El contexto macroeconómico actual favorece a los mercados emergentes, que pueden beneficiarse de la recuperación económica global y los precios más elevados de las commodities. Incluso en un entorno en el que el diferencial de crecimiento entre los mercados emergentes y desarrollados está mejorando, estas economías deberían beneficiarse del aumento de las exportaciones y un mejor marco fiscal.
Para aprovechar el potencial de estos mercados, la deuda corporativa de mercados emergentes es uno de los activos que ofrece mejores oportunidades, tal como explica Michael Dow, responsable de Deuda Corporativa Emergente de UBS Asset Management. “Los diferenciales de la deuda corporativa de estas regiones son más atractivos que los de las economías desarrolladas”, apunta Dow, que sostiene que una mejora del marco financiero debería traducirse en unos fundamentales de las empresas más sólidos y en una reducción del riesgo de crédito. “Además, el equilibrio entre la oferta y la demanda y la creciente búsqueda de rentabilidad deberían de apoyar los diferenciales. Los flujos son muy buenos. La deuda corporativa emergente es uno de los segmentos de la renta fija que más rápido está creciendo”, subraya.
Además, la deuda corporativa de mercados emergentes tiene una menor sensibilidad a los tipos de interés que los bonos soberanos, ayudando a proteger la cartera frente a unos mayores tipos de interés. Este hecho cobra importancia ante la actual entorno, donde la Reserva Federal incrementó los tipos de interés en diciembre y probablemente volverá a elevarlos este año.
Efecto Trump
La política monetaria de la Fed y la asunción de riesgos de las economías emergentes podrían verse afectadas por las medidas políticas articuladas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “Algunas de las medidas propuestas durante su campaña y desde su investidura, como el mayor gasto en infraestructuras, la menor regulación financiera o la reforma fiscal son claramente pro crecimiento, pero otras como las medidas arancelarias o la reducción de la inmigración pueden tener un efecto contrario. México y China son los países que probablemente serán más afectados por estas políticas”, reconoce Michael Dow. No obstante, algunas de ellas requieren luz verde por parte del Congreso y habrá que ver cuántos apoyos logra recabar Trump realmente para sus prioridades políticas.
Además, Dow señala que en su estrategia ya infraponderaba la región Asia Pacífico, incluyendo China, antes de la elección de Donald Trump, debido a que el valor era limitado en la deuda corporativa de la región. Por el contrario, en la estrategia sobrepondera Latinoamérica, donde países como Brasil, Perú o Colombia muestran una mejora de sus perspectivas.
“El contexto ha cambiado en los últimos dos años, la situación política ha mejorado y el repunte de las materias primas contribuye a la mejora de la economía, lo que se trasladará a las compañías”. Incluso considera que existen oportunidades en las compañías mexicanas cuyos beneficios estén denominados en dólares. “La devaluación del peso les favorece, debido al aumento de sus márgenes”. Asimismo, la estrategia también mantiene una sobreponderación a Europa y una menor exposición a Oriente Medio y África.
“La deuda corporativa de mercados emergentes está registrando un rápido crecimiento y las oportunidades están mejorando. Muchos inversores pueden beneficiarse de una atractiva rentabilidad y el menor riesgo de tipos de interés que ofrece este mercado”, concluye Dow.