC desea mantener los tipos de interés altos durante más tiempo. Las últimas cifras de inflación de EE.UU., que sorprendieron a la baja, fueron bien recibidas y aumentan la confianza en nuestra opinión de que la Fed recortará su tipo de interés oficial en su reunión de septiembre. Esperamos que la Fed haga una pausa a partir de entonces y recorte los tipos una vez más en diciembre en respuesta al enfriamiento del mercado laboral y la relajación de la inflación”.
Para Kohl, la senda adecuada para el tipo de los fondos federales ha cambiado notablemente para 2024: “Cuatro participantes en el FOMC no ven necesidad de recortes de tipos en 2024, siete abogan por un recorte de tipos y ocho por dos recortes de tipos”. Esto supone, según explica, que la proyección mediana para 2024 se ha movido hacia un recorte de tipos y una preferencia por recortes en 2025. “La proyección de tipos a más largo plazo ha aumentado, confirmando la opinión de que el FOMC desea mantener los tipos de interés altos durante más tiempo. El ajuste de la senda de tipos de interés a más largo plazo supone un importante reconocimiento de que la economía estadounidense está soportando los tipos de interés más altos mucho mejor de lo que se temía”, señala el economista jefe de Julius Bear.
Una visión que también comparte James McCann, economista jefe adjunto de abrdn. “En realidad, la mediana de los miembros del FOMC prevé ahora un solo recorte de tipos en 2024, frente a los tres que había previsto en marzo. Este cambio de postura probablemente se deba a un crecimiento de los precios mayor de lo esperado a principios de 2024, que obligó a los miembros del FOMC a revisar al alza sus previsiones de inflación una vez más. Sin embargo, la sorpresa a la baja de ayer en la inflación del IPC fue mucho más alentadora, y con la mayoría de los miembros divididos entre uno o dos recortes, no nos sorprendería ver que el mercado sigue flirteando con la opción de que este año se produzcan varios recortes de tipos”, añade McCann.
Alman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International, destaca que durante la conferencia de prensa, el presidente Powell hizo hincapié en la importancia del flujo de datos entrantes, especialmente en el frente de la inflación. “Hemos visto cómo la Fed abandonaba por completo cualquier tipo de dependencia de las previsiones para fijar su política, por lo que seguimos previendo que mantendrá su actual dependencia de los datos de los mercados”, señala.
Previsión sobre los recortes
En opinión de Ahmed, su hipótesis de base es que no haya ningún recorte este año, pero “si el progreso de la inflación continúa durante los meses de verano o los mercados laborales empiezan a mostrar algunos signos de tensión, sí que aumenta la probabilidad de que haya uno”, explica. Dicho esto, añade: “La economía estadounidense sigue resistiendo y la publicación de ayer se vio afectada por los componentes de los seguros de vehículos y las tarifas aéreas, lo que significa que el listón para que empiecen los recortes sigue estando alto”.
En cambio, desde Julius Baer, Kohl apunta a septiembre, seguido de un nuevo recorte en diciembre, y que reduzca el tipo de interés oficial gradualmente en 2025 con tres recortes más. “Los últimos datos de inflación de EE.UU., que sorprendieron a la baja en mayo, aumentan nuestra confianza en un recorte de tipos en la reunión del FOMC de septiembre, mientras que un mayor enfriamiento del mercado laboral en la segunda mitad del año debería motivar otra ronda de relajación de la política en la reunión de diciembre”, argumenta al respecto.
Para Scherrmann será necesario más tiempo para que el término «progreso» pase de la conferencia de prensa a la declaración posterior a la reunión, donde serviría de señal definitiva para un primer recorte de tipos. Mientras tanto, considera que la Fed debe evitar escenarios como los del cuarto trimestre de 2023, en el que las condiciones financieras experimentaron una relajación innecesaria debido a las crecientes expectativas de recorte de tipos. “Teniendo en cuenta las incoherencias observadas durante la reunión de junio, concluimos que este objetivo se ha logrado con éxito por ahora: los mercados han descontado algo menos de dos recortes en 2024, una ligera disminución con respecto a las expectativas previas a la reunión. A medida que vayamos atando cabos, es probable que coincidamos con esta valoración”, defiende el economista de DWS.
Fed versus BCE
En opinión de Wolfgang Bauer, gestor del equipo de renta fija cotizada de M&G Investments, estos días estamos viviendo un extraño «mundo espejo» entre los bancos centrales. «Después de que la semana pasada el BCE recortara los tipos de interés y revisara al alza sus previsiones de inflación, la Reserva Federal ha hecho exactamente lo contrario. Sólo unas horas después de la publicación de un dato de inflación sorprendentemente bajo, la Reserva Federal decidió mantener los tipos de interés en los niveles actuales y, lo que es más importante, modificó al alza su dot plot indicando así que sólo bajaría los tipos una vez este año. Es probable que la cautela de la Reserva Federal ayude a los halcones del BCE a aplazar por ahora nuevas bajadas de tipos. Aunque la coyuntura económica en Europa es diferente a la de EE.UU., parece poco probable que el BCE siga adelante con la relajación de la política monetaria mientras la Reserva Federal se mantenga a la espera», comenta Bauer.
Desde eToro consideran que esta última actualización también subraya que la Fed no se siente presionada para bajar los tipos, como han hecho recientemente otros bancos centrales del G7 (como el BoC y el BCE).