Como era de esperar, el Parlamento británico ha votado en contra del acuerdo pactado por la primera ministra, Theresa May. Tanto los partidarios de un Brexit duro como los diputados defensores de la permanencia lo rechazaron. NN Investment Partners (NN IP) considera que, pese a que el resultado no es inesperado, incrementa todavía más la incertidumbre.
El Gobierno británico debe presentar ahora un acuerdo alternativo. Dado el tiempo limitado con el que cuenta y la falta de consenso, los expertos políticos ven imposible que Theresa May pueda cerrar la brecha con algunos retoques al plan original y, por ende, es difícil que se pueda alcanzar un entendimiento antes del 29 de marzo. Como consecuencia de ello, cada vez es más probable que se posponga la retirada.
Primero hay que preguntarse sobre el lugar que ocupa May. Después de la votación del martes, el líder laborista, Jeremy Corbyn, presentó una moción de censura que tuvo lugar ayer y de la que el Gobierno de May salió airoso, como ya era de esperar después de que el Partido Conservador y el Partido Democrático Unionista (DUP) manifestaran públicamente que continuarían apoyándola.
Tras sobrevivir a la votación de no confianza, lo más probable es que el Gobierno y el Parlamento sean incapaces de articular una alternativa satisfactoria. En consecuencia, May podría celebrar un referéndum sobre su acuerdo para que decida la población. El resultado dependerá de cómo se formule la pregunta: si hay que elegir entre el acuerdo de May o ningún acuerdo, posiblemente gane la primera opción, ya que obtendrá el apoyo tanto de quienes apuestan por la permanencia como de los partidarios de un Brexit blando. Si la decisión está entre el acuerdo de May o el no al Brexit o se plantea un referéndum con distintas opciones, el resultado es menos predecible. En cualquier caso, a estas alturas, un segundo referéndum también requerirá que se posponga la salida de la Unión Europea.
Otra posibilidad es que el Gobierno y el Parlamento no sepan ponerse de acuerdo sobre qué camino tomar. Este es el mayor riesgo. Pasará el tiempo y terminaremos alcanzando la fecha límite. Si no se hace nada para evitarlo, el Reino Unido saldrá sin ningún acuerdo, lo que podría generar mucho ruido e incertidumbre.
Al mismo tiempo, los expertos políticos no creen que esta secuencia de acontecimientos sea probable. Si parece factible un Brexit sin acuerdo, tendría sentido que el Parlamento o el Gobierno británico aplace la fecha límite acordada con la Unión Europea. Cualquier aplazamiento se extenderá hasta, al menos, julio, después de las elecciones en el Parlamento Europeo y lo más posible es que se atrase hasta dentro de un año. Si eso fracasa, el Gobierno británico siempre tiene la opción de revocar el artículo 50 y abandonar el Brexit. Una sentencia reciente del tribunal de la Unión Europea confirmó esta opción y los expertos piensan que cada vez es más factible tras la derrota del martes.
Incertidumbre y volatilidad
En cuanto a la reacción del mercado, NN IP prevé un escenario de incertidumbre y volatilidad para los próximos días. Los activos sensibles al Brexit se desempeñarán por debajo de lo esperado y el tipo de cambio de la libra esterlina, los sectores de renta variable británicos y las acciones del país en general se debilitarán. Además, la gestora cree que habrá una caída en la rentabilidad de la deuda pública del Reino Unido (Gilt). A su juicio, hay que tener en cuenta la postura de los inversores, ya que no habían anticipado la significativa debilidad de los títulos británicos. Por ello, las acciones del Reino Unido tienen espacio para flaquear a raíz de las malas noticias. NN IP espera que los mercados se estabilicen o bien cuando aparezca una solución razonable o bien cuando quede claro que el punto muerto actual llevará a aplazar la retirada.
El impacto final del Brexit en el crecimiento económico sigue siendo difícil de calcular en base a la votación del martes pasado, que mostró lo difícil que es lograr que se apruebe el acuerdo. Hay varias posibilidades sobre la mesa y está claro que la falta de acuerdo sería la más destructiva de ellas, ya que generaría situaciones de caos con respecto al comercio con el Reino Unido, al provocar largos atrasos en las fronteras. El caos y la incertidumbre llevarían a la volatilidad del mercado y afectarían al crecimiento a largo plazo, mientras que, con un acuerdo de Brexit blando, en el que el Reino Unido continúe beneficiándose de un mercado único, habría repercusiones limitadas en el crecimiento. También en el caso de que se se extendiese la fecha límite, el impacto a corto plazo sería bajo. En todo caso, que continúen las dudas en torno al resultado final podría potenciar la incertidumbre en el mercado financiero, lo que causaría una mayor aversión al riesgo entre los inversores.
Actualmente, NN IP mantiene una postura cautelosa hacia los activos de riesgo, por lo que un aumento de la incertidumbre tras lo ocurrido esta semana tendrá poco impacto en sus carteras. Además, según destacan, han cubierto ampliamente los riesgos del tipo de cambio de la libra esterlina y cuentan con una exposición moderada al Reino Unido.