En 2020, la deuda pública mundial aumentó hasta alcanzar la cota récord de 62,5 billones de dólares, según indica la primera edición del Sovereign Debt Index de Janus Henderson. La gestora explica que los gobiernos de todo el mundo asumieron un nivel de deuda equivalente a ocho años de endeudamiento en 2020 para combatir la pandemia mundial, incrementando así su deuda un 17,4%.
En un contexto en el que ocho de cada diez países del índice entraron en terreno de recesión, los gobiernos incorporaron 9,3 billones de dólares al total. Esto equivale a un 14,8% del PIB mundial, una proporción mayor de lo que se necesitó para estimular la economía tras la crisis financiera mundial. El cómputo de la deuda pública mundial cerró el año en una cota récord de 62,5 billones de dólares, un nivel que casi cuadriplica el total de 1995 (un 273% más) y equivalente a 13.050 dólares por persona.
Principales economías mundiales
Según las conclusiones que arroja el análisis de este índice de Janus Henderson, las economías de mayor envergadura fueron las que más endeudamiento asumieron en 2020, pero el Reino Unido presentó el mayor déficit presupuestario. En este sentido, indica que algunos países han contraído más deuda que otros para hacer frente a los retos que trajo consigo el año pasado. “En términos absolutos y como es natural, las economías de mayor envergadura se endeudaron en mayor medida. Solo EE.UU., Japón y China representaron más de la mitad del endeudamiento público nuevo en todo el mundo en 2020”, señala.
En relación con el tamaño de su economía, el mayor deudor fue el Reino Unido, con un déficit presupuestario equivalente a un quinto de su PIB, pero EE.UU., Brasil, Sudáfrica, España, Canadá, Japón y Singapur también presentaban déficits de al menos un octavo del tamaño de sus economías. Suecia y Suiza se situaron entre los países que menos deuda contrajeron, pero ningún otro país se acercó a Taiwán, cuya deuda se mantuvo prácticamente inalterada en términos interanuales en relación con el PIB, dado que su enérgica respuesta a la pandemia posibilitó la expansión de su economía.
Desde Janus Henderson advierten que el mayor endeudamiento de los países es una tendencia previa a la pandemia. Los gobiernos del mundo presentaban una situación de déficit en todos y cada uno de los últimos 25 años, dado que el gasto superaba el importe recaudado mediante impuestos. Afortunadamente, la economía mundial también creció de forma sustancial, impulsando con ella la estructura de la deuda mediante una base fiscal más amplia, pero, con todo, el aumento de la deuda pública ha superado al crecimiento económico en un quinto.
Endeudamiento fácil financiar
A pesar de un endeudamiento drásticamente superior, el coste del servicio de toda esta deuda no ha aumentado debido a los bajos tipos de interés. “En 2020, los gobiernos del mundo tenían que pagar solo un 2% por sus préstamos, en comparación con el 7,6% en 1995. Este importante descenso en los tipos conlleva que la carga de intereses en todo el mundo solo ha aumentado algo más de un quinto, a pesar de que la deuda se sitúa en un nivel casi cuatro veces superior”, ha explicado Bethany Payne, gestora de carteras de renta fija global en Janus Henderson, quien considera que el endeudamiento también será una tendencia el próximo año.
Según el índice, en relación con el PIB, la carga de intereses se ha reducido en más de la mitad desde 1995. Ningún país presente en el índice de Janus Henderson pagó un interés más elevado en 2020 que en 1995.
Una de las claves que ha permitido que esta tendencia haya perdurado durante los últimos años es el descenso sostenido de los tipos de interés y los planes de los bancos centrales para la compra de bonos. “El descenso sostenido de los tipos de interés en los últimos 25 años ha generado unas rentabilidades significativas para los inversores en renta fija. Entre 1995 y 2020, el Global Government Bonds Index generó una rentabilidad total del 308% en dólares estadounidenses, casi cinco veces la tasa de inflación en el mismo periodo”, indica el análisis de Janus Henderson.
En este contexto, los expertos de Janus Henderson coinciden que la deuda volverá a aumentar en 2021, sumando otros 768 dólares por persona. “En 2021, el endeudamiento público volverá a aumentar drásticamente en alrededor de 4 billones de dólares, o 768 dólares por persona, pero, en comparación con la envergadura de la economía mundial, los niveles de deuda ya han alcanzado su punto álgido, gracias a una probable recuperación económica de gran solidez”, ha añadido Payne.
La gran pregunta que plantea Jim Cielinski, responsable mundial de renta fija, es dónde está el límite de este endeudamiento y cuando los inversores deben preocuparse. En su opinión, “no debemos obsesionarnos con un porcentaje de la deuda sobre el PIB de los países, sino fijarnos si el país es capaz de generar un crecimiento que haga sostenible su deuda”.
También considera que, para gestionar este entorno de alta deuda, las economías deben focalizarse hacia planes fiscales. “Creemos que los bancos centrales seguirán teniendo un papel activo en la compra de bonos, pero lo correcto sería caminar hacia políticas fiscales. En Europa parece que esto va algo más lento, pero esta es una tendencia que estamos viendo en el resto de países del mundo”, ha añadido Cielinski.
Implicaciones para el inversor
A nivel de mercado esto deja un escenario donde hay un gran volumen de emisiones por parte de los gobiernos y también por parte de emisores privados, según ha recordado Cielinski, donde el horizonte de tipos de interés sigue siendo bajo. “Los inversores han sacado partido de unas rentabilidades excelentes en renta fija en los últimos años, pero ahora los tipos de interés se sitúan en una tendencia alcista de nuevo y ello conlleva riesgos. Los bancos centrales trabajarán para mantener los tipos en cotas reducidas por el momento, pero la recuperación de las economías suele ser una mala noticia para los precios de los bonos”, ha destacado el responsable mundial de renta fija de Janus Henderson.
Para Cielinski, los mercados de renta fija constituyen una enorme maquinaria para juzgar la solvencia y el desempeño económico de cada país, dado que determinan cuánto debe pagar un gobierno para endeudarse. “Por ende, no revisten importancia únicamente para los inversores en renta fija. Los tipos de interés que se establecen en los mercados de bonos afectan al valor de todos los activos, desde las viviendas hasta los mercados bursátiles”, ha añadido.