El líder del Partido Socialista, Pedro Sánchez, no ha obtenido una mayoría parlamentaria, lo que aumenta significativamente la probabilidad de que se repitan las elecciones el 10 de noviembre y prolonga la incertidumbre política de España, según Scope Ratings.
La falta de mayor claridad sobre la formación del próximo gobierno de España y su programa limita la mejora de las calificaciones soberanas de España, que se mantienen en su nivel actual de A-/Estable, para Scope. Y ello, a pesar del sólido crecimiento económico anual del país, superior al 2%, y del rendimiento récord de la deuda pública a diez años, inferior al 0,4%.
Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista (PSOE), y Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos (UP), no pudieron llegar a un acuerdo la semana pasada, tras una ruptura en las conversaciones provocada por las negociaciones sobre los ministerios y sus respectivas competencias.
Sánchez no obtuvo la mayoría parlamentaria absoluta (176 de los 350 representantes) en la cámara baja en la primera votación del 23 de julio (obtuvo 124 votos) ni la mayoría simple (más votos a favor que en contra) de los que votaron en una segunda votación el 25 de julio.
En la segunda votación, Sánchez obtuvo de nuevo sólo 124 votos a favor -el PSOE con 123 escaños y un escaño de la región de Cantabria (PRC)- mientras que 155 representantes votaron en su contra, encabezados por el Partido Popular (66), Ciudadanos (57) y Vox (24). Las 67 abstenciones fueron lideradas por Unidas Podemos (42), partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes.
La oferta de última hora de Podemos de votar a favor de la investidura de Sánchez a cambio de una vicepresidencia de derechos sociales y tres ministerios (Sanidad, Trabajo, Ciencia y Universidades) fue rechazada por Sánchez. A su vez, había aceptado la vicepresidencia de derechos sociales y tres ministerios con presupuestos anuales más bajos: Sanidad, Vivienda e Igualdad.
«El estancamiento político de España continúa, ya que la ausencia de una cultura de coalición ha frustrado una vez más la formación de un nuevo gobierno», afirma Alvise Lennkh, analista de Scope Ratings.
«Procedimentalmente, ahora el reloj está corriendo. Sánchez tiene dos meses adicionales (60 días) hasta el 23 de septiembre para obtener los votos necesarios. De lo contrario, el 10 de noviembre se celebrarán nuevas elecciones, la cuarta en cuatro años», señala Lennkh.
En principio, todavía se puede llegar a un acuerdo. Sin embargo, aunque se eviten las elecciones repetidas y surja un gobierno de las próximas negociaciones, la credibilidad de ese gobierno ya se ha visto afectada. Además, la capacidad de un gobierno de facto de minoría que depende del apoyo implícito de los partidos separatistas para implementar reformas y adoptar el próximo presupuesto es limitada, dice Lennkh.
Por el contrario, si se celebran elecciones el 10 de noviembre, el fragmentado panorama político español podría consolidarse un poco. Sin embargo, es probable que siga siendo necesario algún tipo de gobierno de coalición. Según las encuestas actuales, la izquierda política vería el fortalecimiento del PSOE a expensas de Podemos, mientras que, en la derecha política, el Partido Popular se prepara para ganar escaños a expensas del partido de derecha Vox y de un Ciudadanos debilitado.
«La capacidad de construir una coalición estable se ha convertido en un prerrequisito para el próximo presidente de España, lo que es una nueva realidad en la política nacional española», asegura Lennkh.
En caso de nuevas elecciones, es poco probable que ningún partido, incluido el PSOE, obtenga suficientes escaños para gobernar solo. Además, también es posible que ninguno de los dos bloques políticos obtenga suficientes escaños para gobernar sin la necesidad de abstenciones de diputados que representen a otras partes del espectro político o el apoyo de partidos regionales. Como tal, a falta de grandes sorpresas, es probable que la incertidumbre política de España persista en los próximos meses.