La crisis energética propulsó el gran aumento de los dividendos en el tercer trimestre, ya que las firmas petroleras distribuyeron beneficios récord a sus accionistas, según se desprende de la última edición del Janus Henderson Global Dividend Index. El importe total distribuido en todo el mundo aumentó un 7% en tasa general, hasta los 415.900 millones de dólares, lo que marca un récord para un tercer trimestre.
Según explica la gestora, el crecimiento subyacente fue del 10,3%, una vez considerada la fortaleza del dólar estadounidense y otros factores. A escala mundial, el 90% de las empresas aumentó sus dividendos o los mantuvo, porcentaje ligeramente inferior al 94% registrado en el primer semestre del año.
La principal conclusión es que el auge de los dividendos del petróleo ha compensado la caída en los pagos de las mineras. “En la actualidad, las tendencias globales del sector son las que dominan. Esto se tradujo en que las productoras de petróleo y gas fueron los principales motores del crecimiento en el tercer trimestre, al aumentar sus dividendos generales un 75% interanual hasta el récord de 46.400 millones de dólares”, apuntan desde Janus Henderson a la luz de los datos que aporta este índice.
En concreto, las empresas petroleras de todo el mundo aumentaron sus retribuciones, en buena medida mediante el pago de dividendos extraordinarios y no tanto con el incremento de los repartos ordinarios. Los dividendos del sector petrolero fueron particularmente notables en los mercados emergentes, Asia y América del Norte, siendo el incremento más elevado el de la brasileña Petrobras.
De hecho, sin el impacto positivo de este sector, el total mundial se habría mantenido prácticamente estable en el tercer trimestre. La subida de los dividendos del petróleo se correspondió exactamente con el desplome de los pagos del sector minero, en el que las empresas están recortando los dividendos desde sus recientes máximos históricos en respuesta a la caída de los precios de las materias primas, situación que afecta particularmente a Australia. Se registraron crecimientos en casi todos los demás sectores, sobre todo en el transporte (incluido el marítimo), los bancos, los semiconductores y los productos químicos.
Las empresas de Taiwán y Estados Unidos fueron las que más contribuyeron al crecimiento, mientras que las de China decepcionaron y las de Australia experimentaron descensos. Desde el punto de vista geográfico, Taiwán, Estados Unidos, Hong Kong y Canadá fueron los territorios que más contribuyeron al crecimiento. La suma de los sectores de energía y finanzas resultó clave en los tres últimos, mientras que en Taiwán toda una serie de sectores exhibió una fortaleza excepcional.
En términos estacionales, el tercer trimestre es muy importante para los dividendos chinos. En este caso, el crecimiento subyacente de los repartos (+6,7%) fue inferior al internacional y un tercio de las empresas de nuestro índice recortaron sus dividendos, especialmente las inmobiliarias chinas, en medio de una fuerte crisis.
Revisión al alza de la previsión anual
El alentador tercer trimestre ha propiciado que Janus Henderson mejore en 30.000 millones de dólares su previsión para los repartos generales en el conjunto del año, gracias fundamentalmente al incremento de los dividendos extraordinarios no recurrentes, y a la fortaleza del sector de petrolero y de Asia.
La gestora espera ahora unos dividendos generales de 1,56 billones de dólares, lo que supone un aumento del 8,3% interanual. El crecimiento subyacente se situará en el 8,9%, lo que supone un aumento de 0,4 puntos porcentuales en comparación con las expectativas que tenía Janus Henderson hace tres meses y sigue claramente por encima de la tendencia a largo plazo en el crecimiento de los dividendos del 5%-6%.
“El aumento de los dividendos del petróleo ha coincidido con los recortes de las mineras, aunque los pagos del sector son, en cualquier caso, muy elevados en comparación con la serie histórica. Al igual que ocurre con otras materias primas, los precios de la energía son cíclicos, y el precio del petróleo ya se encuentra por debajo de las cotas alcanzadas a principios de año, por lo que es poco probable que perdure el actual y excepcional nivel de las retribuciones”, señala Jane Shoemake, gestora de carteras de clientes del equipo Global Equity Income de Janus Henderson.
En su opinión, de cara a 2023, es probable que la ralentización del crecimiento económico mundial repercuta en los beneficios y en la capacidad de algunas empresas para aumentar los pagos. “Pero la cobertura de dividendos o relación entre los beneficios de una empresa y sus dividendos, está cerca de sus máximos históricos debido a que la rentabilidad es actualmente elevada, mientras que la pandemia hizo que muchas empresas reajustasen sus dividendos a niveles más sostenibles. Esto brindará cierto apoyo incluso en el caso de que los beneficios estén bajo presión en 2023. Un aspecto fundamental es que los dividendos varían mucho menos a lo largo del ciclo económico que los beneficios, ya que las empresas tratan de mantener un nivel sostenible de ingresos para sus inversores”, concluye Shoemake.