En los últimos dos años, la firma de distribución de fondos de terceros con sede en España, Capital Strategies Partners, ha llevado al gestor de activos William Blair a los principales mercados globales y más recientemente está trabajando para promover su nuevo equipo de deuda de mercados emergentes (EMD).
El equipo de EMD está compuesto por Marcelo Assalin, CFA, Marco Ruijer, CFA, y varios miembros clave de su ex equipo de NN Investment Partners (NNIP), quienes se unieron a William Blair a inicios de 2020 para formar un equipo dedicado de EMD dentro de William Blair Investment Management. Assalin ha estado gestionando estrategias de EMD desde el año1996 y Ruijer ha estado gestionando estrategias de EMD desde el año 2002.
Assalin y el equipo tienen una trayectoria bien documentada de éxito, mejoran el alcance global de William Blair y le dan una oportunidad única para ampliar su exitosa franquicia de renta variable de mercados emergentes, al incluir activos de renta fija.
Estos inversores experimentados y exitosos también tienen un fuerte alineamiento cultural con William Blair. Incorporan criterios ESG de manera holística, de manera individual y como equipo, centrándose en ofrecer resultados sólidos a sus clientes.
Otros miembros del equipo que se unieron a William Blair desde NNIP son Yvette Babb; Johnny Chen, CFA; Lewis Jones, CFA, FRM; Jared Lou, CFA; Anezina Mytilinaiou; Luis Olguin, CFA; Alexandra Symeonidi CFA; Mariana Villalba, CFA; y Daniel Wood.
El equipo lanzó una estrategia de deuda en dólares de mercados emergentes durante el primer trimestre de 2020 y está lanzando una estrategia en moneda local de deuda de mercados emergentes a finales de junio.
EMD para potenciar retornos ajustados por riesgo
El equipo de William Blair cree que una asignación estratégica a la deuda de EMD puede mejorar el potencial de retorno ajustado por riesgo para carteras de todos los grados de sofisticación, dice Assalin.
«Algunos inversores asocian la deuda de los mercados emergentes con algo muy arriesgado, algo muy exótico», dice. «Sin embargo la tasa de default anualizada en los mercados emergentes de deuda soberana en los últimos 30 años ha sido inferior al 1%».
Assalin señala que debido a que EMD está sub-invertido, está menos cubierto y no se entiende bien, parte del universo de inversión tiende a mostrar mayores primas por riesgo y mayores rendimientos. Pero la clase de activos ha evolucionado sustancialmente en los últimos años. «Estamos hablando ahora de más de 70 países dentro del universo invertible más amplio y más de 600 emisores de crédito corporativo», dice.
Además, Assalin añade, en la parte de mayor rendimiento del universo, las correlaciones tienden a ser más bajas en comparación con otras clases de activos de renta fija.
«Es una clase de activo que ofrece oportunidades de inversión muy atractivas y que también ofrece beneficios de diversificación muy importantes para los inversores», señala Assalin.
Atractivo punto de entrada a EMD después del choque COVID-19
La actividad económica en los mercados emergentes colapsó debido a la pandemia del COVID-19.
La preocupación por este deterioro de las perspectivas y sus posibles implicaciones negativas para la solvencia de la deuda dieron lugar a salidas sin precedentes de los fondos de EMD durante marzo y abril de este año, aunque las salidas se moderaron en mayo, y más recientemente Assalin comenzó a ver pequeñas entradas en fondos EMD en moneda dura.
Estas salidas crearon presiones por ventas forzadas masivas, especialmente entre los fondos negociados en bolsa (ETFs), en condiciones de baja liquidez del mercado. Esto condujo a una disminución significativa de los precios, especialmente en la parte menos líquida y de mayor rendimiento del mercado EMD.
«Estas importantes dislocaciones de precios llevaron los spreads a niveles extremadamente altos en cuestión de días y EMD se comportó peor que otras clases de activos de crédito durante este proceso», dice Assalin. «Sin embargo, los spreads se han comprimido alrededor de 135 puntos básicos en el último mes, lo que refleja mejores condiciones técnicas impulsadas por flujos estables a marginalmente positivos».
Assalin espera ahora una recuperación económica extremadamente gradual y desigual, probablemente con regiones de bajo beta como Asia a la cabeza y regiones de alto beta como Africa rezagadas.
«Los fundamentos de la EMD ciertamente se ven desafiados por la recesión económica mundial, sin embargo, las preocupaciones sobre los riesgos sistémicos que desencadenaron las salidas de EMD parecen exageradas, en nuestra opinión», dice Assalin. «Aunque temporalmente es mayor que sus niveles históricos, nosotros esperamos que el riesgo de incumplimiento de los mercados emergentes siga estando relativamente bien contenido en el futuro, dado que los fundamentos en la mayoría de los mercados emergentes siguen siendo sólidos».
En este contexto, dice Assalin, y a pesar de la reciente recuperación, las valoraciones actuales parecen atractivas. «Una parte considerable del universo invertible de EMD continúa operando por debajo de lo que percibimos como valor razonable basado en nuestro enfoque fundamental del análisis de crédito soberano».
El enfoque del equipo de William Blair incluye evaluar exhaustivamente el perfil de riesgo crediticio de un emisor y clasificar la solvencia de los países. «Nuestro modelo cuantitativo propietario y el enfoque combinado top-down, bottom-up, nos ayudan a identificar ideas de valor relativo sólidas», dice Assalin. «Somos agnósticos con respecto a cada región y preferimos segmentar nuestro universo de inversión en tres grupos basados en diferentes perfiles de riesgo: países de bajo beta, beta medio y alto beta».
Assalin añade que los inversores con horizontes de tiempo a largo plazo rara vez han visto una oportunidad tan atractiva para invertir en deuda de mercados emergentes. “La diferencia entre perdidas crediticias ex-post y lo que el mercado valoriza en este momento es muy amplia. Esta dinámica impulsará rendimientos positivos para el inversor a largo plazo», dice.