La economía de Estados Unidos ha entrado en los últimos compases del ciclo, pero las perspectivas siguen siendo positivas a corto plazo. La bolsa está más cara que en años anteriores, pero, al mismo tiempo, las valoraciones se encuentran más polarizadas, lo que genera oportunidades en áreas del mercado que actualmente se pasan por alto.
Para Ángel Agudo, gestor de fondos de renta variable estadounidense en Fidelity Internacional desde 20011, la economía está entrando en los últimos compases del ciclo económico, con un paro cercano a los mínimos anteriores y una reducción de los estímulos monetarios. “La tasa de paro ha descendido recientemente hasta situarse por debajo de las estimaciones de pleno empleo tanto de la Reserva Federal estadounidense como de la Oficina Presupuestaria del Congreso”, explica.
En su opinión, la tasa de pleno empleo es el punto en el que el crecimiento salarial debería, en teoría, comenzar a acelerarse debido al mayor poder de negociación de los trabajadores por la reducción del excedente del mercado laboral. Claramente, a corto plazo eso supone una buena noticia para la economía de Estados Unidos y refuerza la confianza de los consumidores.
Según apunta, tradicionalmente, “un desempleo bajo y un crecimiento económico saludable han tirado al alza de los salarios, la inflación subyacente y los tipos de interés. Sin embargo, a pesar de la dinámica de fin de ciclo, el riesgo de una recesión a corto plazo sigue siendo bastante bajo. Los salarios y los tipos de interés probablemente tengan margen para subir desde los bajos niveles actuales antes de causar problemas a las empresas y a la economía”.
Además, señala que si el crecimiento del salario y los tipos de interés siguen siendo bajos o la productividad repunta, entonces “el ciclo podría durar más”. Por último, algunas reformas normativas y tributarias, como la aprobada a finales de 2017, también podrían dar apoyo al crecimiento económico si se ejecutan correctamente. En general, Agudo se muestra cautelosamente optimista sobre las perspectivas de la economía y el mercado de Estados Unidos en 2018, sin perder de vista que estamos en los últimos compases del ciclo.
Qué sorprende al inversor
Durante los últimos años, el sector tecnológico ha sido el factor que más ha impulsado las subidas continuas del mercado. Este grado de representación de un único sector a la cabeza del índice general de la bolsa estadounidense no tiene precedentes y ha llevado a muchos a pensar que nos encontramos ante otra posible burbuja tecnológica que podría terminar en un hundimiento inminente.
“Sin embargo, creo que esta vez la situación es diferente a la del año 2000, donde predominaban los valores conceptuales sin negocios reales detrás de los que hablar. Ahora, sin embargo, algunos de esos sueños se han convertido en realidad. Muchos de estos valores generan sólidos flujos de efectivo y cuentan con modelos de negocio sostenibles. No obstante, las valoraciones de algunas de estas acciones parecen forzadas y el mercado no está descontando algunos de los riesgos normativos que conllevan estas inversiones. A los inversores podría pillarles por sorpresa que se produjera una salida de estos valores”, apunta Agudo.
El gestor reconoce que, en comparación a hace unos años, el mercado estadounidense está más caro pero, al mismo tiempo, las valoraciones se encuentran más polarizadas. “La dispersión en las valoraciones también plantea oportunidades en sectores del mercado que actualmente se pasan por alto. Podría no haber suficientes oportunidades infravaloradas en términos absolutos, pero sí existe bastante terreno que explorar en términos relativos”, matiza.
Oportunidades
Lo cierto es que el mercado estadounidense lleva casi diez años inmerso en una espiral alcista y las valoraciones están lejos de ser baratas. Los márgenes totales de beneficios en los distintos sectores se encuentran cerca de sus máximos históricos. Además, las empresas han aprovechado los tipos de interés cercanos a cero para acumular deuda. Para las empresas que generaban rentabilidades considerables y contaban con modelos de negocio más seguros, endeudarse era lo correcto.
“Por consiguiente, ahora encontramos un amplio conjunto de empresas que o bien están caras por valoración o bien tienen valoraciones razonables y modelos de negocio sólidos, pero balances menos saneados. También hay sectores donde las empresas han sido más prudentes, a tenor de los errores pasados; por ejemplo, los bancos nunca han estado mejor capitalizados y las empresas energéticas han descubierto una nueva disciplina financiera”, reconoce Aguado.
En su opinión, este entorno, es importante guiarse por los fundamentales y buscar valores interesantes dentro de los sectores, pero también es vital encontrar oportunidades que ofrezcan una buena protección frente a caídas del mercado. “En general, busco inversiones que posean rasgos anticíclicos, generen flujos de caja estables y se caractericen por unos balances despejados”, concluye.