No es inusual que uno de los principales ingredientes de las inversiones en América Latina sea entender y navegar el riesgo político. Ahora, avanzando en la segunda mitad de 2021, ese riesgo se hace cada vez más patente, con una apretada agenda política para algunas de las mayores economías de la región.
La región andina en particular, que se había instalado como un polo de relativa calma en el vecindario, tiene una serie de desafíos de por medio, mientras Chile, Perú y Colombia transitan por períodos de inestabilidad.
En Colombia, la segunda mitad de 2021 está marcada por la discusión de la reforma tributaria, que los inversionistas ven como una pieza clave de la posición fiscal del país. Esto al punto que la caída de la iniciativa impositiva gatilló una rebaja de clasificación por parte de S&P Global Ratings.
Este país también se enfrentará pronto a una elección presidencial, con la primera vuelta prevista para mayo de 2022 y una eventual segunda ronda agendada para junio.
Chile también vive una serie de procesos políticos. En primer lugar, este mes empezó la discusión en la Convención Constitucional, que pasará el próximo par de años construyendo una nueva carta magna para el país. Se espera que este proceso se extienda por lo menos hasta la segunda mitad del próximo año.
A esto se suman elecciones presidenciales y parlamentarias en lo que queda de 2021. En noviembre, los chilenos acudirán a las urnas para elegir una nueva administración, con una eventual segunda vuelta en diciembre.
Por su parte, Brasil, la economía más grande de la región –y que tiende a dictar el ritmo de los flujos de capital a los mercados del vecindario–, tendrá elecciones generales en octubre de 2021, donde elegirá un nuevo presidente, vicepresidente y congreso.
El análisis de BBVA
Mirando los premios por riesgo asociados al devenir político, un informe de BBVA Corporate & Investment Banking augura subidas.
“Creemos que un riesgo político más alto en América Latina está aquí para quedarse, dado el ocupado ciclo político que tenemos por delante. Por eso, en nuestra opinión, es esencial entender el impacto de los premios por riesgo político en las curvas locales para navegar mejor futuras turbulencias”, indicó el banco de capitales españoles en un informe reciente.
En esa línea, un análisis del comportamiento de las curvas de deuda en el pasado llevó a la firma a estimar que, durante períodos de más “ruido”, el premio por riesgo político en los activos locales sube en torno a 150 puntos base en Brasil, entre 60 y 90 puntos base en Colombia y 94 puntos base en México.
La región andina podría traer sorpresas, eso sí. “Los premios por riesgo político se han mantenido bajos en Chile y Perú, pese a su reciente turbulencia, pero probablemente subirán en los próximos meses”, indicó la entidad en un informe firmado por el estratega de Tasas Locales, Mario Castro.
BBVA destacó en su informe que la región andina ha gozado de cierta estabilidad en las últimas décadas, y que los mercados están “en el proceso de adaptarse” a la nueva realidad política –en medio de un creciente descontento social– y su potencial impacto en los activos locales.
“Como la situación política en los distintos países sigue muy fluida, un riesgo clave para los mercados es que los países puedan llegar a un nuevo equilibrio político que rompa con el manejo macroeconómico prudente que se ha visto en las últimas décadas”, escribió Castro.