La economía social ha sido uno de los temas clave durante la celebración del GSG Global Impact Summit 2023, el principal acontecimiento mundial del movimiento de la economía de impacto. En los últimos años, ha aumentado el interés por el desarrollo de economías sociales y de impacto. Así, en una de las mesas redondas de la Cumbre se realizó un balance del impacto del plan de acción de la UE sobre la economía social, además de examinar las iniciativas de otros lugares del mundo para evaluar lo que funciona, lo que no funciona y cómo apoyar su crecimiento futuro.
En un mundo cada vez más interconectado y globalizado, la economía social se presenta como una fuerza para impulsar el progreso en las comunidades locales y de manera global. En su núcleo, la economía social prioriza a las personas, antes que las instituciones financieras, promoviendo la proximidad y el bienestar social como valores fundamentales. Lorenzo Germán, Deputy Director Global Public Affairs, Mondragon Corporation, subrayaba la idea de que la economía y las personas deben correlacionarse, y sentenciaba: “juntos podemos ser solidarios para transformar la sociedad”.
Por su parte, Filipe Almeida, presidente de Portugal Social Innovation, destacó durante su intervención que, para una economía social en progreso, «es conveniente unir el sector público y el sector privado, para así transformar buenas ideas en buenos proyectos».
La idea destacada en este panel se basa en el entendimiento de la economía social como una forma de avanzar hacia un progreso económico y social más inclusivo. En este sentido Victor Meseguer, Special Commissiones for Social Economy, Ministry of Labour and Social Economy of Spain, afirmó: «La economía social debería ser inclusiva. Necesitamos modernizarnos», opinión que comparte Xu Hu, Deputy Head of Research, Chinese Academy of Financial Inclusion, quien apoya el trabajo en común para mejorar las economías.
La idea compartida por los participantes se centraba en la importancia de colocar a las personas en el centro de las decisiones financieras, promoviendo la proximidad y la colaboración. Esto permite fortalecer comunidades más fuertes y resilientes y avanzar hacia un futuro donde el bienestar de todos sea la prioridad principal.